Capitulo 37

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POV'S Samantha

El día anterior las cosas se habían puesto tensas después del beso, Pierre estuvo callado todo el camino y no lo culpo, yo estaba igual o más incomoda que el por responder de esa manera, me sentía culpable por haberlo disfrutado, trataba de mantener el rencor en mi interior pensar en todo lo que me había hecho, pero su pasado aun rondaba en mi mente como si hubiera estado ahí, su dolor me hacía ceder porque sabía que lo que yo había sentido no era ni si quiera un poco de todo lo que el había pasado, se y estoy consciente de que el que haya sido maltratado no es un motivo aceptable para que haga conmigo lo que quiera y mucho menos para que yo lo permita, pero al verlo esforzarse por mí me hacía sentir bajar mis defensas, odiaba ser tan débil, pero una parte de mi comenzaba a creer que tal vez podía ayudarlo a dejar todo ese dolor atrás.

Aun si me había lastimado no podía odiarlo, porque no había sido criada de esa manera, mi madre siempre decía que el perdón no solo es para la otra persona, sino también para uno mismo, el vivir con rencor y resentimiento solo daña el corazón y afecta a la persona que lo siente y a las que la rodean, jure jamás ser ese tipo de persona y ahora que veía a Pierre cargando con todo su pasado y sus demonios, sabía que no quería ser como el

-¿Cuál es el propósito de estar en el suelo con el cuello torcido cuando puedes ponerte sobre la cama y ver la tele más a gusto?

Di un respingo al escuchar su vos, me había perdido tanto en mis pensamientos que no me di cuenta en que momento termino el programa que estaba viendo, respire profundo y relamí mis labios antes de hablar

-Estoy mejor aquí

Nos quedamos en silencio unos segundos viéndonos a la cara, hasta que desvié la mirada y terminé posándola en la bolsa que traía en su mano izquierda, se acercó a la cama y se sentó frente a mi dejando caer la bolsa sobre el suelo

-Es para ti

-¿Para mí?

Asentía con su cabeza y abrí la bolsa poco a poco, con miedo de que fuera alguna broma de mal gusto o una trampa, pero al ver lo que tenía en el interior volteé a verlo sorprendida

-¿Me compraste ropa?

-Sí, hoy vamos a salir

-¿A dónde?

-Al cine en una hora

No tengo idea por qué, pero de pronto sentí la necesidad de reírme, era un gesto bastante lindo de su parte, imaginarlo comprando ropa o cualquier cosa para mi resulta bastante divertido, no parece del tipo de chico que hace obsequios y mucho menos de este tipo

-Te lo prohíbo Samantha

Apreté mis labios para evitar reír, pero parecía que cuanto más luchaba contra ello, más incontrolable se volvía, de pronto escuché su gruñido gutural y mis labios se abrieron para dejar escapar una gran carcajada, por lo cual escondí mis labios y mis risas tras mis manos, presionándolas con fuerza sobre mi rostro para ahogar el sonido

-¿Te parece muy gracioso?

Negue con mi cabeza sin poder dejar de reírme, y tratando de mantener mis manos en todo momento sobre mi boca, mi risa aún se escuchaba y comenzaba a preocuparme un poco ya que podía ver como apretaba su mandíbula, en cuanto me tomo por la cintura todas mis alertas se activaron y fue cuando mi risa se apagó por completo

-Te daré motivos para reírte

Como es su costumbre me tomo por las manos y me quede seria, esperando a que el golpe llegara, sabía que con el todo podía pasar de risas y chistes a una amenaza y un golpe, mi corazón comenzó a acelerarse un poco y estaba segura de que el miedo podía verse en mi rostro , pero entonces dejo mis manos libres y me tomo por la cintura, hundió sus dedos en mis costilla y me retorcí por las cosquillas que me provocaba, después de unos segundos el estómago comenzó a dolerme de tanto reírme y no podía controlar mis movimientos, estaba segura de que me veía ridícula y al ver que no paraba comencé a suplicar por piedad

-Lo siento, lo siento, lo siento, no lo volveré a hacer.

Mi respiración estaba demasiado agitada y aun no me recuperaba cuando tomo mi rostro entre sus manos, pero me forcé a mí misma a posar mi vista en el

-¿Quién manda?

Al igual que todos los hombres el necesitaba aprobación, aun si tenía que conseguirlo de una manera tan estúpida, no necesitaba decírselo, era mas que claro que el "jefe" aquí era el, era su casa, tu territorio, yo solo era una presa, no sabia si era la primer o si había habido otras antes, solo sabia que podía negarme, pero estaba perdida, sus ojos negros me veían fijo y entonces lo dije

-Tu

A pesar de no entender que acababa de decir le dedique una sonrisa y lo hice a un lado para dirigirme al baño, sabía que no tenía que agradecer el "detalle" que había tenido conmigo,

Pero él estaba en el limbo, podía ver en su cara la satisfacción, tal vez dejar que se sintiera el amo y señor podría beneficiarnos, me preguntaba qué pasaría si le daba el beneficio de la duda.

-Pierre

-¿Qué?

Él no era un chico cualquiera, era mi secuestrador y a este punto no sabía si era lo mejor agradecerle a alguien que había sido tan malo, pero si el está dando su brazo a torcer, no seré yo quien inicie la guerra de nuevo, corrí hacia él y me puse de puntitas para poder besar su mejilla, me separe rápidamente y lo mire sonriente

-Gracias por las cosas

Volví al cuarto corriendo y me encerré en el baño, me recargué sobre la puerta y me reí de mí misma, era tonta por ceder tan fácilmente, pero si esta iba a ser mi prisión, tenía que buscar una manera de acercarme más a él y aun que no me gustaba demasiado la idea, cada vez parecía más fácil acercarme.  

I will make you sin *Segunda parte* (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora