La metáfora del círculo

4. Esperanza de doble filo

Había despertado con solo una cosa en mente ese día y era averiguar quién era la persona misteriosa, él chico de quien probablemente estuviera enamorada Hanna Liberty, la curiosidad simplemente me mataba y me era imposible pensar con claridad.

Para cuando me había dado cuenta a mitad de camino a la escuela tenía la camiseta mal abotonada, el cabello desarreglado y las cintas de los zapatos desamarradas.

«Cielos, pensar tanto en el tema me dejó completamente distraído.»

Solo había una persona que podía ayudarme en esta situación, alguna que conocía a demasiadas personas y para mi suerte antes de llegar al salón de clases tuve la oportunidad de encontrarme con esa persona en el pasillo.

—¡Hey Ethan! —dijo él agitando su mano en forma de saludo.

—Matthew, justo quería hablar contigo —dije acercándome a él.

—Ummm será de casualidad que ¿tendrá algo que ver con lo de ayer? —preguntó él con una expresión pensativa.

«Solo se está burlando de mi.»

—Yo quería... saber si...

—Por supuesto que sé de quien hablaba Hanna el día de ayer.

«No me dio tiempo para preguntar siquiera.»

—Espera ¿Qué dijiste?

—Dije que sé de quien hablaba Hanna el día de ayer —repitió.

Me quedé sin habla por un momento, de pronto sentía una presión en mi corazón.

Tragué saliva.

—¿L-lo sabes? ¿Quién es? ¡Dime!

—Uh... eso sería un problema la verdad, quiero decir... eh... ¿cómo decirlo? —era la primera vez que veía a Matthew titubear a la hora de hablar.

De pronto Nathan se apareció por detrás de mí.

—Lo que Matthew quiere decir es que... el chico no eres tu —dijo Nathan negando con la cabeza—. Aunque creo que los tres sabíamos eso

Por un momento creí escuchar como mi alma se partía en pedazos, cayendo poco a poco hacía el suelo hasta que tan solo quedaba un suelo sucio que necesitaba ser limpiado aunque sea unas tres veces para que no quedaran manchas de lo poco que quedaba de mi existencia... pero me di cuenta de que aún estaba de pie en el pasillo frente a Matthew y Nathan, que me miraban un tanto decepcionados.

—Eh... tierra llamando a Ethan —dijo Nathan agitando una mano frente a mi cara—. Creo que lo perdimos....

«Estaba Hanna enamorada de otra persona, no tenía idea de quién podría ser pero... estaba seguro de algo... quien sea que fuese se había vuelto mi rival de inmediato, no me iba a dejar ganar por algo tan sencillo como aquello, Hanna era la chica más perfecta que jamás hubiese conocido y no iba a dejarla ir así sin más.»

Rápidamente agarré la mano de Nathan con fuerza.

—No me rendiré con esto —dije.

—¡...! —ciertamente Nathan se sorprendió con el movimiento brusco que hice—. De acuerdo pero... ¿podrías soltar mi mano?

Solté la mano de Nathan y volteé a ver a Matthew.

—¿Cómo supieron que no era yo? —pregunté.

—¿No escuchaste lo que dijo ayer? Dijo que era un chico inteligente... —golpeé con el codo a Matthew antes de que terminará la oración.

—En realidad esa es la razón por la que no pudimos estar contigo ayer, estuvimos espiando a Hanna después de clases —dijo Nathan.