Capitulo 1

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POV Pierre

Cuando dos personas unen sus vidas, esperan que todo sea perfecto, aun y cuando saben que eso no es posible se aferran, incluso cuando ya no hay nada que los una, mi padre siempre que hablaba sobre mujeres decía que solo servían para atendernos, para darnos placer y una buena imagen ante la sociedad, un lobo tiene su alma gemela destinada, quien sera su compañera de vida y la que llevara en su vientre al futuro alfa, pero eso no era suficiente para mi padre y se encargo de que no fuera suficiente para mi, no hay noche en que recuerde no haber visto a mi padre con otra mujer que no fuera mi madre, ella por siempre vivirá a su sombra, a las migajas que mi padre le da, a pesar de que me duele verla así, ese era su destino, no había manera en que pudiera escapar de el, por demasiadas generaciones se le dijo al lobo que su Mate era el centro de su Universo, el único motivo por el cual vivir, por quien luchar y la única persona con la que encontraría el verdadero amor, pero mi padre siempre fue rebelde y se negó a aceptarlo, el nació siendo un líder de sangre pura, jamas iba a dejar que alguien mas le dijera como es que tenia que hacer las cosas, me preparo para ser el monstruo que soy el día de hoy, se aseguro de que su liderazgo no fuera en vano, me hablo de mi alma gemela desde que tengo memoria, cada noche me decía "No dejes que te domine, jamas permitas que sea tu mundo entero, no la ames, ni dejes que ella te ame, hazle saber que su destino esta en tus manos, dominala, aterrorizala, no basta con que te respete, tiene que temerte, saber quien es el hombre de la casa, el alfa, enséñale quien manda, y sobre todo nunca olvides que ellas solo sirven para una cosa, Para procrear a nuestros sucesores" el decía que los antiguos Alfas habían divinizado a los Mates por el hecho de ser quienes llevaban en el vientre a su futuro heredero, dejándose llevar por la idea del amor que los humanos tenían, no eran mas que unos cachorros enamorados dejándose llevar por sus sentimientos, no existe tal conexión, todos tenemos libre albedrío, es cuestión de no seguir al ganado, ir contra corriente, ese siempre había sido el lema de mi padre, el cual me fue otorgado desde que nací, no podía aferrarme a una sola mujer, no esperaba el momento en que llegara y no correría a ella cuando la encontrara, las cosas serian distintas, ella vendría a mi, lo haría sin darse cuenta y consciente del peligro que yo represento, no esperaría su autorizacion para tomar lo que por naturaleza me pertenece, no me quede en la manda, por que mi padre aun podía gobernar y yo estaba cansado de estar con las mismas mujeres siempre, resulta que cuando te acuestas con todas las de la manada, descubres que esta no es tan grande como pensabas, me acordaba de cada uno de sus rostros, sabia como le gustaba a cada una de ellas, su olor, su voz, todo eso menos sus nombres, quería expandir mis horizontes antes de tener que quedarme en el bosque, necesitaba hacerlo, así que escape a la enorme ciudad e hice mi propia manada, quien podría imaginarse que los humanos pueden ser tan productivos, con el paso de los años tuve que buscar una manera de hacerles creer que la organización de drogas pasaba a otras manos, por que era obvio que no por siempre podrían verme, no con esta imagen, no podían descubrirme, por que si eso pasaba tendría que hacer una limpieza y era algo que ni a los humanos ni a mi manada o mas bien la de mi padre, les convenía, así que trate de hacerlo silencioso, así fue, hasta que la vi, de camino al bosque la encontré llorando entre una gran multitud, una simple humana, su madre y ella lloraban desconsoladas mientras besaban el vidrio de una caja, supuse que era su padre el que había muerto, no sentí ganas de ir hacia ella, no quería consolarla, solo estaba ahí, con un olor grandioso debo confesar, pero nada del otro mundo, era linda, pero había estado con mejores chicas, la investigue por que aun que no quisiera en algún momento tenia que estar con ella, aun que fuera solo para procrear, pero tenia que hacerlo, no fue difícil atraer a sus amistades, la mayoría de ellas eran mujeres y afortunadamente yo tenia muchos cabrones a la espera de mis ordenes, tan solo basto señalarlas con mi dedo para que fueran por ellas, tan fácil como quitarle un dulce a un niño, cayeron en mi trampa, pero la rubia era difícil, insistente pero sabia cuando alejarse, lo comprobé tras la primer visita al departamento de mis "amigos", sabia que ella iba a investigar pero jamas espere que lo hiciera de esa manera, tan obvia entrando de cuarto en cuarto, la princesita era bastante valiente y lista, así que me acerque, por que sabia que una ves cerca de mi no podría alejarse, una chiquilla bastante curiosa, tanto que sin darse cuenta se fue acercando, poniéndose a mi merced, pero mi naturaleza me llamaba y me volvía loco queriendo apagar esa parte en mi, pero estando en época de celo me era bastante difícil, su olor, su cuerpo, su pelo, todo de ella me llamaba a poseerla, así que seguí con la misma táctica, pensando que ardería en celos y terminaría en mis brazos rogándome por que me adueñara de su cuerpo, pero solo se resistía a mi, fingía no verme, no saber de mi y eso me enfurecía, incluso la coloque en una habitación conmigo por las buenas, emborrache a su amiga tanto hasta que no pudo consigo misma, le pedí ayuda y trate de seducirla, le mostré que tenia el control y cuando espere que me pidiera por mas, se marcho, estaba harto de los malditos juegos, la necesitaba, pero quería darle una ultima oportunidad, quería intentar ponerla celosa una ves mas, necesitaba que ella corriera a mi, quería que me reclamara como suyo aun si no seria así jamas, pero ese día cuando salio de la universidad, ni si quiera volteo a verme, no vio como sostenía a su amiga por la cintura mientras la besaba, solo corrió a los brazos de un extraño y dejo que la llevara en su auto y me harte, no quería esperar mas, no podía hacerlo, la necesitaba y sabia que si me encontraba portándome mal, lo primero que haría seria contárselo a Jessica, así que la seguí y me instale en el mismo antro esa noche y callo, justo como lo planee, la tome por el pelo y la lleve en un agradable paseo hasta el estacionamiento, tenia tantas ganas de poner mis manos sobre su cuello, de llevar mi mano con fuerza a su mejilla, quería hacerle ver las consecuencias que traía desobedecerme, pero no lo hice, por que su olor me llamaba, me exigía tomarla por la cintura y besarla, acariciar su piel, cuidarla, pero yo no quería esa mierda sentimental y de pronto me sentía mas furioso que nunca, ni ella, ni la naturaleza iban a dominarme, así que la subí a mi camioneta y la lleve lejos, cuando la tuve a solas, mi lobo luchaba por amarla, pero lo domine y tome lo que por derecho era mio, su cuerpo era bastante pequeño y frágil, pensé por un momento que no podría sobrellevar mis instintos pero incluso los domine a ellos, por que mi lobo estaba presente en mi cuando la tome por la fuerza e incluso pude usar su fuerza para someterla, mate cualquier sentimiento de culpa que quisiera aparecer y la deje ir para que pudiera recuperarse, en el fondo me sentía decepcionado de que fuera humana, por que jamas tendría la resistencia que tenia una mujer de mi raza, pero era lo que me había tocado y tenia que mantenerla viva al menos hasta que tuviera a mi sucesor, lo siguiente que hizo jamas me lo esperaba, huyo tan rápido que ni si quiera la vi, pero aun tenia su olor grabado en mi cabeza y su sangre en mi asiento, no fue difícil encontrarla, pero como el futuro alfa el hecho de que mi Mate se escapara era inaceptable, comenzaba a comprobar eso que decía mi padre de que esa mujer solo llegaría a mi vida para joderla y darme dolores de cabeza, pero siendo la elegida no tenia opción, no podía matarla, tenia que lidiar con ella hasta que entendiera cual era su único propósito en este mundo, y que solo estaría lejos si yo así lo quería. 

I will make you sin *Segunda parte* (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora