No seré como tú

Capítulo Veintidós

El sol se extendía al rededor de los escombros, la ciudad que en algún momento fue la mas vistosa de todas, ahora estaba reducida a solo piedras y llanos.

La armada que protege a los diversos mundos, descendía hasta que nuevamente toco tierra, algo que desde hace docientos años no realizaban.

El sol sonreía al mundo.

Recuperar la paz, tranquilidad y seguridad, que él mundo perdió en solo dos días, fue solo cuestión de horas.

Después de aquel incidente con uno de los peores enemigos de la humanidad, se realizó una gran fiesta para celebrar a sus héroes, cuatro persona que lo habían arriesgado todo para poder llamar a la armada.

O eso se les hizo creer.

Vitoreos y aplausos, eran todos para ellos, aunque dos personas se encontraban incómodos ante eso, sin embargo, otros dos lo disfrutaban.

Era una victoria, su victoria.

Pero, no todo era color rosa para ellos.

Después de que la armada desendiera, apartaron a los tres observadores, de él, aquel que hizo más desastre, pero que venció al enemigo.

Una maquina defectuosa, a pesar de lo maltrecho que se encontraba, aun seguía intentando ir hacia un lugar sin importancia para ellos.

Lo desactivaron.

Agradecieron el llamado para ir a por la flota enemiga, era uno de los batallones mas grandes que buscaban desde hace años y se llevaron a su arma.

Mientras otro grupo se dirigía a la penitenciaria donde se encontraron con Robbie y un chico castaño en brazos.

Era parte del enemigo.

Lo arrebataron de sus brazos y al igual que con la otra persona, la llevaron hacía su nave, uno para ser reparado y el otro para decidir su destino.

Desde entonces no se sabía nada de él, y eso les angustiaba y alegraba.

Gideon y Robbie intentaron hablar con ellos, pero los asuntos de restaurar las comunicaciones y comercios eran más importante que ese insignificante fenómeno.

La paz regreso al mundo, familias separadas se volvieron a reunir, de nuevo la tierra se volvía anfitriona y los héroes leyendas, la base de la armada movió su cede a aquel planeta para evitar riñas y peleas que volvieran a amenazar lar paz.

Todo empezaba a caminar hacía el progreso.

— Tienes que regresar, aun no acabas con el papeleo y aun tienes que organizar la reunión de los Sub Zero y los Ilumi

— Eso lo puedo hacer otro dia, ahora tengo una cita mas importante con alguien más, tal vez me haga reina de algún mundo lejano 

— No creo que algún mundo quiera a una reina que sacrifica a su familia — la chica castaña detuvo su andar y volteo a ver al chico peliblanco que la seguía

— Han pasado tres años de eso, quieres dejar de hablar de los muertos y asesinos

— No esta muerto, al menos no han hecho pública su ejecución, como puedes ser tan cruel con tu propio hermano, ni siquiera escuchaste lo...

— Gideon tengo cosas más importantes que hacer y supongo que tu también, así que deja de hablar y vete a tu mísero trabajo — ella continuó caminando, ignorando al chico detrás de ella