Calle's POV
Me desperté con flojera y hambre, mucha hambre. Necesitaba comer algo y fue aquello justamente lo que me impulsó a levantarme de la cama, las ansias de comer algo, salí camino a la cocina a pasos largos y cociné un omelette con tomate, con jamón y queso, un café con leche y fruta. Me terminé sentando en el sofá y comí frente al televisor, me encargué de darle a Atlas de comer, pues Kim me había otorgado esa responsabilidad, y yo encantada lo hacía, Atlas era un husky hermoso y tierno. Cuando terminé de comer fui a dejar el plato al fregadero junto con la taza de café y me arreglé para salir, tenía trabajo por hacer, sí, pero todo era por la computadora así que podía hacer el plan que quería, ir al café donde trabajaba María José para ir a verla, apenas nos habíamos visto ayer pero quería volver a ver esa carita tierna en la que no dejaba de pensar.
Me puse una blusa blanca y una falda café claro con tres botones por de frente, tomé mi bolso tras terminar mi maquillaje y salí de la casa de Kim. El lugar transmitía muchísima paz, la vez que había ido con Jaz cuando vi a Poché, me había encantado porque era un lugar tranquilo, la música estaba muy bien y el aroma a café hipnotizaba. Apenas puse un pie dentro del local y mi mirada detectó como un scanner el cabello azul saturado del cabello de Poché. Sonreí y me dediqué a verla durante unos segundos antes de saludarla. No fue lo mejor, pues me di cuenta de cómo hablaba con una chica que notoriamente estaba flirteando con ella, esas miradas tan gay no pasaban desapercibidas por mi radar. La rubia con tatuajes por todos los brazos era una cliente pero al parecer era muy frecuente ya que la conversación estaba fluyendo con facilidad.
Cuando llegué al lugar la única en saludarme fue la campanita de la puerta, pasé y me senté en un sillón pequeño y esperé a que María José se desocupara, la verdad me provocaba una sensación amarga el verla platicando con alguien en esa forma. No tenía ningún derecho de reclamar, ella seguía soltera, ambas lo estábamos, no habíamos quedado en nada pero igual era amargo. Ella estaba devolviendo las miradas y las sonrisitas, conocía a esa mujer demasiado bien tanto como persona como mi pareja durante mucho tiempo, y sabía cómo coqueteaba y sus métodos para hacerlo.
Despegaron sus miradas y la plática terminó, saqué mi computadora y abrí el archivo en el que iba a trabajar. Me levanté y fui hacia la barra para pedir una malteada de fresa, cuando de pronto escuché una voz conocida más cerca de mí, y no era la que esperaba, por lo que me estremecí. Se trataba de Matu, una vieja amiga mía y de Poché de la preparatoria, pero siendo totalmente sincera, Matu y yo sabíamos que no éramos sólo amigas, siempre había habido una tensión sexual inmensa entre ambas, pero jamás había llegado a lo romántico. Le di un abrazo en cuanto la vi, y sonreí ampliamente, ella también estaba feliz y me saludó con gusto.
— Matuuuu.
— Daniela, ¿pero tú no te habías ido? - me dio un beso en la mejilla y luego se separó para verme con esa sonrisa tan linda.
— Si, volví hace poco, en realidad. ¿Tú no tenías el cabello azul? - me reí con gracia y luego me golpeó el brazo.
— Pues sí, pero siempre está bien un cambio tan radical. - la chica se había cortado el cabello demasiado corto, se le veía bien, su estilo había cambiado por completo. Llevé mi mirada a todo su cuerpo para analizarla y al darse cuenta ella alzó la ceja. — Uy, Dani, ¿acaso sigues pensando en mí de otra forma?
— ¿Tú en mí no? - le guiñé el ojo con broma y soltó una carcajada.
— Oye... - bajó la voz y se acercó a mí, sospechosa y mirando hacia los lados. — ¿Has vuelto a ver a Poché? - cuando mencionó su nombre no pude evitar sonreír y sentir mil cosas dentro de mí. Asentí rápidamente.
— Si, de hecho creo que podríamos volver a intentar algo, así que deja de seducirme. - y bromeé.
— Daniela no es como si eso nos hubiera detenido antes.
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Otra vez tú [Calle y Poché]
FanfictionMaría José, más conocida como Poché durante toda su vida, estaba vuelta loca, y loca era poco, era todo un caos. Había vuelto a ver a Daniella Calle, su primer amor, la única mujer que había logrado hacerla darse cuenta de que no era tan heterosexua...