Capítulo 21.-

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Dylan

—Hola, soy el Doctor Edwin Cárdenas— dice serio

—Hola doctor, soy Sofía— habla sonriente —y él es mi esposo Dylan—me señala y noto como Edwin no me quita la mira de encima

—Mucho gusto— me extiende la mano, la tomo y como si de una lucha se tratara, nos apretamos fuertemente las manos. Después le extiende la mano a Sofía

—Pero tomen asiento, por favor— dice Edwin —Bien, así que vienen para el primer ultrasonido—

— Si doctor— Sofía toma mi mano — Queremos ver qué nuestro bebé este bien— sonríe

—Qué bueno, entonces empezaré con un cuestionario básico— Sofía asiente

—¿Que número de embarazo es?—le pregunta a Sofía

—Es nuestro primer bebé— Edwin empieza a anotar

Empieza a realizar múltiples preguntas pero todas se las hace a Sofía, tal parece que me está ignorando

—Esta bien, puede recostarse en la camilla— dice señalando atrás de nosotros
—Levántese la blusa, por favor— ella asiente y lo hace — Sentirá un poco frío

Le vierte un gel en su vientre y empieza a expandirlo con la máquina

—Aqui esta su bebé— dice Edwin señalando el pequeño monitor —Esta aún muy chiquito por eso no se aprecia bien— aún estando en esta situación tan incomoda, ver a mi bebé me hizo sonreír y por un instante pensé que todo está bien, mientras él esté bien

—Les daré una foto— avisa Edwin —A penas tiene 6 semanas, pero se ve bien para el tiempo que tiene— Limpia los residuos del gel del vientre de Sofía —Ya puede taparse — sonríe y Sofía se levanta

—Todo está bien, el bebé tiene un buen tamaño, le recetare unas vitaminas y ácido fólico para que todo siga bien— habla muy amable y sonriente mientras teclea en la computadora —Por el momento esto a sido todo, puede pasar con la enfermera para agendar una nueva cita dentro de un mes— le entrega la receta y se despide de mano

—Muchas gracias Dr. Cárdenas— dice Sofía y esté solo sonríe

—Espero verlos pronto— dice Edwin viéndome a los ojos.

Sofía asiente y me toma de la mano para salir del consultorio.
Pero antes de que salgamos del hospital me detengo.

—¿Pasa algo amor?— pregunta Sofía

—Sofia, tengo algo que hablar con el Doctor, ahora regreso— ella asiente no muy convencida

Corro hasta el consultorio y entro sin avisar

— ¿Qué se le ofrece?, ¿Se le olvidó algo?— dice sin voltear a verme

— No le digas nada a Dani— suelto sin más

—¿Qué no le diga qué?— me mira esperando respuesta —¿Qué eres un poco hombre?,¿Qué la estás engañando?—

Trato de decir algo, pero no salen palabras

—Pero vamos, dime... ¿¡Qué se siente jugar con 2 mujeres al mismo tiempo!?— grita —¡¿Qué se siente ser un hijo de la chingada?!— Se levanta de golpe de su silla de escritorio

—Tú no lo entiendes, no sabes nada—

—¿Qué no se nada?— rie sin ganas—Saber que esperas un hijos de otra mujer que no es Daniela, ¿es no saber nada?

—Solo... no le digas nada— susurro

— Esperas que te solape tus mentiras— niega —Estas demente, Dani no sé merece a un idiota como tú—

—Lo sé... Pero no la quiero perder, en verdad la amo— lo digo con sinceridad

—Pues tú forma de amar da ascó—

Se que tiene razón, tal vez suena egoísta de mi parte pero no puedo perderla, no a ella, no otra vez.

—Una buena chica como Dani, no se merece alguien como tú—

Esto ya me empezó a molestar

— ¿Y quién si la merece?— digo irónico

— Alguien que la ame de verdad, que la cuide, que solo le pertenezca solo a ella y no la engañe

—¿Alguien como tú?—lo miró serio

—Síiii— dice firme —alguien como yo, que de verdad la ame

—Yo la amo más que mi vida—

—No mientas Dylan, si de verdad la amaras cómo dices, no la engañarías— yo niego ante sus palabras

—Tienes 2 semanas para decirle la verdad a Dani— sentencia

—¿Y si no lo hago? ¿Qué?— lo reto

—Se lo diré yo— dice decidido

—¡Eres un idiota!, ¡te quieres aprovechar de esta situación!— digo ya molesto

—Te equivocas, yo nunca me quise aprovechar, es todo lo contrario— camina hasta un mesa — al principio creí que eras alguien que la haría feliz, alguien bueno, por eso me aleje— toma una taza y se prepara un café

—Pero por alguna u otra razón, siempre me la encontraba, trate de alejarme de ella, pero cada vez que desidia alejarme, la veía cómo sufría por ti y eso solo me hizo querer protegerla más y más, hasque que al final me enamoré— camina hasta un sillón

—Ella se merece un verdadero amor, un amor completo, no como el tuyo, que solo le ofrece migajas de amor y cuando tu mujer de a luz, no tendrás tiempo para Dani, la dejaras y ella terminara sufriendo—

Me quedo anonadado por todo lo que acaba de decir, tal vez tenga razón.

—No dejaré que la hagas sufrir más, bastante tiene con su perdida de la memoria y cuando se entere de tu traición quedará devastada— tomo un sorbo de su café —lo mejor para ella es terminar con esto ahora, antes de que se enamore más de alguien que no la ama

—Tú que sabes de mis sentimientos—

—Sé lo suficiente como para saber que no la dejaras por tu estúpido ego de macho... dices amarla pero si verdaderamente la amarás no la lastimarías y quedrías su felicidad a pesar de que no sea a tu lado—

—Esta bien te daré más tiempo, tienes 1 mes para contarle la verdad a Dani pero no más— dice serio

No digo nadamás, no tengo como refutar sus palabras porque al final se que tiene razón

Salgo del consultorio, con mil pensamientos en la cabeza

—Al fin sales— Sofía me hace volver a la realidad —¿Por qué te tardaste tanto?

— Por nada— la tomo de la mano —vamos, te dejare en tu casa, tengo algo que hacer—

—Esta bien Amor— es lo único que dice

Tengo que apurarme, solo tengo 1 mes y tengo muchas cosas que hacer, antes de decirle todo a Dani

Antes de perderla para siempre

El recuerdo del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora