Zodiaco Creepypasta

No mires atrás

Para: Inu-Nina-Shiori

Pareja: Aries x Jeff the killer

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Decir que no le importaba era una farsa, que moría sin el también era una farsa, lo único que quería hacer ahora era volverlo a ver y ...quizás aceptar la propuesta que antes tuvo en frente.

Ella simplemente había decidido dejar todo atrás , junto con ese pueblo que la llevó a la boca del lobo, claro que pasó por situaciones que antes ni siquiera las hubiera imaginado.

Ese idiota psicópata había logrado que entre ella y el existiera un amor enfermizo, claro que eso era lo que menos le importaba, sin embargo no había forma de olvidar cuantas veces se sintió ella misma, mató y torturó a cierta  cantidad de personas , le hizo sentir tan enferma el hecho de que no sintió una pizca de remordimiento, jamás hubo rastro alguno de compasión.

Por esa misma razón rechazó todo lo propuesto, se fue y dio la espalda a lo que antes hizo, siguió adelante  a pesar de que hasta ahora seguian buscando a la  o el  responsable de tantos asesinatos y desapariciones.

Por más que ignorara cuantas veces pensó en volver y tal vez...pensar en su respuesta, no se atrevía a mover un dedo.Desde que se fue estuvo esperando su muerte, todo lo que ella sabía no podía ser revelado ¿Verdad?, cada día esperaba no volver a abrir sus ojos, pero nada, hasta ahora no hubo indicios de que el estuviera esperandola.

Suspiró y se sentó al borde de su cama y volvió a reflexionar en lo que dejó atrás  

"Sabes que nunca escaparás ¿verdad?"

Sacudió su cabeza y posó sus manos en su cabeza, tratando de callar, inutilmente sus pensamientos.                                                       

-¡LARGO, DEJAME!-

                "Tu eres una de nosotros, tu mismo lo dijiste , ¿recuerdas?"

-¡DEJAME EN PAZ!

                                                             "No importa donde vayas, simpre te encontraré"

Se mantuvo en su lugar y esperó, tenía razón siempre la tuvo, ella era una asesina y simpre lo fue,¿ ahora que?,todo paró y ella se levantó en dirección a su cocina, necesitaba un café.

Una taza humeante estaba lista luego de diez minutos , y la pelinegra ya se encontraba deleitandose de ese aroma que tanto le agradaba.

Paró en seco cuando vió su ventana abierta, permitiendo que las brisas heladas de aquella noche  colarse por su ventana. Se giró con lentitud y una mueca apareció, mostrando su desagrado.

- Te dije, nunca podrás escapar de mi-

Esbosó una sonrisa torsida y la fina porcelana que guardaba es líquido amargo, cayó al suelo .

- oh creeme, te estaba esperando-