Super Mommy.

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Narra Magie (Madre de Dean)

Frente al espejo del baño mi rostro se veía pálido, incluso mas pálido de lo normal, debajo de mis ojos posaban unas oscuras y bien marcadas ojeras, desde la llamada de ese desgraciado no he podido dormir bien pensando que ese infeliz pudiera aparecer y hacerle daño a mi pequeño Dean, se me congela la sangre al tan solo recordar lo que le paso a mi bebé años atrás.

Nunca debi dejar a mi bebe solo a merced de esos depravados, mi culpable reflejo mostrando un par de ojos agudos, mi mano izquierda agarraba mi brazo derecho, podía sentir como se me erizaba la piel cuando mi mente me obligaba a imaginar la horrible escena en donde mi pequeño Dean era forzado a....

Apretaba con fuerza el peine qué tenía en mi mano derecha tratando de reprimir tan deplorable escena, no hay un solo día qué no piense en eso, pero mi mente no era tan cruel para mostrarme que mas horribles cosas debieron suceder le a mi pequeño Dean en ese lugar con ese hombre que no debería ser considerado un ser humano, que clase de persona podía ser capaz de abusar de un pobre e indefenso niño de tan solo nueve años.

Cierro mis ojos con dolor dejando caer una salada lágrima que baja por mis mejillas cayendo por el borde de mi labio superación, hay algo que sí no puedo reprimir y es el recuerdo y sobré todo el desesperado grito de mi hijo llorando por su madre cuando su padre también intento abusar de él, cada noche antes de acostarme y en el precisó momento en que mi cabeza toca la almohada, mi imaginación reproduce el agudo y atormentado grito de auxilio de mi pequeño hijo.

Cada noche era una abrumadora sinfonía que rebotaba en las paredes de mis oídos como si el recuerdo de tan exasperado grito me estuviera decidiendo que soy una pésima madre, pero tenía que dejar a Dean para venir aquí y preparar nuestra nueva vida alejados de ese mísero pueblo donde destruyeron la infancia de Dean. En el momento en que lo salve de su padre y vi como tenía la parte trasera de su pequeño pantalón todo manchado de sangre seca y Dean me confeso la cosa tan atroz que le habían hecho, mi corazón se detuvo, en esos dias de ausencia fracasé como madre, nunca debi dejar que su padre se lo llevará, pero una mujer sumisa y asustada que podía hacer contra un marido maltratador, mas fuerte y pesado.

A ese ser despiadado, alcohólico y apestoso no fue el hombre del cual me enamoré, él antes era cariñoso y atento conmigo pero luego se volvió agresivo, aveces creo que su alma se pudrió cuando le dije que estaba embarazada, pero no entiendo por que, debía haber le alegrado la idea de que iba a hacer padre.

Pero mi pequeño Dean es fuerte, por suerte no salio a su padre, ni en lo físico ni en lo psicológico y fue capaz de borrar ese espantoso recuerdo que lo marco años atrás, él sigue con su vida, como sí nada le hubiese pasado, algo así te marca para siempre y es un pequeño fragmento de tu vida que no se puede extirpar, pero él tan solo paso pagina, algo que yo nunca podre hacer. Nunca he sido una mujer rencorosa que le desea mal a nadie pero... cuando tenga a ese desalmado frente a mí, lo voy a matar con mis propias manos, que clase de padre arrojaría a su único hijo a las depravadas manos de un pederasta.

Por ahora, debo dejar de atormentarme con ese recuerdo, limpié las lágrimas que humedecían mis mejillas y lave mis rostro con uno poco de agua fría, agarre una toalla para secarme la cara y maquillarme uno poco para cubrir esas marcadas ojeras que aporreaban mi rostro.

Deje de ser una mujer sumisa pero eso no significa que no dejara el miedo, tome la perilla de la puerta del baño y con cuidado asome mi ojo percatándome de que no hubiera nadie en el pasillo, lo único que se escucha en aquel pasillo era el penetrante rechinido de la puerta del baño, sali de este cerrando la puerta con cuidado.

Hoy tenía el día libre en el trabajo, así que voy a salir a hacer unos quehacer y de paso comprar ingredientes para hacer le unas galletas de chocolate a mi pequeño niño. Tome mi bolso que estaba en la mesa justo al lado de la taza de cafe que no termine de tornarme esta mañana, abri la puerta principal y le eche un último vistazo al interior de la casa.

Whiskey (Ambrollins)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora