25. Alivio

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(¿?)

Mareo y dolor, eso era lo único que Phoenix sentía en ese momento. Tan solo había oscuridad, sin nada a la vista más que un espesor negro e imágenes aleatorias de cuando abría los ojos, pero estas no tenían ningún sentido y eran tan aleatorias que tampoco podía armarse una imagen clara del lugar en donde él estaba. Pero aun así, la mente de Phoenix no estaba muy estable como para reaccionar al ambiente. Con el sonido era igual, más bien, tan solo era ruido ininteligible. Quizá similar a estar dormido pero el sueño consistía en todo esto, un gran y extraño cúmulo de sentidos.

Y de pronto, ya no había ruido, este había sido sustituido solo por un extraño pitido robótico, sin embargo, la oscuridad seguía ahí. No obstante Phoenix poco a poco volvía a sentir su cuerpo, el tacto que provenía de sus manos y el frío de la habitación, pero también se sentía a si mismo demasiado pesado y super adolorido.

El dolor provenía de su cabeza, su cara y su estomago, mientras que sentía una fuerte irritación en su garganta. No podía moverse pues, en realidad, absolutamente todo su cuerpo se sentía pesado, tanto que ni siquiera podía girar la cabeza. Pero al menos sus sentidos eran suficientes para notar que estaba recostado.

(Ed... Edgeworth... Trucy...)

Lentamente se sentía un poco más consiente, pero los mareos le impedían pensar correctamente.

-Ahhh...- produjo débilmente Phoenix.

De pronto varios rostros se le aparecieron en la mente de Phoenix, caras que al principio eran indistinguibles, hasta que las reconoció aun en la penumbra. Era la imagen de la pequeña Trucy, preocupada, también estaba la de Edgeworth, en alerta, la de Larry, Adrian, Iris, Mía, Maya y Franziska. Cómo todos estos rostros comenzaban a difuminarse y mezclarse para luego convertirse en una luz, y la oscuridad se iba ya que Phoenix al fin, y lentamente, abría los ojos.

-Ahh...- volvió a producir Phoenix de una manera débil.

La imagen del lugar se hacía cada vez más clara. Un techo completamente blanco, alta iluminación, cortinas alrededor de su cama con cierto espacio entre ellos, él encamado en lo que parecía una cama de hospital y una figura sentada a su derecha.

De pronto ahora todo tenía más sentido, el pitido de antes provenía de una maquina conectada a él. Pero aun sentía los mareos, el dolor y la irritación en la garganta. Aunque el dolor en su rostro también era agobiante.

(Un... hospital...)

Ahora Phoenix volteo a su derecha para ver quién era la persona frente a él. Los ojos débiles de Phoenix se abrieron un poco más al descubrir que la figura le pertenecía a Franziska Von Karma con su usual cabello azulado, su pequeño lunar debajo de su ojo izquierdo y ojos penetrantes, ella, quien lo miraba de una forma muy seria e inexpresiva.

-Ah... Fran... Franzis... ka...- pronunció débilmente Phoenix.

Phoenix no podía hablar bien, su garganta le dolía si lo hacía. Aun así, ella no le hablaba, tan solo se limitaba a verlo de la misma manera, su mirada quemaba, como si esperara algo de él.

(Ella... está aquí... no... no tiene sentido... La forma en que me ve... duele...)

Phoenix hace un esfuerzo por girar un poco su cabeza en dirección hacia ella y con muchas dificultades prosigue.

-Er... ¿Eres una... ilusión...?-

Ella ladea un poco su cabeza y levanta una de sus cejas.

-¿Por qué lo dices?- dijo ella sin cambiar mucho su expresión.

-No... no sería... la primera... vez...-

Ella cierra sus ojos un momento haciendo una pequeña exhalación.

-Puede ser...- responde y continúa con su mirada anterior.

Phoenix, sin poder hacer más, también solo la observa. Los párpados le pesaban y de hecho le volvía el sueño.

(Es una ilusión... como siempre... igual que Maya... Esa mirada suya... debo... debo decirle...)

-Fran... Franziska...-

-Dime.-

-En... en cualquier caso... lo... lo siento...-

Ella abre un poco más los ojos ante las palabras de él, luego continúa.

-Lo siento... por todo... por todo lo que te hice... Sé... que he sido... un completo estúpido... y... debes de odiarme... lo entiendo...- aun con el dolor real que le producía, Phoenix continuaba.

Las facciones de ella se vuelven un poco menos serias, comenzaban a expresar algo distinto, una preocupación leve.

-No hay... día... que no me castigue... por lo que... te hice... Por... no poder ser... la persona... que merecías... Lo siento tanto...-

De los ojos de Phoenix caían pequeñas lágrimas, podían deberse tanto por cómo se sentía como por el dolor producido por usar su garganta.

Franziska lo ve, claramente su rostro no era el de antes, ahora estaba algo preocupada. Ella se queda callada por unos instantes que parecían eternos entre la mirada de ambos.

Ella humedece sus labios y se levanta, inclinándose frente a Phoenix hasta estar cerca de su oreja.

-Sé todo por lo que has tenido que pasar, Phoenix...- dijo ella dulcemente.

- ¿Qué...?-

-Te perdono...- dijo para luego darle un pequeño beso en la frente.

Ese pequeño beso fue suficiente para que el dolor de su cabeza, y el de su rostro, se esfumaran completamente. Era un alivio, uno tanto físico como emocional. No obstante, la ausencia de los malestares fue suficiente para que el sueño y mareo que tenía se volviera más fuerte, causando que Phoenix volviera a dormirse.

(Qué tontería... he sido perdonado... por una ilusión... ¿Me lo habrá dicho ella de verdad o es tan solo lo que me gustaría que ella digiera?)

Continuará...

...

Uff... no me siento muy cómodo dejando el capitulo con solo mil palabras, aunque bueno, no sería la primera vez. Este capítulo no daba para la usual marca de las mil quinientas.


Díganme lo que opinan y/o dejen sus comentarios.

Hasta la próxima semana ;)

-GMI-

Una Vida Difícil - Phoenix Wright Ace Attorney +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora