A Samoan kiss.

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Narra Seth.

Caminaba por los pasillos de la escuela con una gran dicha en mi ser, el resonante y latiente sonido de mi agitado corazón me revelaba que no había tenido una alucinación por el golpe que me di en la frente, esto era real, Dean me había invitado a salir, esta sería mi primera cit....bueno en realidad no es una cita pero a mi me gusta verlo asi.

Mi madre siempre decía, cuando te dan una buena noticia siempre es bueno celebrarlo con un gran y exquisito chocolate, y quien soy yo para llevarle la contraria a mi madre. Al llegar a la cafetería del colegio fui directo a la máquina expendedora, introduje un par de monedas en la máquina y cuando estaba apunto de apretar los botones, el reflejo del vidrio me enseñaba la felicidad que irradiaba mi rostro, mi reflejo en el cristal me mostraba una radiante sonrisa y unas suaves arrugas en forma de patas de gallo al lado de mis ojos.

Deje de ver mi reflejo en el cristal para así poder apretar los botones D-7, observaba como el resorte giraba hacia adelante con intención de tirar el chocolate, mis impacientes pupilas observaban detalladamente como el dulce hecho por cacao caía dentro de la canasta, flexione un poco mis rodillas e incliné mi torso hacia abajo para sacar el chocolate.

-¡Como me gusta que me saludes así! -Me asuste por aquella voz y por un par de manos apretando mi trasero. El susto impidió que sacará el chocolate de la canasta y como sí ya no tuviera suficiente con el golpe de la frente, me lleve otro justo en la coronilla de mi cabeza.

-¿¡Oiga, pero que hace!? -Nuevamente me reincorpore pegando mi espalda del vidrio de la máquina.

-¿Que haces aquí tan solito, mi leoncito? -Sus marrones ojos que parecían que los hubiesen inyectado con lujuria me desnudaba con la mirada. El sujeto delante de mí me miraba todo excepto los ojos, el moreno de melena negra y extenso tatuaje en el brazo se acercaba a mí acorralandome contra la máquina con su robusto cuerpo.

-Com....prando un...chocolate - Mí nervioso cuerpo se estremecía cuando su gran y fuerte mano invadía mi cintura.

-Yo puedo ser tu chocolate, tu chocolate con leche -Su voz era tan sensual y su cuerpo transmitía un desenfrenado color que me impedía respirar con normalidad.

No me salían las palabras al tener a este tipo de hombre tan voluptuoso y tan cercar de mí, no podía moverme, lo único que mi cuerpo hacia era presenciar como sus ojos examinaban todo mi cuerpo mientras se mordía su labio inferior de forma lasciva. Puso su mano izquierda al lado de mi cabeza acercaba su tallado y varonil rostro al mio, mientras mas se acercaba mis ojos mas se abrían y mi nerviosismo y tensión crecían.

-¿Quierés probar mi chocolate? -Su cálido susurro cerca de mi oreja me puso los pelos de punta, sentía como mi cuello sudaba, baje mi mirada al suelo para no verle. Esto se estaba poniendo algo incómodo.

Mi cuerpo estaba estremecido, nervioso y con piel de gallina, el se dio cuenta de que no le miraba asi que me sujeto con algo de brusquedad por el mentón con su recia mano forzándome a mirarle, sonrío con malicia para luego dejar de sujetar mi cintura y apretar mi nalga izquierda con brusquedad y firmeza, con su impúdico agarré en mi trasero abri mi boca y deje escapar un leve gemido, su pelvis chocaba contra la mia, pude sentir su aprisionada erección tratando de salir de su pantalón.

El dominante y pícaro moreno aprovecho de que tenia la boca abierta y saco su gruesa y lubricada lengua para meterla con brusquedad en mi boca, su tosco y rudo beso provoco que chocará mi cranio contra el vidrio de la máquina, me puse de puntillas mientras él oprimía mis nalgas y su rasposa y lasciva lengua devoraba sin control toda mi cavidad bucal, su traviesa lengua sodomizaba a la mia, la suya era tan larga que pude sentir como tocaba y traspasaba mi úvula.

Me tenía bajo su poder, restregando su palpitante entrepierna con la mia y sujetando mi rostro con desesperación, no puede hacer nada, sus labios movían los mios, en ningún momento cerré los ojos, los mantuve abiertos como platos en el momento en que usurpo mi boca, su boca y su cuerpo me aplastaban contra la máquina, sí seguimos así vamos a romper el vidrio de la máquina expendedora, quizás él este disfrutando de esto pero yo no, las invasiones bucales no es algo que me guste mucho, y otra cosa que no me gustaba era quedarme sin aire, la falta de oxígeno me obligo a reaccionar así que puse mis palmas sobré sus tonificados pectorales para tratar de empujarle y alejarlo de mi. La falta de aire agitaba mi corazón provocando que bombeara mas sangre a todo mi cuerpo mas rápido.

De repente...

Un peculiar sonido que parecía el rechinido de las ruedas de un carrito afortunadamente logro que el moreno calentorro dejara de comerme la boca para después mirar así todas las direcciones en busca de lo que provocaba ese sonido, al separarse un poco de mi tuve la oportunidad de tomar un poco de aire y ya que el esta distraído lo empujé y tuve la oportunidad de huir de ese lujurioso ser humano.

Estaba apunto de salir de la cafetería y cuando llego a la puerta volteo mi cabeza hacía atrás y observo como ese chico asalta bocas me sonríe gustoso y comienza a correr hacía mi dirección, empecé a correr nuevamente, tengo que salir de aquí, para mi buena suerte la salida no esta muy lejos de la cafetería, a unos pocos metros delante de mí estaba la salida, casi llegaba, atravesé la puerta y salté los escalones hasta tocar el duro pavimento de la acera, tenía que esconderme... y rápido.

Hay fue donde vi la oportunidad y me escondí detrás del contenedor de basura del colegio, detrás del contenedor me percaté como aquel chico se paraba en seco en la acera justo enfrente de la puerta del instituto, pateaba el suelo con su pie como sí estuviera molestó para acto seguido poner sus manos alrededor de su cintura mientras decía unas cosas que no fui capaz de oir.

Al parecer se dio por vencido y decidió entrar de nuevo a la institución, al verle entrar ya puede respirar y descansar por aquel impulsivo momento, me senté en el suelo para recargar energía y asimilar todo lo que había pasado, el chico era bastante atractivo pero no sentí nada especial cuando me beso, solo sentí una cosa y eso fue asco, me lleno toda la boca de su saliva, toque mi barbilla con mis dedos y sentí algo seco y un poco pegajoso, pase la manga de mi camisa por mi boca y barbilla para limpiear todo rastro de ese asqueroso liquido.

Quiero irme a mi casa y darme una buena y larga ducha y prepararme para mi primera cita.

Me levante del suelo y limpie un poco mis pantalones y hay fue donde un sentimiento de tristeza me invadió, mi primer beso fue de esa forma tan lasciva y poco romántica... pero bueno, tengo que reconocer que el chico que me violo bucalmente es bastante guapo, por lo menos eso.

Pero lo único que sentía por el moreno de tatuaje extenso es un poco de miedo y asco, mis sentimientos están propagados en otra persona. Caminando por la acera y con cada paso que daba, pensaba como sería mi cita con Dean, como ira vestido?, estara igual de emocionado que yo?

Eran muchas preguntas que revoloteaban en mi cabeza, vi como un niño pequeño caminaba hacía mi dirección comiendo y disfrutando de un helado de chocolate.

Y hay recordé.

-¡Un momento! -Detuve mi paso, -¡¡¡Y MI CHOCOLATE!!!! -Dije en voz alta mirando en dirección a la escuela, que tonto soy deje mi chocolate, no quería regresar allí, de seguro ese viola bocas y agarra culos estará merodeando por hay.

-¿Y ahora que hago, con que celebro?

...

Hola, mis perezosos vecinos.

Que le pasa a Roman? Esta desatado, primero Dean y ahora Seth.

Jeje...bueno, un poco de Rolleigns en una historia de Ambrollins no viene mal :-)

Este capítulo va dedicado a la vecina roba chocolates @nueva188. Espero que el capítulo te guste y haya sido digno de ti ;-)

;-)

Velkan.




Whiskey (Ambrollins)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora