¿Cerrando ciclos?

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Poché's POV

Aquella foto había llegado a mí de manera casi anónima por medio de instagram pues a pesar de que podía ver el usuario, era totalmente nuevo y apenas había sido creado, a pesar de aquello, no me quedaban dudas de la responsable de eso, pues solo había una persona aparte de Daniela podía tener esa selfie, y era Jaz. Jaz con su cabello rosa increíblemente pigmentado como si para ese momento se lo hubiera teñido recientemente a lado del amor de mi vida con unas caras de felicidad supremas. Daniela había estado feliz sin mí, yo nunca llegué a ese punto.

De cierta manera me hacía feliz saber que ella hubiera estado bien aun en mi ausencia pero ni siquiera con Lucía había podido olvidarla, tuve intención de hacerlo pero no tuve una relación seria después de Daniela. Ella sí. Se había vuelto a enamorar y eso me dio un poco de miedo, pues quería decir que ella podía ser feliz lejos de mí y yo lejos de su lado no. Y me asustaba llegar a ser tan dependiente.

Luego de haberme ido de ahí enojada, tomé la toalla y caminé hacia nuestra habitación. Era frustrante todo eso, lo que pensaba sería un viaje increíble, estaba siendo terrible con las cosas que Daniela estaba provocando en mí. Luego de que ella y yo volviéramos a estar juntas tras la larga separación, no habíamos tenido problemas luego del asunto de Lucía. Y me di cuenta de que había un patrón ahí, nuestras peleas recientes giraban todo entorno a ella. Y me molesté. ¿Cuándo había yo hecho sentir insegura o celosa a Calle? Probablemente con Mario cuando bailé en aquella fiesta improvisada, pero después de ahí, siempre le había dado su lugar. Un pensamiento infantil cruzó mi mente. Estaba imaginando hacer una idiotez para ponerla celosa, pero me detuve a pensar bien las cosas y no dejarme llevar por el enojo.

Jaz seguro que creía que Daniela la había llevado a Cartagena antes que a mí y su propósito era hacerme sentir mal porque parecía que yo era le segunda, pero no, a mí me había llevado primero. Me causaba muchísimo conflicto el competir, o la sensación de que tenía que competir por su amor porque antes jamás había sido así, nunca. ¿Por qué de pronto sentía que su amor era el trofeo que tenía que pelear? ¿No se suponía que tenía que ser mío nada más sin necesidad de pelearlo? Sentí mi corazón ahogado y continué caminando perdiendo la esperanza de que me siguiera. Ella no lo hacía.

Llegué a la habitación y me tiré a la cama luego de secarme y ponerme ropa más cómoda, no quería salir, no me sentía muy bien y me quería poner a llorar, pero no podía. Qué sensación tan horrible sentir mi corazón destruirse poco a poco y pensar en llorar pero no poder hacerlo porque ti cuerpo no lo permite. Lo peor de todo es que sentía que muy seguramente era mi mente la que provocaba todo ese miedo, toda esa competencia, toda la inseguridad y me jodía bastante.

Gruñí y como masoquista que era, tomé mi móvil e ingresé a ver una vez más la foto. Qué dolor. ¿Por qué me dolía tanto si esas fotos eran de un pasado en el que yo no estaba? Quizás porque se supone que yo debía haber estado en ese pasado, en ese momento, en su vida o al menos en su mente. Pero su sonrisa me decía que ni siquiera me estaba pensando.

Quería volver a casa. Me sentía como una niña pequeña, quería huir pero al mismo tiempo solo quería que Daniela llegara, me tomara por las mejillas y me jurara que no quería a nadie más que a mí a su lado, que yo era la única. De nuevo, quería escucharlo de nuevo todo. Claramente, ella no podría leer mi mente y saber qué era lo que quería en ese momento.

Me quedé dormida y con lágrimas secas en las mejillas. Debía ser una escena espantosa. Cuando desperté, me estremecí, tenía delante de mí a la mujer que amaba, con ojos cautelosos, observándome minuciosamente y sus dedos acariciándome las cejas. Nos estuvimos viendo un rato, ella sin expresión alguna, yo tampoco. De pronto me sentía confundida, no quería hablar del tema, quería que todos nuestros problemas desaparecieran por arte de magia. Deseaba dejar de sentir esa inseguridad que recientemente parecía haberse desbloqueado de mi mente como si fuera un nuevo nivel en algún video juego.

Otra vez tú [Calle y Poché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora