Tabaco, vino y mujer

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(Lucía's POV)

¿Cómo había pasado? La verdad era que ni yo tenía puta idea, debía de ser que durante aquellos últimos meses Poché, Daniela, más amigas y yo habíamos estado saliendo regularmente, y en ocasiones, no todas podían y éramos Daniela y yo quienes nos reuníamos, y enserio la pasábamos bien, sabía que ella también lo hacía, no había duda alguna. Pero definitivamente yo había mezclado las cosas, cuando estaba con ella olvidaba todo, era una persona que yo quería en mi vida, había empezado con esos sentimientos desde hace un tiempo para atrás, y no fue a raíz de conocerla, es decir, claro que me llamó muchísimo la atención, digo, ES DANIELA CALLE, es una mujer guapísima, y sinceramente haríamos una gran pareja, pero fue a partir de que me escuchara como hace mucho nadie lo hacía, se interesaba genuinamente por mí, al menos eso había pensado durante todo ese tiempo.

Me dolía muchísimo el saber que nada podría pasar entre ambas, Poché estaba de por medio, y sí, la quería, pocos años atrás cuando la conocí había estado muy engatusada con ella, pero jamás como lo estaba con Daniela, era muy diferente.

Las cosas entre Poché y yo eran demasiado incómodas, después de que me hubiera visto casi besar a su novia y de que yo las hubiera visto haciendo el amor, que me había dolido, sí, pero estando borracha hasta casi estar inconsciente me parecía muy normal haberme desnudado, y no recordaba mucho más de esa noche más que el cuerpo desnudo de María José y el mío propio. No tenía mucho del recuerdo del cuerpo de Daniela en mi memoria, era un tanto frustrante.

Me fui a casa de Kim a dormir por varias semanas, ambas estábamos tristes, ella había roto con Sebastián, su novio, y yo en realidad seguía sufriendo por lo de Calle y lo de Poché, me sentía mala persona por haber dejado que mis sentimientos y mis deseos hubieran pesado más que mi amistad con ella. Kim y yo nos la habíamos pasado viendo películas durante toda esa semana, luego del trabajo, sólo nos quedábamos tendidas en su habitación y dormíamos juntas luego de platicar sobre nuestro corazón roto.

Lo que había pasado con ella y Sebastián se podía resolver, tenían cosas que no les permitían estar juntos como el hecho de que Kim estaba renuente al matrimonio y a toda la idea de tener hijos mientras que Sebastián quería la típica familia tradicional que Kim nunca se había planteado, huía del compromiso hasta que lo conoció a él, hasta se habían ido a vivir juntos con Atlas, pero era un cachorro, y un hijo era algo totalmente diferente, una responsabilidad inmensa. Kim no quería renunciar a su sueño de viajar a Europa con el hecho de casarse y tener hijos que cuidar, no eran sus planes pero sí los de Sebastián.

En cambio lo mío, en mi perspectiva, y no estoy diciendo que tenga la razón, era más complicado, ¿no? Estaba enamorada de la novia de mi amiga, con la que también había dormido antes. Probablemente era tiempo de dejar las relaciones con mujeres, con seres humanos en general, ya había descubierto que era malísima para todo eso. Continué sacando a cucharadas el helado del bote de chocolate que habíamos comprado Kim y yo, y la última cucharada fue mía, estaba riquísimo.

— Yo creo que debes seguir saliendo con más chicas.

— ¿Sabes lo difícil que es encontrar chicas fuera del clóset, y guapas? Muy difícil, Kim. Lo dices como si fuera fácil porque tinder y la vida real siempre es más fácil para los heterosexuales. Los dramas no son tan frecuentes.

— Pues ya te digo que sí lo son. He tenido muchos líos con hombres.

— Pues eso elévalo a la 5ta potencia.

— Vaya, debe estar complicado. - Kim me dijo riendo mientras relamía su cuchara con sobras de helado.

— Mmm. ¿Crees que Poché me perdone alguna vez?

Otra vez tú [Calle y Poché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora