Capitulo 50 - Cuantas veces.

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Veía el paisaje pasar rápidamente por la ventana, el auto olía a cigarrillos y ligeramente alcohol, el chofer mantenía su vista sobre el camino y desviaba la mirada ocasionalmente hacia nosotras por el espejo retrovisor, la madre de Pierre se encontraba sentada a mi lado y me veía preocupada, yo había peleado con dientes y garras para que no me obligaran a venir, al menos 4 hombres me sostuvieron con fuerza para poder subirme al auto, Susan llego hasta despues y juro que pude escucharla discutir con alguien fuera del auto, pero al igual que a mí, terminaron por obligarla a subirse, aunque sin tanta violencia

-Siento mucho que estés en esta situación, traté de hacer todo lo que pude para evitarlo

Susan tenia un corazón enorme y siempre trataba de ayudarme y hacerme sentir cómoda, no podía creer que Pierre hubiera salido de su vientre, por que eran tan diferentes, me veía con la mirada cansada y puso su mano sobre la mía acariciándome un poco, buscando así reconfortarme

-No te preocupes, tú no tienes la culpa y entiendo que no hay nada que podamos hacer

Voltee a verle con los ojos llorosos y la voz entrecortada, Aprete su mano un leve instante antes de soltarla y continuar mirando hacia el exterior, me dolían los brazos por el forcejeo y estaba mental y físicamente cansada.

Despues de unos minutos llegamos al ginecólogo, entramos y me registraron, la recepcionista me veía dudosa, como si quisiera preguntarme que pasaba, del otro lado el guardia hacia exactamente lo mismo, pensé que ellos podían ser mi salvación, pero entonces los guardias que Pierre habían mandado con nosotros levantaron sus armas, como enviando un mensaje en silencio, eso basto para que aquellos bajaran la mirada y se dispusieran a hacer solo lo que les correspondía

– pase al consultorio 9

Un suspiro salió de mis labios y asentí despues de limpiarme las lágrimas, camine con Susan a un lado tomándome de la mano, la mire nuevamente y me di cuenta de que su mirada era idéntica a la mía, las lagrimas se escapaban de sus ojos pero a diferencia de mí, sollozaba en silencio, acaricio mi cabello al darse cuenta de que la observaba y me dio unas cuantas palmaditas en el hombro

-Fuerza mi niña, fuerza

Aprete mis labios y asentí con mi cabeza mientras entrabamos al consultorio, un doctor joven y con una gran sonrisa nos esperaba adentro

-Samantha, un gusto, Pierre me ha hablado mucho de ti, por favor pasa al baño, ahí habrá una bata, ya sabes que hacer.

Solo hacia algunas horas le había prometido a Pierre pelear y perder con dignidad, pero ahora que estaba aquí con Susan, esa opción estaba descartada, pues sabia que cualquier cosa que hiciera estando aquí, iba a afectar a la madre de Pierre y era injusto que terceros pagaran por mis problemas, mas cuando ella había sido tan amable conmigo, no lo merecía, así que solo hice lo que se me pedía, despues de desnudarme y ponerme aquella horrible bata azul, Sali y me recosté en la camilla al centro de la habitación, el doctor tomo un aparato extraño y me pidió que abriera las piernas, verifico la posición de mi dispositivo y le pidió a una enfermera que viniera a asistirle, Susan aun que no decía nada lloraba en el rincón sin quitarme la mirada de encima y tuve que desviar mi mirada al techo para no salir corriendo del lugar.

Solo pasaron unos cuantos minutos para que retiraran el dispositivo, pero para mí había sido eterno, tenia un dolor muy leve en el vientre y en cuanto me indicaron que podía ponerme de pie corrí prácticamente al baño, me cambie y demore más de lo normal en salir, pues queria estar un momento a solas aun que no hizo la diferencia, pues me sentía tan mal como en un principio, cuando por fin regrese al consultorio, pudimos regresar al auto, ninguna de las dos había dicho palabra alguna de regreso a casa, pero nos manteníamos tristes por lo sucedido, aunque no terminaba de entender por qué Susan sufría tanto como yo, tal vez sea por su forma de ser, después de todo desde que puse un pie en la casa, no ha dejado de preocuparse por mí.

La escolta nos dejo en la puerta y Susan me tomo de la mano hasta que llegamos a mi habitación, es sorprendente como en tan poco tiempo ha crecido la confianza y complicidad entre nosotras, y aun que este era un gesto muy intimo no me sentía incomoda en lo absoluto, de hecho, se sentía demasiado familiar, como si se tratara de mi madre, me recosté en la cama y la madre me Pierre me cubrió con una colcha, se quedo unos minutos y tras asegurarle que todo estaría bien, se marchó, dejándome sola en la inmensidad de la habitación, las luces seguían encendidas y yo ya había parado de llorar, había perdido mucho antes de llegar aquí, pero lo doy había sido el final, pues el dispositivo era el único control que yo tenia en todo esto, pero ahora no tenia nada y estaba totalmente vulnerable ante Pierre y sus deseos.

Pase un par de horas viendo hacia la nada, pensando en todo y mientras afuera se oscurecía yo rogaba al cielo algo que detuviera mi mente, la cabeza me dolía horrores y estaba cansada de torturarme, así que me puse de pie, aun con la sabana sobre mis hombros camine descalza hacia la cocina, las ayudantes del lugar me proporcionaron una aspirina y algo de agua, no queria volver a mi habitación, no deseaba dormir al lado del hombre que tanto daño me había provocado, una vez más paso sobre mí.

Recorría los pasillos como alma en pena, tratando absurdamente de calmar mis pensamientos y mis ansias abrí cada una de las puertas recorriendo rápidamente aquellos lugares que ya conocía, el teatro en casa, el gimnasio, la alberca, el área de juegos, despues de ello solo encontré habitaciones vacías, ahí sin ningún propósito, pero aun sabiendo que no había nada del otro lado, habría cada una de las puertas y por primera vez llegue al final de este, ni si quiera sabia que había una puerta que llevaba al jardín hasta ahora, tenia una pequeña persiana cubriendo la parte de la ventana que permitía ver hacia el exterior, tome una correa que se encontraba a un lado y comencé a tirar de ella despacio haciendo que los espacios entre cada lama fuera separándose hasta que me permitió ver por completo lo había en el exterior, entonces mis ojos lo vieron, sosteniendo de la cintura a aquella chica que muy amablemente se había acercado a mi en el parque, ella mantenía sus manos sobre el barandal, estaba de espaldas y Pierre mantenía su cuerpo sobre el de ella para poder besarla, se movían con violencia hacia enfrente y las manos de ella parecían aferrarse con fuerza, entonces baje un poco más la mirada y vi el movimiento pélvico que ejercían las caderas de Pierre, los gemidos se hicieron audibles en cuanto sus bocas se separaron, mi corazón latía con fuerza y dolía pero no estaba sorprendida, así que solo comencé a tirar de la de la correa hasta que la persiana volvió a cerrarse y volví a la habitación preguntándome cuantas veces me había besado despues de poner sus labios sobre ella. 

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Ya seeee, ya se que me odian por tardarme tanto en actualizar pero es que la inspiración me había abandonado por completo perdón de verdad :c ya voy a estar actualizando, los quiero mucho, nos leemos mañana :* 

I will make you sin *Segunda parte* (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora