Capítulo 4 "¿Ese es Jimin?"

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En mi viaje en el elevador al lobby me masajee la parte de atrás de mi cuello, cerré los ojos y solté un pequeño suspiro.

Hoy era el último día que iba a la empresa, mañana era mi día libre y lo ansiaba mucho, la semana había sido muy pesada, Bon-Hwa tenía mucho trabajo para mí y trabajaba horas extras en mi casa impidiendo que saliera a conocer Seúl.

Antes de que el elevador abriera sus puertas me acomode la falda, hoy decidí ponerme una blusa negra de manga larga, era de velo así que era fresca y en la parte de abajo se le hacían unos holanes que bajaban hasta mi trasero, me puse una falda corta gris que apenas tapaba mi trasero, debajo unas mallas negras y de calzado zapatillas negras.

Salí del edifio y espere a Yeo en la orilla de la acera, cuando llegó subí y él arrancó.

-Buenos días.

-Buenos días Yeo ¿cómo estás?

-Muy bien señorita ¿y usted?

-También gracias.

Eché mi cabeza para atrás y cerré los ojos.

-¿Semana pesada?

-Muy pesada, aunque no haya visto a Bon-Hwa ni una sola vez desde que llegué, me tiene mucho trabajo.

-Bueno, eso cambiará hoy.

Abrí los ojos y fruncí el ceño observandolo por el retrovisor.

-¿De qué hablas?

-El señor me pidió que la llevará a su casa.

Abrí mis ojos como platos.

-¿En serio? ¿Por qué?

-Desconozco el motivo señorita.

Me llevé la mano a la boca y observe por la ventana.

-¿Así que hoy no va a la empresa?

- No tiene un horario, sólo va los días que no quiere o suceden otras cosas.

-¿Qué tipo de cosas?

Se encogió de hombros.

-Algún problema externo, no lo sé.

Suspire y pase saliva.

-¿Crees que he hecho algo malo?

Me miró por el retrovisor sonriendo.

- No lo creo.

Cerré los ojos y asentí.

-Gracias.

En el camino hacia a la casa de Bon-Hwa no dejaba de pensar en para qué me querría.

¿Me dará la bienvenida luego de una semana de haber llegado?

-Llegamos.

La voz de Yeo provocó que saliera de mis pensamientos.

Parpadee varias veces y después vi la pantalla de mi celular.

-Vaya-susurre.

Casi había pasado una hora desde que Yeo me recogió en la entrada de mi edificio.

-Puede pasar.

La gran reja que estaba frente a nosotros se abrió automáticamente dejando ver una inmensa casa que en lugar de paredes de concreto lo sustituian enormes ventanales.
Mientras Yeo se acercaba observe todo a mi alrededor.
A los lados del camino había pasto y diversas estatuas de ángeles desnudos, a lo lejos podía ver una piscina.

Cuando Yeo se detuvo un hombre enorme de acercó a abrirme la puerta, antes de salir observe a Yeo.

-¿Qué tengo que hacer? ¿Tengo permitido verlo a los ojos? ¿Me porto sumisa?

Una mexicana en Seúl |Jungkook & Tú| BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora