POV'S Samantha
Mi respiración comenzó a volverse pesada, podía sentir mi caja torácica contrayéndose acompañada de un dolor insoportable, fue difícil despegar mis ojos, las lágrimas se habían secado y al abrirlos requirió un gran esfuerzo dada mi condición física deplorable, un quejido salió de mi boca al intentar ponerme de pie, ni si quiera podía moverme un poco, el dolor comenzó a ser punzante y las lágrimas bajaron por mis mejillas, grite de dolor, desesperación, me acurruque en mi lugar, me retorcí, cambie de posición mil veces esperando que en algún momento cesará , pero era inútil, cada vez dolía más, respirar, moverme, abrir los ojos, todo resultaba difícil, casi imposible, la habitación estaba en completa oscuridad excepto por una sombra de luz que entraba por debajo de la puerta, como si todo lo que me estaba pasando no fuera suficiente, las ganas de hacer del baño me invadieron, pero no tenía la fuerza suficiente para acercarme a la puerta y aun que la tuviera, seguramente la puerta estaría cerrada.
A medida que pasaban las horas la luz que entraba por debajo de la puerta iba apagándose poco a poco, todo estaba en silencio a excepción por mis quejidos, había un plato en la habitación, estaba a un lado de la puerta y a pesar de que no me había podido acercar a él, podía notarse desde lejos que estaba en mal estado, no estaba muy segura pero sabía que de haber podido acercarme a él no lo habría comido, me sentía algo afortunada porque después de todo no estaba hambrienta.
Aun en mi condición ni si quiera estaba pensando en mí, cada vez que un dolor intenso recorría todo mi ser lo único que venía a mi cabeza era la imagen de mi madre, no estaba preocupada por mi destino, aun en mi dolor mi madre era lo único importante, no me importaba estar mal y herida, no me importaba si sería mi último respiro, quería que mi madre estuviera bien, ella ya había pasado por tanto antes de mí y ahora no estaba mejorando, debió de haber tenido una vida digna y tranquila, pero debido a mi estaría sufriendo, ella era lo único que tenía así como yo para ella, pasábamos la tarde viendo películas y platicábamos de cualquier cosa, la mejor madre sin duda, tenía que despedirme, tenía que hacerle saber que no tenía por qué preocuparse.
Mis respiraciones eran cortas y lentas, si por algún motivo necesitaba respirar profundo cerraba mis ojos con fuerza antes de hacerlo, el dolor no se detenía y la poca luz que entraba ya era inexistente, me removí un poco en mi lugar tratando de recargar mi peso en otro lado, si duraba mucho tiempo en una posición comenzaba a doler, tenía que estar cambiando constantemente, pero no podía esforzarme mucho y mi brazo derecho estaba terriblemente lastimado, no podía apoyarme en él, de pronto un sonido me hizo sobresaltarme en mi lugar, mire hacia la puerta donde se encontraba un hombre a contra luz, su gran silueta me protegía de la luz, lo observe lo mejor que podía con mis ojos hinchados y al captar unos cuantos tatuajes supe que era él.
-Mierda Adara
Se agacho y tomo el plato entre su manos, lo examino por unos segundos y saco algo de entre la comida, se lo guardo en el bolsillo y se acercó a mí, se puso en cuclillas y cerré mis ojos esperando lo peor, pero solo paso sus brazos por debajo de mí, enseguida me queje por el dolor y las lágrimas comenzaron a brotar
-No¡¡ suéltame
No estaba resistiéndome al contacto físico o de cualquier tipo con él, estaba intentando parar el dolor que recorría todo mi ser, comencé a retorcerme entre sus brazos intentando regresar a mi lugar anterior, deseando que cualquier movimiento cesara, no podía soportarlo, de pronto me dejo sobre algún lugar que no reconocí hasta abrir lo más que podía mis ojos, está en un baño el había salido de la habitación y regreso segundos después con unas tijeras
-Vas....
Me prepare para respirar profundo y al hacerlo se pudo escuchar un leve crujido entre el silencio
-A matarme, ¿aquí?
Él no tenía cara de ser el tipo de asesino que otorgaría un último deseo antes de morir, pero no podía terminar de esta manera, no sin haberlo intentado, se acercó a mi lentamente ignorando mis palabras, comenzó a cortar cada una de mis prendas
-Mi madre
Respire profundo una vez más y en cuanto abrí mi boca el retiro una de mis prendas, podía notar que lo hacía con cierta delicadeza pero en resultado era el mismo
-Déjame, despedirme
Cerro los ojos al escucharme, apretó sus puños tan fuerte que podía ver sus nudillos saltarse, poso su vista en mí, esperaba encontrarme un rostro furioso con las facciones bien marcadas, pero me veía con dolor, dejo escapar un suspiro y acerco una de sus manos a mi rostro, la paso suavemente por mi mejilla y deje escapar un quejido de dolor, una expresión que no pude descifrar se instaló en su rostro un microsegundo y antes de que pudiera alejar su mano la presione contra mi mejilla, pues ambas manos sobre la suya y trate de respirar lo más que pudiera.
-Te lo ruego
-Samantha
-Sí, este, si este, es mi fin, lo acepto
-Samantha, ya basta
-Por favor
Moví mis brazos desesperada e intente sentarme pero un dolor intenso me hizo ceder, antes de que pudiera golpearme la cabeza contra la tina, Pierre puso sus manos sobre mi impidiendo mi caída, levante mis brazos para poder colocar mis manos sobre su cara
-Solo quiero que ella este bien
Dejo escapar una carcajada y negó varias veces con su cabeza me miro directamente y por primera vez lo vi agachar la mirada
-Estas terrible y estás pensando en tu madre
Asentí con mi cabeza y deje caer mis manos sobre mis piernas
-Ella, ella no sé, no, merece sufrir
Levanto su vista nuevamente y relamió sus labios, abrió su boca pero solo salió un leve resoplido, me soltó con cuidado acomodándome sobre el respaldo y se alejó para abrir el grifo de agua, vertió algo sobre el agua y enseguida un olor a vainilla se hizo presente, salió del cuarto nuevamente, paso un par de veces frente a mí con las manos llenas, llevaba lo que parecían ser sabanas, de pronto volvió y se agacho para quedar a mi altura, cerro el grifo y acerco una pastilla a mi boca
-Abre
Puso la pequeña píldora en mi lengua y me acerco un vaso con agua para que pudiera tragarla, paso su pulgar por mi ojo izquierdo y termino analizando mi rostro con ambas manos
-Te dejare hablar con ella en cuanto estés mejor
Me sentía feliz porque tendría tiempo de verla aunque fuera una última vez, pero el que me dejara sanar solo significaba que aún tenía planes para mí, me parecía alarmante pero esperaba muy dentro de mí que en algún momento se cansara de mí y me permitiera morir, a este punto me parecía casi imposible vivir con las memorias que había dejado en mí.
El baño fue algo real mente extraño, era la primera vez que alguien cuidaba de mi de esa manera, había enjuagado mi pelo con cuidado y tallado mi cuerpo con sumo cuidado, incluso mis partes íntimas fueron bien limpiadas, el dolor aún era existente pero no tan arrasador como hace unos minutos, estaba envuelta en una toalla sobre sus brazos, entramos a lo que parecía ser su habitación, me sentó sobre la orilla de la cama y tomo un peine, comenzó a cepillarme el pelo y yo con las pocas fuerzas que tenía sostenía la toalla sobre mis hombros cubriendo mi desnudes, en cuanto termino me recostó con cuidado sobre la cama y sin despojarme de la toalla me cubrió con una sábana , apago las luces y dejo solamente una lámpara de noche alumbrando el lugar, se sentó sobre el buró y comenzó a juguetear con sus manos.
-Samantha
Puse mi vista sobre el girando mi cabeza levemente, me vio por unos segundos y termino por posar su vista sobre el suelo
-Lo siento.
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Holaaa mis amores, siento demasiado la tardanza, no tenia Internet y mis datos son un asco, he estado muy ocupada con mi trabajo y cuidado personal, voy a comenzar a subir mas capítulos, este no sera el único de la semana, intentare subir por lo menos otros 3, mañana no les prometo nada pero el Miércoles es seguro que nos leeremos :*
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I will make you sin *Segunda parte* (TERMINADA)
WerewolfMe quede como una estatua, no tenia hambre, ni ganas de llorar, era como si me hubiera quedado vacía, estaba vacía por que había sido tocada por el diablo.