I will make you sin *Segunda parte* (TERMINADA)

Capitulo 31

POV'S Pierre

-Vas a portarte bien y le vas a decir que todo está bien y que no la he encontrado

-¿Por qué mierda tengo que ser yo quien valla a la manada?

-Por qué tengo que encargarme del negocio y por qué se van a enterar si voy

-Pfff es inútil, solo no quieres que sepa que la encontraste

-Por supuesto, porque no la he encontrado, ¿verdad?

Volteo a verme con una mirada de desaprobación, estaba ansiosa por contarles que la tenía en mis manos, pero sabía que no diría ni una mierda si yo no la autorizaba

-Lo hare por ti, de acuerdo, pero si no te apuras seré yo misma quien hable con tu padre

Deje escapar una risotada y negué con mi cabeza un par de veces, me acerque y plante un beso en su mejilla

-Eso no pasara

-¿Por qué no?

-Porque si dices una palabra yo mismo te matare, Adará.

Volteo a verme con una sombra de miedo en sus ojos, enarco una ceja y trato de mostrarse segura de si misma

-No lo harías

-Tú crees?

Ladee mi cabeza y me aleje un poco para poder estar cara a cara

-Sin tu lealtad, no vales para para mí.

Acomode un mechón de su pelo tras su oreja y quito mi mano de un manotazo, se dio la vuelta y dejo su dedo al aire, comencé a reír y escuche la puerta ser abierta a mis espaldas, voltee inmediatamente y me encontré a Jhon, traía unas gafas oscuras que cubrían en gran parte sus ojos, pero dejaban al descubierto parte de sus pómulos, uno de ellos estaba terriblemente amoratado, lo que no hacía más que decirme que la había cagado.

-Jhon

Giro su cabeza hacia mí por un momento y siguió su camino, sabía que iba a ser duro de roer, pero era algo que no podía dejar pendiente, por muy testarudo que fuera Jhon es como un padre para mí y en cierta forma lo respetaba.

-Eso no hubiera pasado si no fueras un maldito metiche de mierda y lo sabes

Volteo hacia y dejo escapar un suspiro, se retiró las gafas y me miro claramente decepcionado

-No me golpeaste por entrometerme en tus problemas, lo hiciste porque sabes que tengo razón

Deje escapar una carcajada y negué con mi cabeza, ese maldito viejo, todo el tiempo se mostraba tan comprensible y sabio, tanto que era insoportable.-

-Si digo que sí, ¿vas a dejar de lloriquear?

Frunció su seño y abrió su boca con claras intenciones de mandarme a la mierda, pero de pronto su semblante cambio y mostro una gran sonrisa, sabía que iba a salir con una estupidez, pero era tarde para salir huyendo

-Dame un abrazo y todo estará olvidado

Abrió sus brazos y dio unos pasos hacia mí, de pronto retrocedí y deje escapar un gruñido

-Eso es putamente gay, no te me acerques viejo loco

Los abrazos no eran algo común para mí, mi madre me abrazaba por unos cuantos segundos cuando cumplía años, pero solamente, mi padre decía que las muestras de afecto son innecesarias, solo hacen blandas a las personas y no era algo que se me permitiera, la única persona que me abrazaba "seguido" era Jhon o Adará, quienes me curaban o cuidaban de mi cuando estaba tan débil que no podía ni ponerme en pie.

-Vamos ven aquí

-Jhon, hazte a la mierda¡¡

El viejo hizo caso omiso de mis palabras y se acercó rápidamente, puso sus brazos alrededor de mí y me estrujo con fuerza, cree una barrera con mis manos para alejarlo pero aun así seguía con su terquedad, cuando por fin se aleje me acomode la chaqueta y lo mire encabronado

-Suéltame¡¡ parecemos los de secreto en la montaña

-Ese es mi muchacho

Me dio un par de palmadas en la mejilla y tras colocarse sus lentes comenzó a alejarse

-Todo olvidado diablo

Su rostro amoratado se quedó grabado en mi mente, tenía demasiados demonios atormentándome y había encontrado la manera de lidiar con ellos, pero esta vez estaba dejándome llevar, no era idiota, sabía muy bien que Samantha no había estado con nadie más, aun estando toda la tarde con aquel imbécil su aroma seguía siendo a mí, pero estaba furioso, quería acabarlo a golpes, pero había algo que quería mas que arruinar la cara de ese idiota, Sam había estado jodiendo mis pensamientos, cada vez que estaba libre lo único que hacía era ir tras de ella, sentía como si estuviera abandonando cada una de mis costumbres y principios, quería encontrar un culpable, alguien a quien señalar, pero cuanto más lo pensaba, el que fuera mi Mate no era una opción, era ella, su forma de retarme y de escapar, pensé que si tenía un pretexto sería mucho mejor, pero solo lo empeore, me sentí poderoso en cuanto descargue mi ira, pero cuando vi su rostro, tan solo me vi reflejado a mí mismo, mi padre me habría azotado frente a la población entera si supiera que estoy cayendo por Ella.

Necesitaba olvidarme de toda la mierda, necesitaba sacarla de mi sistema por que no podía dejarla ser parte de mí, no debía serlo, era solo una piedra en mi camino, una que tarde o temprano tenía que hacer a un lado, así que fui al Club con Oliver.

Llegue a la cabaña con mis sentidos casi inexistentes, aun con restos de cocaína en mi nariz y con una gran botella en la mano, di un par de tragos y abrí la puerta a duras penas, la bolsa que traía conmigo cayó al suelo y me apresure a levantarla, vi el interior y me reí de mí mismo, porque aun en mi estado no había podido sacarla de mi cabeza.

Abrí la puerta de la habitación y prendí la luz para poder enfocar a la rubia, estaba recargada sobre el respaldo, tratando de controlar su respiración

-Traje la cena

Levante la bolsa un poco para que pudiera verla, me acerque lentamente y me senté a un lado de ella, puse el contenedor sobre sus piernas y dejo escapar un quejido

-Ups

Lo abrí con cuidado y puse la tapa sobre el buró, me miro por varios minutos y al no entender la mire confundido

-¿Qué?

Señalo la bolsa bacía en mis manos y al en su interior lo entendí todo, tome el tenedor de plástico y se lo coloque en la mano, comenzó a comer con movimientos lentos, tratando de masticar despacio para no lastimarse mas

-Samantha

Puso su vista sobre mí, incluso dejo de masticar para escucharme mejor

-¿Qué te regalaron cuando cumpliste 15 años?

Nos veíamos mutuamente, yo esperaba que contestara y ella tratando descifrar a donde quería llegar con mi pregunta, siguió masticando con lentitud y cuando acabo y abrió su boca con intención de hablar me puse de pie y me quite la camisa, lanzándola por algún lugar de la habitación

-Mis padres jamás me regalaron nada, pero cuando cumplí 15 años mi padre mando a uno de sus trabajadores por mí, dijo que tenía un regalo y estúpidamente creí que por primera vez en mi vida, iba a recibir algo de él que no fueran maltratos

Me reí de mí mismo al recordarme, ese día estaba emocionado, incluso cuando mi madre salió al pasillo y me miro desde su puerta con los ojos llorosos, ni si quiera lo imagine.

-Pero me equivoque, llegue al sótano y vi a una de las sirvientas amordazada, mi padre dijo que había llegado la edad para ser un verdadero hombre, me obligo a violarla y después me dio un arma para que la matara, lo dude unos segundos..

Me recargue contra la pared y mire a Samantha, quien había parado de comer y seguía cada uno de mis movimientos de lejos.

-Pero lo hice y lejos de sentirse orgulloso, me torturo, tomo un látigo y me hirió la espalda, el trasero y parte de las piernas, me ahogo hasta que se cansó y me encerró en una celda, antes de irse, volteo y me miro divertido mientras me retorcía en el suelo, entonces dijo que un hombre jamás se acobarda y se marchó.