Un empujón

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- Invitaras a Ochako-chan a almorzar el fin de semana.

- Olvídalo bruja, no traeré a esa idiota de nuevo aquí

Mitsuki ignorando las palabras de su hijo siguio sirviendo la cena, y acomodando la mesa bajo la mirada curiosa de su esposo. Una vez puso todos los utensilios en la mesa se sentó y siguió hablando

- Apuesto que le gustará lo que cocine, haré algún postre delicioso también.

- ACASO ESTAS LOCA? dije que esa tonta no volverá a venir! - Katsuki perdía la paciencia, su madre si que sabia como irritarlo.

- Creo que no entendiste niño, no te pregunté tu opinión en ningún momento- cerró los ojos dando un suspiro y tomó su cubiertos para empezar a comer- Gracias por la comida -Su esposo solo imitaba en silencio, tomando sus cubiertos agradeció por la comida por lo bajo y se empezó a llevar los alimentos a la boca.

- Olvídalo, no se que planeas pero no cuentes conmigo- Katsuki comenzó a tragar salvajemente

- Como dije, no estas entendiendo niño, si tu no traes a Ochako-chan el fin de semana, yo misma tendré que ir a UA a traerla y claro esta... te aseguro que no te va a gustar

Golpeando la mesa Katsuki dejo los cubiertos en la mesa nuevamente. Rechinaba los dientes mientras miraba fijamente a su madre esperando que estuviera bromeando, pero no, ella no dudó en ningún momento.

- GRACIAS POR LA COMIDA- el rubio apartó la silla violentamente y se alejo de la mesa maldiciendo por lo bajo

Al ver a su hijo alejarse mientras subía las escaleras para dirigirse a su habitación, Masaru, su padre, finalmente dió un suspiro.

- Que planeas hacer Mitsuki? porque ese repentino interes en esa chica?

- Tengo planes cariño, parte de ellos se basan en que mi hijo tenga novia algún dia, se case y me de nietos

- Amor... por favor no te metas en esas cosas, deja que Katsuki siga su propio camino sobre eso

- Tranquilo, al final será su decisión, pero sabes que es muy terco, como madre debo darle un empujón de ayuda, aun si Ochako-chan no es la chica para el, estoy segura que le ayudaría a relacionarse mejor con las mujeres- sonríe con picardía, porque estaba segura que hacía lo correcto y tenía buenos presentimientos de la compañera de su hijo.

- Tu eres tan terca como el...

- Oh, vamos Masaru! también sera divertido! ¿que puede salir mal?! 

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Siendo viernes, el humor de Bakugou empeoró, podría golpear a cualquiera que quisiera pasarse de listo, es mas, ¡rogaba que alguien lo intentara! dar unos golpes seguro aliviaría un poco la irritación que sentía. Haber sido obligado por su madre a hablar con la tonta cara redonda de una forma tan lamentable... no podia no estar enojado. Si se negaba, la loca con seguridad iría a UA y haría hasta lo imposible por dejarlo en ridículo.

Se quedó esperando que el aula se vaciara un poco y cuando vio a la morena tomar su mochila para salir se apresuró a detenerla.

- Tú.

- Eh? Yo? - Uraraka lo mira confundida, el la estaba agarrando de su mochila impidiéndole mayor movimiento - Q-que hice?

- Tsk... vendrás a comer a mi casa, no se que mierda de trato tienes con mi madre pero no me dejará en paz si no vas. 

- A-AH! no, no tengo ningún trato Bakugou, yo... yo hablaré con ella para disculparme. Si... si te sientes incomodo no te molestaré... 

- MALDICIÓN! no pongas esa cara! acaso estas sorda! si no vienes no me dejaran de joder!

No lo beses! - (IzuOcha -Kacchako)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora