Visita al Hospital II

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Antes de empezar a leer quiero agradecerles a todas aquellas que le han dado una oportunidad a mi historia!

En serio muchas gracias! me hacen muy feliz!!!

Por favor comenten!!!

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Sakura regresó su rostro a la posición normal, y con toda la normalidad del momento ignorando el inconveniente salió para llamar a Juugo a su consultorio.

Como anteriormente había realizado la pelirrosa pidió al gran hombre que se sentara en la silla y hablara con ella.

El silencio se expandió y el gran hombre con el rostro bajo no decía ni una palabra, Sakura Sonrió, tal vez él era el más callado de los de ese grupo y en serio quería hablar con él, le parecía alguien noble a pesar de todo.

- Juugo- San, se que es perteneciente a un Clan del cual se perdió su nombre y solo queda usted...

- Si, todos enloquecen.... estábamos malditos - susurro, a pesar de su tamaño, a sakura aquel hombre le pareció un pequeño y asustadizo pájaro.

-No creo que fuera así, simplemente no tuvieron ayuda para manejarlo.... Le gustaría ponerle un nombre a su clan, yo puedo ayudarle a que quede registrado.

-No!, espero que este clan desaparezca conmigo...

Sakura guardó silencio, se sentía mal por cómo él veía su historia familiar. Una parte de ella siempre quiso ser de un clan reconocido, no del pequeño clan Haruno, en el cual todos eran comerciantes y ella la única ninja. Por ello y muchas otras cosas ella se esforzó por ser la mejor y lograr ser reconocida, tal vez darle un reconocimiento a su Clan pero al final, solo ella quedaba de ese clan y ya no importaba, al final moriría y el clan Haruno sería otro màs en la historia.

- Entiendo Juugo-san, no te preocupes, se que tienes el sello maldito de Orochimaru y eres el origen del mismo.

- Si y lo lamento - dijo de nuevo el joven-

- Por favor Juugo-san, deje de disculparse, yo lo ayudaré, tanto con la habilidad de su clan como con el sello, yo lo liberare de sus problemas. He recorrido todas las guaridas de Orochimaru, conozco todos sus experimentos y sellos, puede decirse que soy especialista en Juinjutsu, pero únicamente lo uso en circunstancias extremas y para ayudar, no para dominar, razón de su origen como usted debe saber, incluso aquí en Konoha gracias en su momento a la Quinta, funde un área en el hospital a ayudar a todas las personas que de una u otra forma fueron experimentos de aquel hombre malvado y puedo decir con orgullo para que usted se sienta seguro, que he logrado ayudar al 75% de las personas, algunas están bajo el cuidado aún de Konoha pero no son casos graves, sabe que usted me podría ayudar a resolver ese 25% que queda, ¿qué te parece?

La joven vio cómo el rostro del grandulón se iluminaba, y sonrió con un par de lágrimas en los ojos.

- siempre quise ayudar a los demás pero no pude... Haruno- sama, muchas gracias.

- Primero no tienes que usar el Haruno-sama, y Juugo-san, aquí siempre podrás ayudar y yo con todo el placer te ayudaré.

- Como puedo llamarla entonces, no quiero que me pase lo de Suigetsu... - ambos rieron-

- Llámame como te sientas a gusto, ahora seremos amigos ¿verdad Juugo- san? - la pelirosa extendió su mano, esperando que aquel hombre la tomara, cosa que él hizo gustoso y comparada con su gran mano Sakura se veía frágil aunque ella sabía que su fuerza supera la de aquel hombre y sonrió-

- Claro que sí Cerezo- sama - Sakura cayó al estilo anime de la silla, pero rápidamente se levantó y le sonrió- Puedes quitar el "sama".

- Por el momento estoy bien así...

- Ok, entonces por favor pasa detrás de la cortinilla y quítate la camisa para la revisión física y de paso tomo una idea del sello.

Realizó lo mismo que con su paciente anterior, y tomó nota de su estado físico actual. En realidad era muy bueno y gracias al sello su salud física es más que perfecta, a lo que la Haruno sonrió.

Por otra parte, tomó una impresión por así llamarlo, del sello ubicado en la parte baja de su cuello y lo dejó sobre su mesa junto a la carpeta de información de sus nuevos pacientes.

- Juugo-san, prometo que su sello se volverá mi prioridad. No puedo decirle cuanto tardare pero creame que hare todo a mi alcance y más por ayudarle. - dijo la kunoichi mientras sonreía al hombre - hasta el momento a nivel físico están muy bien tu y tu compañera, solo tienen un pequeño problema de desnutrición y anemia, pero para ello, solo deben tomar por tres días unas píldoras que les darán en la enfermería.

- Gracias Cerezo-sama - dijo el pelinaranja con una leve reverencia-

Sakura tambien realizo una reverencia y le entregó dos recetas.

- podrías por favor reclamar la de tu compañera, salió sin dejar que le entregara la medicina, y no olvides que deben tomarla tres veces al día por tres dìas y el pequeño problema estará resuelto.

Ambos sonrieron y el hombre desapareció tras la puerta para dar lugar a suigetsu.

Con su nuevo paciente fue mucho más sencillo, pues hablaba sin detenerse, el albino logró sacar un par de sonrisas a la pelirrosa en el transcurso de la charla.

- Pero dime Sakura-chan - dijo como si se conocieran de toda la vida - cuando estaré libre de este tonto sello, pues gracias a mi habilidad evitó que la pelos de escoba me haga mucho daño-

Sakura sonrió internamente frente al apodo que le tenía el hombre a su compañera y lo guardo para usarlo en un futuro contra la chica, porque ella en su interior sabía que esa mujer estaría buscando pelea en más de una ocasión y prefería estar preparada.

- En menos de 24 horas estarás a la perfección Suigetsu-chan- dijo riendo mientras que el hombre se sonrojaba profusamente.

Al igual que los otros dos, receto la misma medicación y decidió finalmente enfrentarse al más complejo de todos, Uchiha Sasuke.

Ella sabía que no lo podría llevar a su consulta porque desde que lo vio la noche anterior, había notado varios de sus problemas desde el inicio y la forma de solucionarlo no sería tan linda para él, aunque para ella sería divertido.

Cuando el Uchiha se para frente a la puerta ella automáticamente ella cerró la puerta saliendo del lugar mientras le indicaba al pelinegro que la siguiera.

Extrañado empezó a avanzar junto a la kunoichi mientras que su equipo lo seguía producto de la curiosidad.

Frente a la sorprendida mirada del uchiha llegaron a la aún recordada terraza del hospital, tanto para él como para ella.

- A qué juegas Haruno? - dijo de manera tosca el azabache mirando muy molesto-

- Uchiha, debo partirte un par de huesos para poder solucionar varios de tus problemas.

- Maldita pelos de chicle estas loca! tu solo quieres vengarte!- grito la pelirroja-

- Como si en realidad pudiese siquiera tocar mi frente - el azabache realizó aquel mismo gesto que le había hecho a Naruto hace varios años atrás al enfrentarse en el valle por primera vez-

La Haruno simplemente sonrió mientras se colocaba en posición de pelea.


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Perdón la demora! trataré de actualizar lo antes posible! Gomen!!!

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Anbu: El cerezo negro (16+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora