Capitulo 18

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POV'S Samantha

Me encontraba profundamente dormida hasta que sentí el frio chocar contra mi piel, me removí un par de veces en mi lugar tratando de encontrar una posición mas cómoda o encontrar un poco de calor, después de unos cuantos intentos me di por vencida y abrí mis ojos frustrada por haber fallado, parpadee un par de veces acostumbrándome a la luz y bostece mientras estiraba mis brazos, me senté con pereza y talle mis ojos para poder enfocar mejor

-Valla, cariño hasta que te despertaste

Mire extrañada a la persona frente a mí, de pronto los recuerdos me golpearon justo en la cara y me encontraba bastante desconcertada

-Intente despertarte para que fueras a la universidad pero no he podido hacerlo, ¡¡ estabas casi muerta ¡¡

Desvié mi vista hacia mi vestimenta, estaba exactamente como lo recordaba, el mismo short y la misma blusa, mire hacia un lado y me di cuenta de que todo estaba igual, lo único que había cambiado era mi pelo, estaba bastante alborotado, pero eso era normal en mí, volví mi vista hacia mi madre de nuevo y pase una de mis manos por todo mi rostro para quitar los restos de somnolencia

-Lo siento, yo.. Anoche no pude dormir muy bien.

-No te preocupes, ya te hacía falta dormir de esta manera.

Desde lo ocurrido con Pierre no había podido dormir bien, siempre despertaba en las noches, los sueños me robaban el aliento y debes en cuando lloraba hasta quedarme dormida para que las cosas se repitieran, pero esta vez después de tanto tiempo había sido diferente, dormí tan profundo que ni si quiera sentí cuando fui vestida de nuevo y peor aún, ni si quiera supe en que momento Salí de aquel lugar, me sentía culpable por sentirme tan descansada, la idea de que esto pudiera ser por el orgasmo arrasador me hacía querer suicidarme, así que me convencí a mí misma que había sido por las sustancias que había puesto en mi sistema antes de tomarme

-¿Quieres seguir durmiendo cariño?

-No, está bien, ¿Qué hora es?

Busco por un momento en sus bolsillos y termino sacando su celular con cierta torpeza, presionó el botón de encendido y me miro sonriente

-Son las 11

Asentí poco convencida y me puse de pie me estire una vez más y cerré mi ventana

-¿Ya desayunaste?

- No, venía a decirte que si hacemos hot cakes, iré a comprar unas cosas para los guisos, puedo traer todo lo necesario, ¿Qué dices?

- Te acompaño

- De acuerdo te espero en el auto, NO TARDES¡¡

Salió por la puerta agitando las llaves y respire profundo para después dirigirme al baño, me mire en el espejo un momento y apoye mis manos en el lavabo, me quede pensando en cada uno de los escenarios ocurridos la noche anterior y entonces me sentí aterrorizada, moví mi pelo a un lado y buscaba en el espejo alguna herida en mi cuello, pero no había nada, era como si jamás hubiera pasado, me cepillé los dientes y me cambie aun algo confundida, llegue al auto y pronto estuvimos frente al supermercado, en cuanto bajamos del auto mi madre comenzó a preguntarme si algo me hacía falta

-No quiero que cuando lleguemos a la casa me digas, mama no tengo desodorante, se me acabo el shampoo, así que acuérdate bien, que si se te olvida algo no lo tendrás hasta la próxima semana

Rodee mis ojos y deje escapar un suspiro – si mama – no tenía idea de cuantas veces le había dicho esa fraseen el transcurso del camino

Llegamos al interior del lugar y como siempre fui yo la encargada de buscar un carrito, caminaba perezosa mientras mi madre tomaba los artículos que necesitábamos, arrastraba mis pies y disfrutaba del olor que la estantería de aromatizantes desprendía, llegamos al área de los congeladores y mi espalda se puso recta, como si aquello me hubiera regresado a la vida, pronto mi piel se erizo y tuve que mover mi trasero para tomar la leche, tome una botella del fondo y la coloque sobre mi carrito, al levantar mi vista me encontré con Olsen, quien me veía curioso desde el final del pasillo

-Demonios – murmuré para mí misma

Levanto su mano y la agito, me dije a mi misma que no debía responder o iba a acercarse, pero en cuanto vi mi mano estaba agitándose también y entonces comenzó a acercarse, mi madre ya estaba a un lado mío y aun no se daba cuenta del rubio alto que se acercaba a nosotras

-Oh pero que bellezas

Tenía su sonrisa habitual, mi madre volteo a verlo asustada y retrocedió unos cuantos pasos

-SEGURIDAD¡¡¡

Olsen me miro asustado como pidiendo ayuda, reaccione rápidamente y tome a mi mama por el brazo

-Mama no¡¡, es un amigo solo, está siendo amable

-Oh, ¿Qué? Lo siento yo

Algo confundida dirigió la vista de Olsen a mí un par de veces y termino por reírse

-Discúlpame, ya es la edad me pongo muy nerviosa

Después de soltar una carcajada Olsen negó con su cabeza restándole importancia – No importa, fue mi culpa debí presentarme primero – extendió su mano y mi madre la tomo – Olsen, un gusto conocerla –

-El gusto es mío, Elizabeth

Soltaron las manos después de unos segundos y ambos posaron su vista en mí, de pronto me sentí incomoda

-Hola

Agite mi mano en el viento de nuevo y mi madre me empujo levemente para tomar el carrito

-Los dejo solos, iré a pagar

Se alejó antes de que pudiera negarme y me guiño un ojo descaradamente, mire apenada a Olsen quien movía sus cejas de arriba hacia abajo

-Parece que ya tengo su bendición

-Cállate

Musite divertida dejando escapar una que otra risa, comencé a caminar lento y el me siguió a un lado

-Ya veo por qué eres tan bonita

-¿Eso quiere decir que te gusta mi mama también?

Hizo una mueca y negó con su cabeza repetidas veces

-No¡¡, bueno si

Olsen es un chico bastante agradable y me he estado comportando como una maldita con él, mientras reía a carcajadas por su broma me di cuenta de que nada de eso ha valido la pena, aislarme no me va a hacer sentir mejor, tampoco va a ayudarme a sanar las heridas, he estado pensando en Pierre más que antes y cuando Olsen está a mi alrededor, solo pienso en el momento, no hay pasado, no hay nada

-Lo siento por ser una maldita

-Valla, pensé que nunca lo dirías

paso su brazo por encima de mis hombros y me pego a él, era algo incómodo pero ya comenzaba a acostumbrarme a su manera de ser tan espontaneo

-Te perdono

-Genial

Caminábamos hacia ningún lado, el me seguía y yo a él, por suerte no estábamos en la calle, porque de ser así posiblemente ya estaríamos perdidos, o nos hubiera arrollado un auto por despistados

-¿A dónde vamos?

De pronto paramos en seco y el miro a su alrededor

-No tengo idea

I will make you sin *Segunda parte* (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora