No lo beses! - (IzuOcha -Kacchako)

¿Que harás?

- Uraraka-san, Midoriya, Que... qué les pasa?

Iida preocupado por la no aparición de sus amigos para volver a sus hogares, volvió a buscarlos, se encontró con un muy feliz Bakugou alejándose del lugar, bueno, posiblemente feliz, ya que su sonrisa solía ser tan escalofriante que no podía estar seguro de si ella ocultaba buenas intenciones.  

Su preocupación aumento cuando vio a Midoriya y a Uraraka, tiesos en medio del campo deportivo, con expresión de desconcierto en sus rostros.

- Chicos...

- L-lo siento, iré a cambiarme! -La chica cerró los ojos y Sacudió la cabeza como si intentara ordenar sus pensamientos, dudando unos segundos, camino apresurada a los vestuarios, se alejó de sus amigos.

- Midoriya, puedes decirme que ocurre? están actuando de forma muy poco convencional

- ...Cuando le dices a una chica que será "tuya"... ¿que es lo que significa Iida-kun?

El delegado se sonrojó 

-P-por que le dirías eso a una señorita Midoriya!? N-no es correcto! 

Deku acomodó su cabello con nerviosismo, aquellos sentimientos que tenía últimamente, la desconfianza sobre la reciente buena relación de Uraraka y Bakugou, todo, tenía sentido, sus temores estaban muy bien fundamentados, ella definitivamente le tenia que gustar a su amigo.

Esto tenía que pasar justo cuando el había decidido confesar sus sentimientos, por segunda vez en el día, Bakugou superó su estrategia. ¿Qué debía hacer ahora?

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"SERAS MIA"  "ELLA SERÁ MIA"  "SERAS MIA"  "SE-RAS-MI-A"

Las palabras de Bakugou retumbaban y no las podía sacar de su cabeza.

¿Quizás no significa lo que creo? si, debe ser eso, a Bakugou no le agrado, bueno, ha sido muy dulce conmigo últimamente, pero, no, no hay forma de que se refiera a que "seré suya" de forma romántica. 

Y la imagen de el sosteniéndole el rostro y mirándola a los ojos volvió, y la sensación que tuvo cuando el la sostuvo de la cintura el día de San Valentin la golpearon, haciendo que se sonroje.

No... no puede ser, yo, yo quiero a Deku-kun 

Se miró al espejo y comprobando que se había vestido correctamente, volvió a repetirse a si misma 

- Yo quiero a Deku-kun, solo, solo debo pensar en eso, Bakugou entenderá.

-Así que quien dijo eso fue Bakugou -Iida escuchaba lo que acababa de pasar- Si suena como algo que el diría, pero aun me sorprende bastante... ¿Qué harás Midoriya?

-A-ah! A que te refieres? -Deku nervioso baja la mirada y oculta su rostro entre sus manos

- Midoriya, tienes que saberlo, si no eres claro con lo que sientes, habrá otras personas que si lo sean, supongo que no quieres perder ante ellos.

La respiración se corto en su pecho, entendía lo que decía el delegado, y también lo temía. Cuando Uraraka dijo que el le gustaba se dejó de preocupar y fue un tonto por eso. Si Bakugou entraba en la ecuación de seguro haría todo lo que estuviera en sus manos para conquistar el corazón de su amiga, ¿Cómo podría creer que seria lo suficiente como para que ella no se fijara en alguien como su amigo de la infancia? No, no podía bajar la guardia, y no podía dejar por supuesto algo como los sentimientos que tenían entre ellos.

- Lo se Iida-kun... no se que haré, pero no me quedare con los brazos cruzados.

El delegado sonrió, le alegraba que Deku hubiera entendido, porque ir mas allá, como para dar consejos sentimentales definitivamente hubiera sido un fiasco.