Dylan
Mi chaparra por fin despertó, y no quepo de la emoción, ya le avisé a sus papás de que despertó y no tardan en llegar, mientras espero a que salga el doctor para saber que está todo bien.
—¿Cómo está mi hija?— pregunta la Sra Sara apenas me ve
—Todavía no sale el doctor la está examinando, pero por lo que ví, está muy bien y creo que ya recupero la memoria—
El Sr Max suelta aire y su mujer me abraza
—Gracias a Dios, ya despertó mi niña—
Sale Edwin de la habitación con una sonrisa
—Dani está muy bien y ya recupero la memoria— apenas terminan de hablar sus papás, entran a verla
—Creo que lo demás paso a segundo plano— sonríe Edwin mientras ve cómo entran a la habitación—Pero entonces ¿está todo bien?— pregunto llamando su atención
—Si, físicamente está muy bien pero aún falta unos algunas pruebas para descartar algún otro problema— doy un suspiro y sonrió —No tienes de que preocuparte, lo peor ya pasó— me da unas palmadas en el hombro, suena mi teléfono y la sonrisa se me borra
—Bien, te dejo a solas para que contestes— asiento y él se va
—Hola mamá ¿Qué pasa?— hablo serio
—¿Dónde estás?— escucho como suelta un suspiro
—En el hospital—
—Sal de ahí inmediatamente— habla furiosa
—¿¡Qué!?— hablo sin creer lo que escuché
—Lo que oíste— se escucha muy molesta —te espero en la casa en 15 minutos— sin decir más cuelga
Tomo aire y salgo del hospital para ir a casa de mis padres, me hubiera gustado ver a Dani antes de irme pero seguro tiene muchas cosas que hablar con sus papás y por lo visto yo también.
Cuando llegó a la casa de mis padres, tocó el timbre y en menos de 1 minuto mi mamá abre la puerta con un semblante en la cara muy serio, tomo aire y paso hasta la sala donde está mi padre sentado en un sofá con la cabeza agachada con sus manos entrelazadas, tal párese que la situación no es de su agrado.
Apenas llegó al sofá y mi mamá habla
—Tu lugar es con la madre de tu hijo, no con Daniela—
—Mamá, aunque no este con Sofía me haré cargo de mi hijo pero deben de entender que amo a Dani — trato de hablar lo más calmado que puedo
—El que parece no entender eres tú, ¿a caso no te cuerdas que ella te dejo?— niego con la cabeza y volteo a ver a mi padre buscando algo de su apoyo pero él solo se muestra serio
—La que no sé acuerda que debe mantenerse fuera de mis asuntos eres tú... se te olvida que ya soy mayor y se que es lo mejor para mí— hablo ya sumamente molesto
—Pues no parece... pero no discutiré más— se levanta del sofá y camina hasta la puerta de la sala —yo no crié un hijo para que abandone a su hijo y a su mujer por otra mujer que no vale la pena— habla sería y sale de la sala
Ya está... Traté de mantener la calma pero simplemente mi mamá a pasado la raya
—¡Mamá!— grito tratando de detenerla pero es inútil —¡Daniela lo vale todo!
—¡Basta!— grita mi padre y volteo a verlo impactado, pues es la primera palabra que habla desde la discusión
—¿Acaso no te das cuenta?— pregunta decepcionado —Tu madre no lo dice pare llevarte la contraria al contrario lo dice porque piensa que es lo mejor para ti— camina hasta mí y aprieta mi hombro —acaso... ¿sabes cuanto va a sufrir tu hijo cuando los demás niños le pregunte porque sus papás no están juntos?— niego con la cabeza y él da un gran suspiro — los niños llegan a ser demasiado crueles—
—Papá— trato de hablar pero se hace un nudo en la garganta —Yo amo de verdad a Dani y no creo poder vivir sin ella— digo y mis ojos se llenan de lágrimas
—Lo sé hijo— me abraza —pero a veces debemos dejar nuestros sentimientos de lado por la felicidad de nuestros hijos—
La verdad no sé porque pero está vez siento un espacio vacío en mi pecho que nada lo puede llenar, es más desgarrador que cuando Dani me dejó aquella vez, talvez sea porque ahora estoy 100% seguro que ya no hay marcha atrás, que ahora sí, perdí para siempre a la mujer que amo.
Por más que llore nada cambiara, mis lágrimas siguen saliendo sin parar, quiero dejar de llorar pero siento que sí no lloro hoy por aquel amor perdido quedaré perdido en un mar de resentimiento y seré un hombre sin sentimientos.
Salgo de la casa de mis padres devastado, llegó a mi departamento y reviso los mensajes que Dani, las fotos y vídeos, tal vez no fue tan buena idea porque siento como mi corazón se rompe en mil pedazos. La verdad no sé como podré salir adelante pero se que mi hijo me dará la fuerte suficiente para salir de esta depresión
A la mañana siguiente salgo muy temprano al hospital, ya estoy decidido a dejar a Dani, tal vez sacrifique mi felicidad pero mi hijo es más importante, debo de admitir que ayer fue la peor noche de mi vida.
Cuando llegó al hospital veo a Miriam en la sala de espera, apenas de ve y camina hasta mí
—No soy quien para reprocharme nada pero en verdad espero que pienses en tu hijo antes que nada— termina de hablar y se va sin darme tiempo de responder.
Doy un suspiro pesado y camino hasta la habitación de Dani, cuando voy a entrar sale Sebastián y Karen
— Hola— dice con una pequeña sonrisa Karen —Dani te está esperando— en vez de emocionarme por esas palabras, es lo contrario y escucho como Sebastián bufa
—Amor ya vámonos— Karen toma de la mano a Sebastián, veo con él se tranquiliza un poco y sonríe pero apenas voltea a verme me da un mala cara
Caminan hasta el ascensor, volteo a verlos y sonrió por inercia, apesar de que Sebastián y yo dejamos de ser amigos por el pasado me alegra que por fin sean pareja, yo sabia que desde hace tiempo a Sebas le gustaba Karen, y me alegra que al menos ellos si puedan ser felices.
Tomo aire y abro la puerta, Dani al verme sonríe y siento como algo se estruja en mi pecho.
Lo siento mi amor pero tal vez nuestro destino es no estar juntos.
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El recuerdo del Amor
RomanceCuando Daniela despierta después de estar un par de años en coma por un trágico accidente automovilístico , sufre de amnesia. No recuerda los últimos 2 años de su vida antes del accidente. Al despertar busca a su novio (Dylan) pero las cosas no son...