Capítulo 12.

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A veces Se Hun bromeaba con Lu Han, comportándose como todo un "compañero insoportable" a propósito. Le quitaba las sábanas de encima para despertarlo en las mañanas, agarraba alguna de sus pertenencias para luego fingir no haberla visto, y más cosas por el estilo. Claro, todo era en plan de juego amistoso, así que el rubio no se enojaba con él.

Lo más que hacía era decirle a Se Hun que era un tonto, pero quedaba completamente indefenso cuando la respuesta del castaño era un "Así me quieres".

Se Hun lo atraía cada vez más y no sabía por cuánto tiempo podría ocultarlo. No obstante, desde que se había enterado de que el más alto ya tenía a una persona que le gustaba, trataba de encerrar sus propios sentimientos. Era demasiado difícil.

Tenían una buena relación, tanto por chat como frente a frente, pero Se Hun se sentía algo intranquilo desde la noche en la que Lu Han le había hecho aquella pregunta en la cual deseaba saber si le gustaba alguien.

—Voy a ponerlo de una manera muy simple: soy un estúpido, Chan Yeol —se quejaba el castaño, recargando su espalda contra la pared a la vez que se llevaba sin muchas ganas una galleta salada a la boca—. Hace unos días, Lu Han me preguntó si hay alguien que me gusta y le dije que sí, pero no le dije quién es.

Estaba en la azotea, únicamente con la compañía de Chan Yeol, pues su amigo Jong In los había "abandonado" para irse a almorzar con su novio Tae Min, mientras Chen se había quedado en la biblioteca terminando una tarea muy importante... O eso les había dicho.

—¿Y él debe saberlo?

—¿Aún no lo entiendes, Chan Yeol? —Soltó un suspiro—. Tuve una oportunidad perfecta para decirle a Lu Han cómo me hace sentir... y la desaproveché por completo.

—Espera un momento —lo señaló—. Entonces... ¿Por fin admites que Lu Han te gusta?

—Sí —respondió—. Y desde hace un buen tiempo, porque en realidad me gustaba desde que era "Deer7" en mi celular y no lo conocía con otro nombre, sólo que jamás se lo he contado. Una parte de mí tiene miedo de que llegue a pensar que es extraño fijarse en alguien cuando ni siquiera conoces su rostro —hizo una breve pausa—. Pero siempre me pareció un chico maravilloso, inteligente, interesante, de esos que te atraen inevitablemente... Hablar con él era mi parte favorita del día; me gustaba escuchar sus problemas, ayudarlo y hacerlo reír. Cuando me enteré de que esa persona y mi compañero de habitación son la misma, casi muero de vergüenza, aunque lo oculté bien y él no pudo darse cuenta... Creo. Desde ese entonces, tenemos salidas de vez en vez y todo es muy divertido, pero aún me siento mal a veces. Es sólo que como soy pésimo para hablar con otras personas, me porté como un cretino con él cuando lo conocí en nuestro dormitorio. ¡¿Entiendes lo grave que es?! ¡Me porté como un cretino con el chico que me gusta! Su primera impresión de mí debió haber sido la peor.

—Cálmate. Creo que simplemente debiste haberle dicho que él es la persona que te gusta y ya, dudo que te hubiera rechazado —comentó el más alto antes de beber un poco de jugo de naranja—. Después de todo, se nota que entre ustedes dos hay algo especial.

El castaño iba a decir algo más, pero en ese mismo instante su teléfono celular comenzó a vibrar con la llegada de un mensaje nuevo. Ofreció una disculpa a su amigo y revisó el aparato, leyendo en la pantalla lo que Lu Han le había enviado.

Lu:
Hola. ¿Estás ocupado?

Se Hun:
Hola. No, no realmente. ¿Pasa algo, Lu?

Lu:
No es que pase algo, es sólo que... Bueno... ¿Podemos hablar? Digo, si en serio estás disponible en este momento.

Se Hun:
Duh. Ya estamos hablando, tontito.

Lu:
No, no me refería a hablar por aquí. Quiero hablar contigo frente a frente, Se Hun.

Se Hun:
Ah... Entiendo. Claro que sí, sí podemos hablar.

Lu:
Genial.
Te espero en nuestro dormitorio.

Se Hun:
Estaré ahí en cinco minutos. Cuéntalos, si quieres.

Se Hun se despidió de Chan Yeol rápidamente, explicando su situación, misma que el contrario pareció entender sin problemas.

—Si tienes otra oportunidad, no vayas a dejarla pasar —le aconsejó el pelirrojo con una sonrisa sincera y amistosa.

—No lo haré. Créeme, aprendí mi lección —aseguró antes de levantarse y bajar hasta el piso en el cual se encontraban los dormitorios.

Una vez que llegó al suyo, encontró a un distraído Lu Han sentado en su cama. Decir que el rubio lucía nervioso en realidad se quedaba corto, pero no comentó nada al respecto. Lo único que hizo fue anunciar su llegada.

—Ya estoy aquí, ciervo —le dedicó una leve sonrisa—. ¿De qué querías hablar?

—¡Ah! ¡Se Hun! —Por fin volteó a verlo—. Perdón, ni siquiera te escuché llegar...

—¿Por qué estás pasando la hora del almuerzo aquí?

—Porque estaba pensando en... muchas cosas —suspiró.

—Bueno, vamos a ir sacándolas todas, una a la vez. ¿Te parece bien? —Tomó asiento junto a él y le guiñó un ojo.

Ese gesto fue muy simple, pero hizo sonrojar a Lu Han. La sola presencia de Se Hun lo podía poner así de tonto.

Continuará.

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Hola.

Estoy muy triste porque mi gatita falleció, por lo que ofrezco una disculpa en caso de que este capítulo no haya quedado bien corregido. En serio necesitaba distraerme con algo, así que me puse a revisar y actualizar.

Ya no le queda mucho a este fanfic, estamos muy cerca del final.

Empecé a publicar un fanfic nuevo hace varias horas (antes de recibir la triste noticia), se llama "Hacia delante" y espero que puedan darle una oportunidad.

Gracias. Hasta luego.

El compañero más insoportable [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora