Una Vida Difícil - Phoenix Wright Ace Attorney +18

6. Bajos recursos

(22 de Abril, 2:30 PM, Buffete Wright & Co.)

-Y más o menos esa es la situación, necesito que me ayudes- Dijo Phoenix seriamente.

-Bien... La cuestión aquí es que desvincularte del escape de Shadi Enigmar no es tan difícil, pero encontrar pruebas de que no fuiste tú quien ordenó la falsificación será más complicado-

-Me han contado que eres de los mejores, he visto tu historial y la verdad me sorprende- dijo confiado.

-Bien, haré todo lo que pueda para ayudarlo Sr. Wright-

-Estupendo. Me alegra poder confiar en ti Kristoph- Dijo mientras se estrechan la mano.

Phoenix había llamado a Kristoph Gavín para contratarlo, ya que fue de los pocos abogados que creyeron en él. Y en realidad, Phoenix podía sentir cierto aire de confianza. Ambos estaban en el Buffete de Phoenix.

-Iniciaré con la investigación, en cuanto tenga algo le avisaré, por favor, firme aquí- dijo dándole un contrato.

Phoenix leyó detenidamente el contrato por si habría algún truco o algo, después de todo él aún tenía sus conocimientos en la materia. Pero al ver que no había nada raro, firmó.

-Listo, te lo agradezco Kristoph, eres de los pocos que creen en mí- dijo dándole la mano y sonriéndole.

-Al contrario Wright, yo te agradezco a ti, por confiar en mí- dijo mientras guardaba los papeles.

-Por cierto, hay una cosa más en la que me gustaría que me ayudara- dijo seriamente.

-Si, dígame- dijo con confianza.

-La hija de Shadi Enigmar, Trucy creo que se llama, necesito que me consiga los archivos que la involucran-

-Mmm extraño, pero le daré un vistazo- dijo sonriendo y guiñándole un ojo.

Ambos se dirigieron a la puerta, y Phoenix, a la vez, se despidió de él.

(Es un sujeto agradable. Y sí lo que dicen es cierto, solo él podría ayudarme)

...

(Ese mismo día, 1:30 AM, departamento de Phoenix Wright)

Phoenix dormía tranquilamente en su habitación, aunque a veces tenía problemas para conciliar el sueño, esta vez era distinto pues se sentía tranquilo, aunque la noche era muy fría.

De repente, Phoenix sintió como un brazo lo recorría por sus costillas y se aferraba a su pecho, como si alguien lo abrazara desde atrás.

Él entre abrió los ojos, pero aún estaba medio dormido, así que no se cuestionó nada.

-Tengo frío...- escuchó él en la oscura habitación, era una voz conocida, era la voz de Maya.

-Mm... Ma-Maya- pronunció débilmente sin moverse.

Él se volteó un poco, quedándose boca arriba. Así Maya, se acurrucó más sobre él, intentando no soltarse.

-Maya... Donde... ¿Donde estas?- dijo casi balbuceando.

-Estoy aquí, contigo, por siempre. Como nos lo prometimos- dijo felizmente.