35. Cómo sanar un corazón roto (Parte 2)

651 42 39
                                    

(22 de Julio, 9:45 PM, Bufete Wright & Co.)

Adrian se le abalanza encima, poniendo sus manos sobre los hombros de él. Ella estaba ya a un palmo de separación de Phoenix, a unos centímetros de besarlo, mientras mantenía el contacto visual. En la mente de Phoenix, el tiempo pasaba muy despacio; tanto que podía ver como lentamente caía ella sobre él.

No quería admitirlo, pero claramente estaba un tanto ido por la presencia de ella, por la forma en que lo miraba, por cómo estaba sobre él y por cómo le hablaba.

(¿Cómo sanas un corazón roto...? Iris... Iris... ¿Cómo detienes la lluvia al caer...? ¿Cómo detienes la luz del sol...? No puedes... no es algo que una sola persona pueda hacer...)

—No...— dijo Phoenix deteniendo el mentón de Adrian, antes de que lo besara.

—¿Eh...?

(Iris se está partiendo la espalda en prisión, trabajando más de lo que debería, para poder salir antes... para estar conmigo... porque confía en mí... y yo no puedo sencillamente acostarme con Adrian a costa de ella...)

—Adrian, lo siento... pero no puedo hacerlo...

—¿Por qué...?— dijo aun sobre él, pero un tanto molesta.

—Puede que... mi corazón esté un tanto roto... pero es que... le pertenece a alguien más...— dijo Phoenix aun manteniendo la compostura.

Ella no responde, estaba claramente anonadada. Pero sus ojos, bastantes abiertos, revoloteaban ante él; como si buscaran algo que se le hubiera caído. Después, lentamente comenzó a bajar de encima de Phoenix, para volver sentarse correctamente en su lado del sofá.

—L-lo siento... lo siento, lo siento.— repitió ella un tanto alarmada, como si se hubiese dado cuenta de que rompió algo por accidente.

—No... tranquila, no hiciste nada malo...

—Pero casi lo hice...— dijo aun preocupada.

—Pero no lo hiciste... y aun así, no tenias ni idea.— dijo para tratar de tranquilizarla.

Adrian cruzó sus brazos para poder abrazarse a sí misma, mientras que su rostro mostraba una extraña preocupación.

—Adrian, en serio me encantaría poder intentar algo contigo, eres una buena persona pero...

—¿Pero...?

—Ya he tomado muchas decisiones erróneas...

Ella lo vuelve a ver, con una mirada un tanto difícil de descifrar. Pensativa, preocupada y, a la vez, molesta.

—Pudiste haber comenzado por ahí...— dijo aun con cierto desanimo.

—No trato de ofenderte y tampoco dije que tú eres el error... sino que, estar contigo, es una decisión errónea para mí.

—Quizá debí suponer que... que había alguien más...

Algo más pasaba en la mente de Phoenix, o más bien, pasaba algo que no esperaba; no tenía ningún tipo de molestia en la cabeza. El resultado de la conversación, fue un silencio bastante incomodo, con ambos sin poder cruzar las miradas. Incluso sentían algo de calor.

—Creo... creo que debería retirarme...— dijo aun sin verlo.

—Claro... sí.— dijo Phoenix sencillamente.

Acto seguido, ella se levantó, tomó su bolso y se puso su chaqueta. Se veía bastante intranquila, como si le fuese difícil decidir como sentirse.

Phoenix se levantó también, esperando poder ayudarle en algo. Luego de alistarse, se dirigió a la puerta, y Phoenix la acompañó, yendo detrás de ella.

—Oye... ah... te llamo luego...— dijo Adrian, con cierta dificultad.

—Sí, si... claro.— Phoenix aun le costaba poder mirarla correctamente, pero mantenía la mejor expresión que podía para no incomodarla.

—Adiós, Phoenix...

—Adiós.

Y así, ella cruzó la puerta y salió; dejando el lugar en completo silencio. Luego de algunos instantes, Phoenix volvió al sofá y se sentó mirando hacia la nada.

(Hiciste lo correcto, Nick... hiciste lo correcto...)

De alguna manera, Phoenix se sentía más ligero. Como si alguna parte de él, tuviera menos peso. Y en su cabeza, no había ni una pizca de dolor.

(¿Cómo sanas un corazón roto? No puedes... no solo. El tiempo y el apoyo de los demás, son cosas que de verdad pueden ayudar a sanarlo... Puedo afirmarlo porque, en realidad, mi corazón no ha estado tan roto desde hace un tiempo... y que por eso no derramé ni una lagrima el día que vi a Maya; a pesar del dolor, muy dentro de mí, sabía que no tenía mucho caso...)

Phoenix se levanta y, mientras está de pie, da un suspiro.

(Edgeworth, Iris, Trucy, incluso Rhoda y Larry. Todos ellos me han apoyado de una u otra forma, he estado tomando mis medicamentos sin ningún inconveniente... y de verdad... de verdad que puedo llegar a visualizar el día siguiente; esforzándome un poco más... y tomando mis nuevas responsabilidades.)

Phoenix se dirigió a una de sus estanterías, a una de las más grandes. Y ahí, detrás de ella, pudo ver uno de los objetos que ocultó hace ya más de dos meses; el espejo grande de su baño. Movió un poco la estantería hacia adelante y sacó el espejo de su escondite, luego pasó frente a uno de los cajones de su cocina y sacó un destornillador plano, para después dirigirse al baño.

Entró, encendió la luz, y comenzó a quitar los tornillos de las bisagras de la estantería metálica, en la cual había medicamentos, cepillos de dientes, etc. Para proceder con la reinstalación del espejo.

Una vez colocado y alineado, Phoenix dio unos pasos hacia atrás y, al mirar en él, vio a un conocido y viejo amigo. Era sin duda un reencuentro curioso con aquel hombre en el espejo, y aunque él estuviese un poco desarreglado, despeinado, con la barba de dos días y con los ojos un poco decaídos; no sentía ira, ni asco, ni mucha tristeza. Tan solo era él.

—Hey...— dijo para sí mismo y en voz baja.

Phoenix, de nuevo, da un gran suspiro. Y luego de darse una larga mirada, se le dibujó una débil pero sencilla sonrisa.

(A veces pienso en los días donde era más joven... cuando solo vivía sin pensar en el mañana... donde nadie me avisó del dolor... tal vez aun tenga el corazón un tanto roto, pero sin duda he estado sobrellevándolo. Mi decisión ante Adrian era la correcta, pues no tendría sentido haberla rechazado después de acostarme con ella como lo hice la vez pasada, después de todo, ya tengo muchos errores con los que cargo y es mejor tan solo no cargar con más.)

Y así, Phoenix salió del baño, con la intención de ir al sofá y limpiar todo para irse a dormir, esbozando esa leve sonrisa, pues tenía buenas razones para mantenerla; una de ellas era que recién había perdonado a alguien que no veía desde hace mucho tiempo.

Continuará...

...

Verse al espejo y perdonarse; a veces no es algo tan sencillo.

Quiénes estén leyendo esto en fechas navideñas, que es cuando este capítulo se publicará, quiero desearles una feliz navidad y que la pasen muy bien ;D

Amigos, al final no podré hacer la maratón por navidad... justamente porque Navidad me tendrá ocupado xD
Así que el siguiente capítulo espérenlo para la próxima semana (antes de fin de año)

Díganme lo que opinan y/o dejen sus comentarios.

Hasta la próxima semana ;)

-GMI-

Una Vida Difícil - Phoenix Wright Ace Attorney +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora