En puntas (✔)

"Me podrías preparar para esto"

Eric.

¿Qué mierda pasó anoche?

¿Por qué no pude controlar mis impulsos?

¿Habrá sido el alcohol?

Las ganas de besarla se apoderaron de mi por completo, no quería hacerlo, no quería que las cosas se confundieran así, pero mi deseo por probar sus labios fueron más fuertes, simplemente no pude contenerme al verla así ante mí.

Me levanto de la cama, no puedo dormir, saco un remedio para el dolor de cabeza, lo tomo y cojo un cigarro, en el balcón doy una aspirada a mi cigarro y dejo que me relaje.

Melanie confunde mi mundo, me llena de incertidumbre y preguntas, me cuestiono todo últimamente.

Ni si quiera sé de qué manera la veo, es una niña, una niña muy sexy debo admitirlo. Verla así en su departamento hizo que me rindiera a mis impulsos, sentir sus labios y su respiración entre cortada hizo que pensara otras cosas, sin embargo, le he dado mucha confianza, nunca debió ver mi cicatriz ni menos preguntar por ella.

Termino mi cigarro demasiado rápido y entro en la pieza, cojo mi celular son las nueve en punto, se supone que a esta hora deberíamos estar ensayando, pero no sé si ella irá, la verdad es que no quiero enfrentarla, no quiero verla a los ojos, a esos hermosos ojos marrones.

Fui un maldito cobarde al irme así, no puedo simplemente besarla y luego arrancar como una princesa en apuros. Aunque ni las princesas son tan cobardes como lo fui yo anoche.

Dejo mi celular de lado y me quedo mirando el techo. Luego de unos minutos decido enviarle un mensaje a Demi, él debe saber de ella.

—¿Has visto a Melanie? — envío.

—Se fue hace poco algo molesta, ¿Qué le hiciste? — llega la respuesta de Demi. Ellos deben haber llegado de madrugada al departamento.

—A donde se fue?

—Se supone que tienen ensayo idiota. Es mejor que vayas o se pondrá más molesta, sea lo que sea que pasó anoche no se veía bien— leo el segundo mensaje de Demi.

—Iré, después hablamos.

—Ok, me duele la cabeza, deja de molestar— llega un último mensaje de Demi, que buen amigo tengo.

Suelto un suspiro, haber recuperado mi amistad con Demian fue una de las pocas cosas buenas que pasó anoche, aunque siendo sincero todo lo que pasó anoche fue genial, fue una explosión de sentimientos y emociones.

Dejo mi celular de lado, me levanto para ducharme rápido, no quiero hacer esperar a Melanie más de lo debido, ella debe estar furiosa.

Conduzco hasta el instituto, subo las escaleras. Mis manos sudan, ¿Por qué estoy tan nervioso? Respiro fuerte, entro y busco a Melanie por las distintas salas, la encuentro en la última.

Tiene su traje de ballet puesto, nunca la había visto así, ese traje le queda espectacular. Se ve muy concentrada, la música suena por toda la sala, ella danza con los ojos cerrados, se mueve tan sutil como una pluma, sus movimientos son tan limpios y elegantes. Danza con pasión, me quedo observándola embobado, da unos giros, eleva las manos, se queda quieta y abre los ojos cuando la música cesa.

—Ya era hora que llegaras —habla fría, habla como nunca antes la había oído.

—Melanie yo... —quiero disculparme por la noche anterior, sin embargo, ella me interrumpe.

—Ve a cambiarte —me ordena, en sus ojos marrones solo veo furia, enfado y algo de tristeza.

Hago caso a lo que dice, llego a los vestidores y me cambio de ropa, cuando salgo Melanie está bebiendo agua, veo sus labios y recuerdo el beso, debo admitir que besa muy bien.