Capítulo 2

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Sara (Mamá de Daniela)

—¿Qué le pasa?— pregunta inmediatamente mi esposo después de salir de la habitación.

El Dr Edwin nos miro fijamente
—Tiene amnesia — dice de repente.

—¡¿Qué?!— exclamo pensando que había escuchado mal

—Al parecer, tiene una conmoción craneal — lo miramos sin entender — esto se debe al fuerte choque que tuvo, recibió varios golpes y uno de ellos fue en la cabeza.

Lo miro incrédula sin decir nada.
—Lo que ocasiono que perdiera la memoria de un cierto tiempo—

—Lo mejor es que no la abrumen con la perdida de su memoria, ella la ira recuperando poco a poco — sigue hablando — No puede tener emociones fuertes, traten de que poco a poco vaya recuperando su memoria  sin forzarla — finaliza serio

—¿Cuando recuperara la memoria?— pregunta mi esposo Max.

—Eso no lo puedo saber con exactitud, podrían ser días, semanas, meses, años e incluso nunca pero hay que tener fe y esperanzas — Nos mira y le da unas palmadas en el hombro de Max antes de marcharse.

—¿Qué vamos a hacer cariño?— le pregunto con mis ojos llorosos.

—No te preocupes mi amor, todo estaría bien — lo dice mientras me toma entre sus brazos

—¿Pero que le diremos a Dani? A estado preguntando por Dylan— hablo nerviosa.

—La verdad—

—¿La verdad? — pregunto incrédula —pero el Dr Edwin dijo que no podía tener emociones fuertes— cuestiono separándome de él para verlo a los ojos.

—¿Entonces que hacemos? — pregunta angustiado.

Me quedo mirando en un punto fijo del enorme pasillo, estaba pensando hasta que la idea llego a mí.

—Lo tengo— digo mientras doy media vuelta

—¡¡¿Dónde vas?!!— grita tratando de determe o al menos que le dé una explicación

—Ahora regreso, ve con la niña— hablo sin esperar respuesta y salgo del hospital.

Una vez fuera, tomo aire y empiezo a teclear un número.

Dos, tres, cinco tonos después y no contestaba.

Dos llamas después y sigue sin contestar, estoy creyendo que él no quiere contestarme.

Bien dicen que la tercera es la vencida, pero vamos... una mamá haría cualquier cosa para que su hija este bien.

Después de la quinta llamada el susodicho al fin contesto.

—Hola— contestan  casi en un susurro del otro lado del teléfono.

—Hola hijo, soy Sara la mamá de Daniela—

—Si, losé— dice en un tono casi inaudible.

—Tal vez no lo sepas y no te importe pero... Daniela ... Esta en el hospital — La voz no me salía, sentí como se me empezaba a formar un nudo en la garganta.

No escuche ninguna palabra por parte de él, solo soltó un gran suspiró de... ¿Fastidio?

—Si, lamento molestarte pero si en verdad no fuera necesario, no te estaría hablando— No espere respuesta de su parte y seguí hablando. —quería saber si ¿podíamos vernos?— Escuché un suspiro

—Ya se que Dani y tú no quedaron en buenos términos, pero en verdad hay algo que tengo que hablar contigo y no puede ser por teléfono — volví a hablar sin esperar respuesta

—Te veo dentro de 1 hora en la cafetería del hospital "Los ángeles"— finalice colgando la llamada y soltando todo el aire que había retenido en mis pulmones.

Me dirijo hasta la cafetería en un manojo de nervios.

Tomo asiento en una mesa del centro, estoy esperando a que pase la hora que le di para que llegara.

(...)

Ya habían pasado 15 minutos de la hora acordada, ya estaba muy nerviosa y ansiosa de que ya no llegara

Mi café no había bajado nada desde que me lo trajeron pero no podía pasar ni un sorbo pensando que le diría y como reaccionaria, pero es por el bien de mi hija, tengo que hacerlo me repetía una y otra vez para darme animos

Estaba a punto de irme cuando Dylan aparece.

Al verlo entrar por aquella puerta, un alivio recorrió todo mi cuerpo. Lo primero ya estaba pero no podía cantar victoria hasta que aceptara mi propuesta, trate de  leer su semblante pero me fue imposible,así que me espera lo peor.

Me pare de mi asiento para que me viera, el camino hasta mí, muy serio.

En verdad no entendía como una persona podía cambiar tanto.
Cuando Dylan era novio de mi hija  él siempre estaba con una enorme sonrisa y sus ojos brillaban por si solos aún en las peores situaciones pero ahora... Él era otro, nada quedaba del chico que conocí hasta podía decir que ahora era un cretino o tal vez solo lo veo así por que realmente fue un total cretino con Dani en los últimos meses de su relación.

En verdad no creo que acepte,  pero lo tengo que intentar por el bien de mi hija.
Ahora ella no puede enterarse que termino con él,  ya hace un buen tiempo, que él ahora este con alguien más y a punto de casarse

—Señora Sara, lamento el retraso pero ya estoy aquí— habla haciendo que vuelva de nuevo a la realidad.

—Hola hijo, ¿Cómo estas? —digo mirandolo directamente a los ojo y trato de darle una sonrisa pero creo que pareció todo lo contrario a una sonrisa—lamento molestarte— me siento de nuevo y hago el aleman para que él hiciera lo mismo.

Él toma asiento pero parese un tanto tensó, carraspea para que siguiera hablando.

—pero necesito que me hagas un favor — Se remueve en su asiento — ¡¡Finge ser el novio de Dani!!—

El recuerdo del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora