Muy temprano en la mañana Elrich se dispuso a arreglarse, para su improvisado encuentro con el chico de rebeldes cabellos rojos, se vistió con un jean gris, una polo negra y unos vans rojas, el cabello amarrado a la mitad ese era su típico peinado se dispuso a bajar a desayunar, una ensalada de frutas y cereal, café y jugo de naranja. Entonces alguien lo interrumpió
-Disculpe, señor pero alguien lo solicita en la puerta—Dijo la ama de llaves.
-Está bien ya voy, gracias—Le sonrió amablemente
Se dispuso a ir a la sala de recepción, con una sonrisa. Pero esta se desvaneció al ver quien le solicitaba. Un chico como de un metro setenta y dos de piel bronceada con ojos color lila, cabello rubio platinado corto y unas orejas en punta típico de los insípidos elfos. Olía a biblioteca—Así pensaba Elrich de los elfos.-Buenos días, majestad se le ve radiante hoy—Dijo al verlo con una enorme sonrisa blanca
-Buenos días, el rey aquí es mi papá así—respondió Elrich con un tono frio y de desinterés total— ¿Puedo saber quién es usted?
-Oh, dispénseme soy Markus hijo de lord Davis—Al oír dijo para sí mismo pero que anticuado—Estoy aquí para charlar con usted
-No tengo mucho tiempo, dígame—dijo enarcado una ceja mirando con desdén y frialdad a aquel chico que no había perdido su sonrisa y ese brillo peculiar en los ojos que no sabía descifrar.
-Quiero saber si podría venir a mi casa a una cena, si no es mucha molestia y su tiempo lo permite solo dígame cuando y la hora lo recibiré con gusto.
A tal proposición Elrich lo miro con desconfianza, fingió interés y dijo.
-Le hare saber cuándo pueda, le hare llegar un mensaje. Ahora si me disculpa me tengo que ir.
-Esperare ansioso a su mensaje, me retiro—Le alzo la mano para estrecharla a lo que Elrich le correspondió solo por formalidad—Espero tenga un lindo día señor.
-Usted también—Seco y frio
Aquella visita inesperada le había dejado cierta desconfianza, salió al establo donde estaba Magnus.-Hola amigo, preparado hoy tendré un acompañante espero no forzarte mucho—Le dijo con una sonrisa y se montó.
Magnus salió corriendo y cuando estuvo fuera del establo abrió sus enormes alas y empezó batirlas y entonces empezó a elevarse y en cuestión de minutos ya estaba en la frontera y alguien ansioso esperándolo.Cuando Stefan lo vio su rostro de ilumino bajando de aquel caballo alado blanco como la nieve de ojos profundamente azul. Stefan estaba vestido con unos jeans desgastados y rotos en las rodillas, una camiseta color salmón, un sweater color vino y un gorro del mismo color pues estaba del lado de la nieve y no quería morir congelado.
-Disculpa la tardanza, llego una visita muy inesperada y tuve que atenderla—dijo acercándose y plantándole un beso en la mejilla.
-No acabo de llegar, pero que hermoso caballo cuando nos conocimos estaba más pequeño ahora es un hermoso ejemplar—dijo acariciando al animal—Oye y ¿quién te visito?
-Un elfo invitándome a cenar le dije que le avisaba pero dudo asistir a una cena que de seguro es tan gris—Dijo captando la atención de atención de su acompañante.
-¿Ha si? ¿Qué te pareció? ¿Es lindo? ¿Quieres ir?—Interrogo el otro con la rabia y celos picando en su interior.
-No puede ser—Con una sonrisa y cierto brillo en los ojos— ¿Estás celoso?
-¿Yo?—Respondió mirando a otro lado con rojo de vergüenza y rabia—Para nada, si quieres te vas con él, me voy—Se dispuso a caminar en la dirección contraria pero Elrich lo tomo por un brazo lo pego a él y le planto un beso tan apasionado que los dejo sin aliento—Si me das otro así, pensare en quedarme—murmuro aun con los ojos cerrados esperando a que lo que pidió
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Los Soberanos: Elegidos ©
FantasyPor primera vez en la muy larga historia el mundo se enfrentara con un poder desconocido, 6 elementos, 6 reyes y 2 chicos. 2 chicos que el destino los unirá, ineludiblemente. ¿Serán ellos la salvación del planeta? o ¿Su total destrucción? **Primer...