«¿Les ha pasado alguna vez que simplemente quieren disfrutar de un tiempo tranquilo caminando hasta casa sin nada de qué preocuparse y dejando detrás todos sus problemas? O ¿simplemente quieren algo de paz luego de un día pesado?»
—Entonces... lo que quieres decir es que...
«Pues lastimosamente para mí un placer tan sencillo como ese no se puede resolver ni aunque yo quiera».
—Quiero conocerte mejor... —dijo ella.
«Debe ser porque todos estos problemas comenzaron y ahora no tengo ni un momento de descanso».
—Si... eso lo entiendo muy bien, pero entonces... ¿Qué haces aquí? —pregunté.
Acababa de llegar a mi casa tras un cansado día de clases, estoy seguro de que vine tan rápido como pude pero entonces ¿cómo es que es que Chloe Stewart llegó antes que yo a mi propia casa?
—Tu mamá dijo que estaba bien si venía cuando quisiera —dijo Chloe con una expresión un tanto nerviosa.
«Se le llama cortesía... no es algo para tomar al pie de la letra...» dejé salir un suspiro.
—Pasa adelante, te buscaré algo para que puedas comer —dije.
Chloe me observó con ojos emocionados.
—G-Gracias —dijo ella.
Entramos juntos a mi casa aunque si soy sincero solo quería venir a lanzarme a descansar pero parece que eso no será.
—¡Ya llegué! ¡Chloe vino de visita! —exclame al aire, pasaron unos cuantos segundos y no escuche respuesta.
«Que raro, mamá y mi hermana deberían estar por aquí».
—Eh... Ethan... —Chloe señaló una hoja de papel suelta en el sofá de la sala.
—Déjame ver —dije, agarrando la hoja de papel.
"Ethan, tu hermana se enfermó realmente mal y tuve que llevarla al hospital, volveremos en la noche".
«¡¿Qué clase de desarrollo de la historia es este?! Es imposible que mi hermana estuviera tan enferma... esta mañana estaba completamente bien...»
—Parece que Brittany dejó tirados sus juguetes por aquí —dije mientras observé al suelo alrededor llenó de juguetes.
«Ah, dejando eso de lado... ¿Chloe estará bien en un ambiente como este?»
Volteé a ver a Chloe, quien estaba... demasiado agitada... muy nerviosa, viendo en todas las direcciones, temblaba mucho...
—Oye
—¡¿AHHHH?! —sin pensarlo dio un gran grito...
—¿Estás bien? —pregunté.
—S-si... es solo que... estaremos solos todo el día... y....
«¡¿Planeas quedarte aquí todo el día?!»
—Dejaremos ese tema para después... de momento déjame limpiar el desorden de mi hermana...
Antes de terminar mi oración, pude notar en el suelo de mi sala al oso de peluche de mi hermana, el señor abrazos, viendo directamente hacía mí, a través de mi alma...
«Esa cosa... irradia una aura de terror... ¿Cómo es que mi hermana pasa tanto tiempo con eso?»
Pensando en el bienestar de mi hermana agarré al estúpido oso del suelo y sin pensarlo mucho lo tiré en la basura.
—Si esa cosa vuelve... me asegurare de quemarlo... —dije para mi mismo.
—Eh... Ethan... sobre lo que te decía...
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La metáfora del círculo
Teen FictionLa vida da muchas vueltas y giros inesperados que pueden hacer que a uno le den náuseas de tanto rodar, se hace de la vista gorda y luego finge que nada ocurrió en realidad. Este era el caso de Ethan Evans de diecisiete años de edad que se había pas...