My Angel

[Capítulo 5]

Una vez que los dos salieron de los baños, se fueron a la cocina para empezar a hacer el desayuno. Aunque más que desayuno sería el almuerzo. Eran cerca de las una y media, y Arthur se percató de ello.

- Oye... ¿Y si hacemos mejor ya la comida? Nos hemos levantado muy tarde.
- Oh... Tienes razón~ ¿Alguna idea de qué podríamos comer?

Alfred dejó de nuevo el tetrabrick de leche en la nevera y la ojeó rápidamente, dándose cuenta que no había mucha comida ya que él no solía cocinar.

- Mm... Tenemos poca cosa... Hay que ir a comprar.
- Pues vamos esta tarde después de ir a Central Park.

Cuando Alfred desvió la mirada hacia Arthur algo sorprendido, este le observaba con una leve sonrisa y se acercó para sacudir su cabello.

- No me había olvidado de eso~ Así que hagamos algo simple si no hay mucha comida...

Se puso junto a Alfred para mirar también la nevera mientras que el americano seguía callado junto a un leve sonrojo que había aparecido en su rostro.

- ¿Tienes pasta?

Se apartó de él al ver que nada de la nevera le servía para cocinar para ellos dos, y fue mirando en los armarios que había por allí. Alfred al fin logró abrir la boca y le contestó mientras se llenaba un vaso de agua.

- En el armario del fondo, el estante de arriba.
- Ah gracias~

Fue al lugar que le indicó y encontró un paquete de espaguetis justo para los dos. Lo cogió y dejó sobre el pollo de la cocina mientras buscaba una olla grande para cocinarlos. Pero se detuvo al mirar a Alfred, que se encontraba con la vista perdida y vacía, y con el vaso en la mano sin hacer nada, como si de repente lo hubieran congelado. El ángel dejó la olla en la vitrocerámica y se acercó a él poniendo una mano sobre su hombro algo preocupado, haciendo que se sobresaltara un poco y lo mirara confuso.

- ¿Te ocurre algo?
- A-ah no, no no. Me había quedado pensando en mis cosas hahaha~...

Alfred se apartó de él y cogió la olla para llenarla de agua, dejando a Arthur con una expresión de preocupación y duda. No terminaba de convencerle esas palabras, pero su llamada le hizo dejar de pensar en eso.

- ¿Vas a querer algo más aparte de los espaguetis?
- No, con eso estaré bien... Pero tú ¿qué?

Arthur lo miró con una sonrisa de lado y Alfred le contestó con unos pucheros mientras desviaba la mirada a la olla con los espaguetis calentándose.

-No comeré más tampoco...
- Oh vamos~ Que puedes comer todo lo que quieras~
- No quiero.

El americano se cruzó de brazos sin apartar la vista de la olla, pareciendo estar algo enfadado por el comentario de Arthur. El ángel, al verlo de ese modo, suspiró levemente y se acercó a él para abrazarlo por la espalda.

- Lo siento si te he ofendido... Estaba bromeando.
- Mm... Estoy bien, tranquilo...~

Alfred se dio la vuelta para poder mirarlo y le sonrió un poco mientras pasaba sus brazos por el cuello del ángel, acercándose a su rostro hasta rozar las narices. Ante aquello, las mejillas de Arthur se tornaron un poco de color rojo mientras lo miraba fijamente sin poder moverse.

- Es muy difícil que me hagas enfadar~
- Y-ya veo...

Por un momento, el verlo tan de cerca y con esa sonrisa resplandeciente, le hizo sentir a Arthur cierto dolor en el pecho, el mismo que el que sentía cuando tenía esos sueños, y se apartó de él bajando la mirada y llevándose una mano al corazón entre leves jadeos. No sabía por qué le dolía tanto de repente, pero no lo aguantaba.