Otra vez tú [Calle y Poché]

Perra loca

Juan se acercó a Calle y la abrazó, sabía que su otra mejor amiga no estaba haciendo las cosas bien, y a pesar de adorar a Poché, Juan estaba consciente de que Calle era la que más había sufrido de las dos. Dejó toda su vida hecha en Bogotá porque sólo le interesaba huir de la ciudad y escapar de la presencia de quien fue el amor de su vida. Poché sufrió la partida de Daniela, pero Juan fue testigo de lo que a ella le había costado tomar la decisión de abandonarla, de lo contrario iba a seguir sufriendo. Le besó la frente a su amiga y la quitó de los brazos de su nueva novia.

— ¿Están juntos o de verdad sólo intenta darme celos? - le preguntó la castaña al chico que esa noche iba vestido con una playera verde, refiriendo su pregunta a lo de Mario.

— No tienes que dudar nunca de que Poché sigue muerta de amor por ti. No sabes cómo se puso hoy cuando me dijo que te había visto. - Juan sólo quería ver a sus amigas felices, y sabía que cuando estaban juntas y en paz, eran un rayo de luz en la oscuridad. Provocó una sonrisa en los labios de Calle, y eso quería.

— Nos peleamos hace rato, me dijo que me fuera a la mierda.

— ¿Qué le dijiste tú? - Poché era histérica según Calle, se lo había dicho muchas veces y había reaccionado de mala manera con lo que había dicho Calle antes sobre Jaz, pero a su punto de vista la de cabello azul estaba exagerando.

— Pues que me gustaba cómo bailaba Jaz. Y es una completa bobería ya que ella ni drogada baila, no le gusta.

— Si es una bobería, pero entiende que eso pudo afectar el ego de Poché, sabes lo talentosa que sabe que es.

— Y yo también sé que es muy talentosa, pero... lo que dije no era real. - Calle se encogió de hombros y luego solo se abrazó a su buen amigo.

— ¿Si pudieras hacer que volviera el tiempo... cambiarías las cosas y no te hubieras ido?

— Lo hubiera vuelto a hacer. No me arrepiento de nada más que de haber caído tan fuertemente por su amor.

— Daniela, tú mereces ser feliz porque eres una mujer muy valiosa, y yo sé que el estar con Poché te hace más feliz que nada a pesar de lo que sientes por Jaz.

— ¿Y qué se supone que debo hacer? ¿Volver a insistirle? Tú sabes lo mucho que le pedí que le dijera a su papá.

— ¿No piensas que eso fue un poco egoísta?

— No, la egoísta era ella, le importó más el estar bien con su padre que el que yo me sintiera bien.

— Piensa eso bien, Calle. Poché pensaba en el sufrimiento de su padre y eso no es egoísta.

— Tú sabes bien cómo es el papá de María José. Es un amor, la adora, ella y Valentina son todo para él, nada de lo que Poché haga le haría amarla menos.

— No lo sé...de verdad no sé qué decirte. ¿Sigues amándola?

— Por Dios, jamás he dejado de hacerlo... - le dijo Calle a Juan mientras soltaba un suspiro, cuando sintió unas manos enredado su cintura por detrás, era Jaz. Sonrió al darse cuenta y le dio un beso en los labios, se sentía mal por la ironía del momento ya que segundos antes había confesado el amor que tenía por Poché, y después besó a quien sí le quería. Jaz había salido del clóset con sus padres, le habían dicho que se fuera de la casa por un tiempo, que tenían ambas partes mucho por pensar pero que no le iban a dejar de amar nunca. Jaz estaba herida, pero el confesarle la relación con Calle a sus padres, era una prueba de lo mucho que la quería, así lo veía Daniela.

— Te ves hermosa... me encantas. - le dijo al oído Jaz a Calle, abrazándola más a su cuerpo, haciéndola sentir una vibra de deseo, sabía que lo que Jaz quería. Calle miró hacia Juan y le hizo una seña de que se fuera por un momento, Juan entendió, se levantó y le dio una mirada cómplice a la novia de su amiga.