13. Huevos para la cena

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(1 de Mayo, 9:40 AM, Habitación desconocida)

Los rayos de la luz del sol, que pasaban a través de la ventana, fue lo que lentamente despertó a Phoenix. Él poco a poco abría los ojos, pero todo lo veía un tanto borroso. Y claro, lo primero que le llegó a Phoenix no fue la visión, sino más bien un conocido y agudo dolor de cabeza, sentía la boca extremadamente seca y el ruido de los autos lo molestaban.

(Ah... Mi cabeza... Dios, no de nuevo. No creo poder acostumbrarme a esto...)

Cuando Phoenix al fin pudo distinguir su entorno, se dio cuenta de que el lugar era desconocido para él.

(¿Que...? ¿Donde estoy? ¿Esto es... La habitación de un hotel?)

Phoenix intentó levantarse, pero algo se lo impidió. Tardó en darse cuenta de que su mano derecha estaba esposada a los barrotes de la cama. Phoenix, sorprendido y entrando un poco en pánico, comenzó a tirar de su mano. Intentando librarse de las esposas, pero estas eran auténticas, por lo que no pudo hacer gran cosa. También se dio cuenta de que estaba desnudo, y solo en esa cama.

(Oh dios, oh dios, oh dios... ¿Que rayos pasó? ¿Como terminé así? No recuerdo nada de... La noche anterior... Tengo que salir de aquí)

Phoenix escuchó unos pasos venir de una habitación contigua. Rápidamente su corazón comenzó a latir mucho. Sentía miedo, no tenía idea de quién le estaría haciendo esto o lo que podría hacerle ahora.

Se abrió la puerta, pero al contrario de lo pensaba Phoenix, la persona que entró no era nadie desconocido o con intenciones malas conocidas. Era Adrián Andrews, la cual estaba algo despeinada y vestía solo una toalla. Como si hubiera salido de la ducha.

-¡Hey! Ya despertaste- Dijo ella sonriendo.

Phoenix estaba sin palabras pero boquiabierto. De hecho en lugar de que se resolvieran las dudas, se le crearon más.

-¡Adrián! ¡¿Que rayos?! ¡¿Qué está pasando aquí?! ¿Donde estoy? Y ¡¿Por qué estoy esposado?!- Dijo algo asustado.

-¡Calma...! Calma... ¿No recuerdas nada?- Dijo acercándose a él y tratando de tranquilizarlo con las manos.

Phoenix negó con la cabeza.

-Mm... A ver, deja te quito esto- dijo tomando una llave y acto seguido le quitó las esposas. Ella se mostraba en calma para que él no entrara en pánico.

-¿Donde...? ¿Donde esta mi ropa?- dijo sobándose la muñeca y ya más tranquilo.

-¡Oh! Está sobre aquel mueble, está doblada- dijo señalándolo.

-¿Podrías...?-

-¡Ah! Claro, me volteare...- dijo mientras lo hacía.

Él comenzó a vestirse.

(¿Acaso paso lo que creo que pasó...?)

-¿Qué es lo último que recuerdas?- Preguntó ella intrigada.

-No lo sé exactamente... Creo que lo último que recuerdo es haber tomado Tequila con Edgeworth y Larry...- dijo terminando.

-Rayos... ¿Tan así?- dijo preocupada y girándose.

-Adrián... ¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué le pasó a la fiesta?- preguntó seriamente.

-... Bueno... Estabas con tus amigos, estabas tomando con ellos, pero te veías algo triste, y eso me extrañó, así que te saque a bailar a la pista...-

-¿Y qué más?-

-Para ser sincera, te veías algo ebrio... Algunas cosas que decías no las entendía, te quise hacer compañía más tiempo y bueno... Me besaste... y una cosa llevó a la otra- Dijo viendo a otro lado.

Una Vida Difícil - Phoenix Wright Ace Attorney +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora