24. Veneno

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(17 de Mayo, 12:20 AM, Bufete Wright & Co.)

El día había resultado agotador. Era la misma rutina de siempre, tan solo Phoenix llegaba a tocar el piano y por las próximas ocho horas, nadie lo molestaría en tocar nada distinto, tanto que incluso solo tocaba una sola canción y nadie notaba la diferencia.

Phoenix había llegado a la que ahora consideraba su casa, el cual es el lugar que antes consideraba como su trabajo. Era una noche fresca, y no había ni un solo ruido tanto fuera como dentro. La pequeña Trucy estaba en su habitación durmiendo. Y mientras tanto, Phoenix tan solo dejó su suéter en el sofá y se dirigió al baño.

Al entrar vio algo que siempre evitaba, su reflejo en el espejo. Era siempre lo mismo, ver a un hombre decaído, con ojeras a pesar de dormir tanto, la barba de dos días, y unos ojos cansados y sin emoción aparente. Phoenix no podía verse, pues a los minutos de ello comenzaba a sentir ira de sí mismo, así que lo normal era evitar estar tanto tiempo frente a él o sencillamente no verlo, pero esa vez sería diferente. Al abrir el compartimento del mismo y ver los estantes con algunos medicamentos, Phoenix se fijo en las bisagras que sostenían el espejo como una puerta.

Se fue y regresó con un destornillador plano, comenzó a aflojar los tornillos de las bisagras uno por uno y después retiro todo el espejo de la pared dejando solo las pequeñas estanterías con los medicamentos y otros objetos. Tomó el espejo y se lo llevó a la oficina, para luego esconderlo detrás de las grandes estanterías con libros.

Luego, al reconocer su esfuerzo, se arrojó a sí mismo en el sofá, el cual ya tenía un cobertor doblado y una almohada.

(No soporto ni ver mi reflejo… últimamente me he sentido extrañamente… enojado o incluso frustrado. Y el tener que dormir en este sofá no ayuda mucho en realidad… pero ya que, es lo que hay.)

Phoenix se levantó y extendió el cobertor para luego acomodar su pequeña almohada. Estaba algo agotado y lo mejor sería intentar dormir de una vez. Al recostarse y ver al techo no pudo evitar sentirse algo preocupado.

(El vomito de esta tarde me ha preocupado bastante, no le he dicho nada a Edgeworth ni mucho menos a Trucy. Mañana iré a una consulta médica, para saber qué rayos tengo… espero que nada grave.)

(17 de Mayo, 3:20 PM, Hospital general.)

El día siguiente no fue muy distinto del anterior salvo porque Phoenix se fue del bufete una media hora antes. Le llamó a Rhoda para que cuidara de Trucy un poco más temprano, y así poder dirigirse al hospital. Y ahí se encontraba en ese momento, en el hospital. Él ya le había contado lo sucedido el día anterior, y el doctor se limitó a hacerle un pequeño chequeo en la garganta y verle las pupilas. Y así, Phoenix tan solo esperaba a que le dijiera cualquier cosa, mientras tecleaba en su computadora al otro lado del escritorio.

-Dijiste que has estado tomando Prozac, ¿cierto? ¿Desde cuándo?- pregunto el doctor.

-Desde el cinco de este mes, hace casi dos semanas.-

-Entiendo… ¿Y no ha habido ningún problema al tomar las dosis?-

-No realmente.-

-¿Has estado experimentando mucho estrés últimamente?-

Phoenix piensa un momento.

-Sí, aunque leve, creo.-

-¿Tensión?-

-Bueno… mi trabajo no ha sido muy placentero últimamente.-

-Mmm… Bien, señor Wright, su uso del Prozac hace un tanto difícil darle un diagnostico concreto. Según su receta, en poco tiempo terminará su medicación, así que le sugiero que las deje de tomar ahora y que vuelva el fin de semana para ver si hay algún cambio.-

Una Vida Difícil - Phoenix Wright Ace Attorney +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora