Capítulo 24.-

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Daniela

Apenas es media semana y ya estoy mega cansada, me la he pasado de exámen tras examen. Y para acabarla no me he podido comunicar con Dylan desde el fin de semana.

Ya salí de la universidad pero iré a hacer un trabajo a la casa de Miriam, salimos  juntas y vamos directo al estacionamiento, nos subimos a su auto y nos ponemos en marcha

—Oye, antes de ir a mi casa, tengo que pasar por unos libros a la casa de mi tía, ¿está bien?— habla sin quitar la mirada del camino

—Ah si está bien, no te preocupes—

En menos de 10 minutos llegamos

—Es aquí, vamos— dice saliendo del auto

Salgo en seguida atrás de ella, toca la puerta y en unos minutos sale una chica como de 15 a 17 años

—Hola Kim — Saluda Miriam —Ella es Dani—me señala

—Hola— digo sonriendo

—Hola— sonríe —pero pasen— se hace una lado y nosotras pasamos

—Oye Kim y ¿mi tía?—

—Ella y mi papá salieron a comer con Dylan y Sofia, para ver una nueva fecha para la boda como no quieren que a Sofía se le note mucho el embarazo— dice mientras nos lleva hasta la sala

Cuando escucho los nombres de Sofía y Dylan juntos, me asombro, es una considencia muy pero muy rara, pero trato de no tomarle importancia y solo lo dejo pasar

—Que bueno, ya se estaban tardando.—

—Sí, con eso de que Dylan la había pospuesto, ya estaba pensando mal pero están muy enamorados, no pueden estar separados por mucho tiempo y ahora que están embarazados, están más felices—

—Es cierto, los he visto, ya me di cuenta que los Dylan son buenas opciones, de hecho Dani anda con un Dylan y la trata de maravilla— dice mirandome y yo solo sonrió

—¿Encerio?— pregunta Kim

—Sí, me saque la noteria con él—

—Creo que necesito un Dylan en mi vida—dice Kim y todas empezamos a reír

—Bien, hablemos de eso después, porque Dani y yo tenemos tarea que hacer— interviene Miriam

—Ah sí, ¿qué necesitas?— pregunta Kim

—Necesito unos libros, me dijo mi tía que estaban en el despacho—

—Pues vamos por ellos, para que tomes los que necesitas— Miriam asiente y voltea a verme

—¿Quieres ir o te quedas? De igual forma no me tardo— me pregunta

—Me quedo aquí— digo y ellas asienten, veo como se pierden de mi vista

Empiezo a caminar por la sala y veo las fotografías

En una salen 2 niñas jugando en el parque, en otra están un hombre, una mujer y una niña de un año aproximadamente, empiezo a ver las demás fotos y no puedo evitar sonreír, se ven tan felices.

A la distancia me llama la atención una fotografía que está pegada en la pared, me acerco y veo una foto familiar, una mujer, una hombre y 2 chicas,  pero me quedo anonadada al recocer a una persona

Una de las chicas es Sofía, la amiga de Dylan, de repente siento como un nudo en mi garganta se empieza a formar y sin poder evitarlo una lágrima se escurre por mi mejilla.

Atrás de mí se escuchan las risa de Kim y Miriam

—Ya vámonos— dice Miriam, me giro poco a poco para verla y me mirá preocupada —¿¡Qué pasa!?—

Trato de hablar pero el nudo en mi garganta no me deja hablar, poco a poco empiezo a hablar

—E... Ella es... Sofía— las 2 asienten sin entender y yo niego con la cabeza

—Ella es Sofía— digo entre llanto —Ella es la amiga de Dylan

Las 2 me miran sin entender, me acerco hasta ellas

—¿Cómo es Dylan?— hablo —enséñame una foto o algo— le digo a Kim

Ella no muy convencida, saca su celular y empieza a buscar, me enseña una foto de Dylan y Sofía abrazados felices

Al verlos siento una presión en mi pecho y me empieza a faltar la respiración

—Dani, ¿Estás bien?, ¡¿Qué pasa?! — dice Miriam preocupada

Antes de que pueda responder, se escucha como abren la puerta, a los segundos se escuchan risas y veo entrar a una pareja de señores de unos 40 años, atrás de ellos entran Dylan y Sofía de la mano

—¿Qué pasa?— pregunta confundida la señora

Dylan suelta rápidamente a Sofía y mis lágrimas siguen rodando por mis mejillas

Miriam se empieza a acercar pero no aguanto más y salgo corriendo, escucho como Miriam me grita pero simplemente no puedo parar de repente siento como la respiración me empieza a faltar, empiezo a disminuir mis paso y de repente veo negro, trato de abrir los ojos y entre borroso veo a Dylan tocando mi cara...

—¡Dani, reacciona no te duermas por favor!— siento de nuevo mis ojos muy pesados y poco a poco se empiezan a cerrar

El recuerdo del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora