Capítulo 6.-

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Daniela

A pasado ya un mes desde que desperté del coma y las cosas van bien.

Mis padres vienen todos los días, mi hermano Sebas viene cada tercer día sin falta aún que si por él fuera viniera todos los días pero esos son los gajos del oficio de ser un gran abogado.
Mi mejor amiga Karen volvió de New York después de enterarse de que había despertado. Ella se fue después de graduarse, estuvo viniendo cada 3 mes a verme y ahora que estoy despierta, no quiere estar lejos de mí. Losé losé mi mejor amiga es un amor.

Lo que corresponde a Dylan, las cosas son un tanto extrañas, él casi no viene a verme y cuando lo hace solo viene como visita de doctor, aunque mi doctor dura más que él.
En este tiempo me he llevado mejor con mi doctor, tanto que ya hasta somos amigos. Se mucho más de la vida de mi doctor que la de mi propio novio.

Cada vez que quiero hablar con Dylan, me ignora los mensajes o rara vez los contesta y si lo llamo dice estar siempre ocupado.
Se que no debo de esperar que este derrochando amor por mi pero vamos, esta más frío que el hielo. Su extraño comportamiento me hace sentir mal, pero bien dicen que hay que darle tiempo al tiempo para que todo se acomode, y eso haré.

-Hola Dani, ¿cómo te sientes?- entra el Dr Edwin a mi habitación sonriente

-Bien, pero estaría mejor si pudiera salir del hospital y comer unos ricos tacos al pastor- Sobó mi estómago

-jajaja, tú y tu obsesión por la comida - dice mientras sonríe

-Ohh vamos, tú estarías igual que yo, si no comiera unos ricos taco desde hace 2 años y eso sin contar que la última vez que recuerdo a verlos comido fue hace 4 años - hablo riendo

-Buen punto... y por eso hoy dejare que te comas unos ricos tacos al pastor- dice aproximándose a mí

-¿En verdad?, Edwin no juegues con mis sentimientos, sabés cuanto tiempo he deseado comer unos ricos tacos-

-¿Por qué te mentiría?, si hoy te doy de alta- mis ojos se iluminan al escucharlo.

Él suelta un risa y niega con la cabeza

-Jamás te mentiría y mucho menos con tus sagrados tacos- vuelve a reír.

No me había dado cuenta pero Edwin tiene una hermosa sonrisa

-Genial, ¿Y a qué horas me voy de aquí? - digo emocionada

-¿Tan mal doctor fui, como para que ya te quieras ir?- dice colocando su mano en el pecho fingiendo dolor

-¡Edwin!, sabes que no lo digo por ti, si conocerte fue una de las mejores cosas que me pudo pasar.- le vuelvo a sonreir -Además eres mi Doctor favorito- digo en voz baja mientras veo que no haya nadie.

-Y tú mi paciente favorita- levantó la cabeza para verlo directamente a los ojos y este revuelve mi cabello con una gran sonrisa que logra hipnotizar

-¡Oh que lindos!- escucho la voz chillona de mi mejor amiga en el marco de la puerta -Lamento interrumpir su momento íntimo pero me dijeron que tenía que llevar a esta señorita a casa - dice tomando asiento en una esquina de la cama.

-Bien, ya que alguien vino por ti, iré firmar los papeles de tu alta- dice Edwin saliendo de la habitación.

-¡¡Karen!! Eso no fue gracioso- digo sería.

-Lo fue para mí, hubieras visto sus caras- dice riendo - Dani, ese doctorsito se muere por ti

-Oh vamos Karen, dime algo más creíble -

-Hablo enserio Daniela - dice seria -Te apuesto lo que quieras, a que le gustas

-Ah sí, y ¿cuándo le empecé a gustar?- me paro de la cama y camino hacia un pequeño ropero-¿cuando dormía como oso en hibernación? Y eso omitiendo la parte en que tal vez no despertara Ó ¿cuando desperté con mi cara de zombie? - tomo mi ropa y se la aviento a la cara

-como quieras, solo después no digas que no te lo dije-

-Ya deja de decir cosas sin sentido y ayúdame a vestirme que ya quiero salir a comer unos ricos tacos al pastor

-Daniela, 2 años sin comer unos tacos y aun sigues con tu obsesión- ríe

-Lo que bien sabe, nunca se olvida- me encojo de hombros

-Así ni siquiera es el dicho-

-Funciona para mi- río

(...)

-Bien, supongo que este es el adiós- su voz suena un poco triste

–Pues creo que sí... este es el adiós de doctor-paciente— su mirada es de confusión —pero sigue la faceta de amigos— le doy una sonrisa de cómplice.

—Oh talvez la de novios— susurra Karen

—¿Qué dices?— pregunto

-¿Que si ya estas lista?- habla Karen, caminando hasta nosotros

Solo asiento, tomo el brazo de mi amiga y caminamos rumbo a la salida.

-Oh espera, olvidó algo- doy la vuelta, camino hasta donde esta Edwin y le doy un fuerte abrazo.

-Gracias- le susurró al oído y me corresponde el abrazo.

De repente se escucha que alguien se aclara la garganta, eso hace que acabemos con el abrazo.

-Interrumpo- se escucha a nuestro lado.

El recuerdo del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora