Miraba el cielo desconcertada, había pasado casi todo el día fuera de casa, ya estaba oscureciendo y tenia los ojos rojos, las lagrimas bajaban poco a poco por mis mejillas y Susan se encontraba a lado mío, llorando desconsolada tras haberme dicho la verdad, pues lo que la campesina me había dicho era apenas una parte de la historia, tuve que enfrentar a la madre de Pierre tras llegar a casa y no pudo hacer mas que acceder a terminar de contarme todo.
-¿Por qué no me lo dijiste antes?
Queria entenderla, debía hacerlo por que por muy amable que fuera, a final de cuentas era madre de Pierre, pero me dolía, yo había accedido a venir aquí por que me hicieron pensar que era indispensable y resulto que solo era una pieza más en el rompecabezas
-Porque yo sé que él te ama, sé que está luchando consigo mismo para poder darte lo que mereces, yo tenia la esperanza, la tengo, cada vez que el te mira puedo ver como brillan sus ojos
El dolor que me oprimía el pecho era horrible, si bien sabia que esto no era amor, había desarrollado algún tipo de cariño hacia él, habíamos pasado mucho tiempo junto y sabia por el dolor que había pasado, Susan me lo dijo, me conto como fue su niñez y todo lo que se le impuso, pero aun que me compadecía de él, sabía que no estaba bien que se desquitara conmigo, trataba de repasar todo mentalmente, Danielle y Pierre han estado juntos toda su vida, hacían cosas horribles juntos y entonces ella se embarazo del padre de Pierre, se saco al bebe y la diosa luna los castigo, Pierre juro venganza y entonces fui elegida como su mate, estaba en su territorio, bajo sus reglas, Susan queria que me quedara, pero yo ya estaba harta de todo esto, Pierre había tenido su oportunidad de cambiar y sin embargo, la desaprovecho.
-Lo siento Susan, no voy a quedarme
-Pero Samantha, el te ama, el me lo dijo, por favor confió en que hará lo correcto
Susan se giro hacia mi y tomo mis manos entre las suyas, me veía con una mirada suplicante y trataba de sorber por su nariz para no perder la compostura
-No me merezco nada de lo que tu hijo me ha hecho, sé que sufrió mucho y no lo merecía, pero yo tampoco, no he hecho mas que acatar sus órdenes, pero ya me cansé, me iré de aquí con o sin tu ayuda
Soltó mis manos poco a poco y asintió con su cabeza mientras se ponía de pie, pensé que se enojaría o trataría de persuadirme nuevamente, pero vi como nacía la derrota en sus ojos
-De acuerdo, te ayudare, hablare con Jhon, pero te advierto que no será fácil
Extendió nuevamente su mano hacia mi y la tome con una sonrisa a medias, regresamos a casa despues de la intensa charla, trate de calmarme, pues no queria levantar sospechas, así que estuve viendo la tele en mi habitación, hasta que la puerta de esta se abrió dejando ver al hombre que me había estado utilizando todo este tiempo, tan imponente como siempre, pose mi vista nuevamente en la televisión, la rabia me consumía y no queria verlo o estar cerca de él.
-Quítate la ropa
Sin embargo, no tenia opción, no si queria salir de aquí, pero al escucharlo decir aquello una risa socarrona salió directo de mis labios sin permiso, sabia que estaba parado justo a lado de la cama, pero, aun así, me negaba a verlo, estaba siendo demasiado obvia, no iba a estar con él.
Sentí una mano posarse sobre mi pecho y entonces antes de poder subir mi mirada hacia su rostro, empuño su mano sobre mi blusa y de un tirón la arranco, reaccioné de inmediato y me senté sobre la cama, pero el me tomo como una muñeca y me giro boca abajo, de pronto mi rostro estaba contra el colchón y sentí mi short rompiéndose contra mi piel y aun que tarde, encontré mi voz.
-¡¡¿Qué mierda estas haciendo?¡¡, suéltame
Trataba de volver a mi posición normal, pero él era mucho más rápido que yo, se había sentado encima de mi y con una de sus manos sostenía mi cabeza contra el colchón, podía escuchar como desabrochaba su cinturón con su mano libre así que pataleé y me removí, pero nada daba resultado, estaba entrando en pánico
-¡¡Suéltame¡¡, ¡¡Eres un idiota¡¡, ¡¡Suéltame¡¡, ¡¡Ayuda¡¡, ¡¡Ayúdenme¡¡
Mis gritos podían escucharse por toda la habitación y podía apostar que, por toda la casa, pero aun así el no parecía preocuparse y entonces escuche como escupía, y de pronto su mano se acerco a mi sexo, me sobresalte y sentí como las lagrimas comenzaban a emerger, lo iba a hacer nuevamente, iba a violarme
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Creí que jamás iba a volver a sentirme tan miserable, pero no podía dejar de llorar, recordando aquel día, la sangre recorriendo mis piernas, el agua cayendo en mi cabeza, era como si la escena se repitiera, aun que esta vez no había sangre, estaba sentada sobre la cama, con mi cuerpo apoyado sobre el respaldo mientras me cubría los senos, mis piernas estaban extendidas hacia enfrente y Pierre estaba acostado en medio de ellas, abrazado a una de mis piernas con la cabeza descansando encima de la misma, estaba temblando pero obviamente a el no le importaba
-No te hagas la ofendida, te advertí, te que no podrías evitarlo siempre
Mi vista se mantenía hacia el frente, no sabía si el me veía mientras hablaba y no me importaba, estaba destrozada y ahora mas que nunca deseaba huir de este lugar
-Te odio, eres el hombre mas despreciable que exista en el mundo
Una riza ronca salió de sus labios y entonces se puso de pie, camino hacia su armario y saco una bata negra que a simple vista se notaba que era de seda, se la coloco encima y la amarro alrededor de su cintura con un cinturón del mismo material, entonces me miro y asintió con su cabeza
-Lo soy, pero no te preocupes, no tendrás que verme mas por las noches
Tras guiñar un ojo fue hacia la puerta y la abrió dejando que un par de hombres entraran, me tomaron por los brazos y yo asombrada mire a Pierre quien parecía estar bastante feliz con todo esto, les gritaba una y otra vez que me soltaran, sacudía mi cuerpo para zafarme, pero la fuerza que ponían sobre mi era bárbara, aun con todo el movimiento trataba de cubrir mis pechos, pedía ayuda mientras me arrastraban escaleras abajo, pero nadie vino a mi ayuda, entonces entramos por una puerta que solo había visto de lejos y me llevaron aun mas abajo, hasta un lugar mal oliente y enorme, debajo de la gran mansión había todo un mundo, una cárcel, casi en completa oscuridad, se veían los barrotes y las personas gritaban, implorando piedad, mientras me llevaban a lo que seria mi celda, mire a mi alrededor, hombres, mujeres y niños, semi desnudos y con heridas recientes, veían pasar a los guardias, entonces llegamos a mi nueva "habitación", me arrojaron con fuerza sobre el suelo y cerraron la celda, me arrojaron una charola con comida mohosa y se fueron sin decir ni una palabra.
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I will make you sin *Segunda parte* (TERMINADA)
WerewolfMe quede como una estatua, no tenia hambre, ni ganas de llorar, era como si me hubiera quedado vacía, estaba vacía por que había sido tocada por el diablo.