Parte1, Capitulo 8

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Pasaron las semanas y la rutina de los elegidos eran la misma, ir a entrenar a la arena de los elementos, la fiesta no se había celebrado pues estaban más enfocados en entrenar a los chicos, les dieron unos días libres para descansar se encontraban en las primeras horas de la tarde del primero y se verían en la sala de Whitecastle.

Elrich había bajado su consumo de sangre de tres bolsas por semana a dos, sus abuela dice que los primeros días o semanas luego de probar sangre el cuerpo necesita acostumbrarse y otras cosas que necesitan los vampiros para seguir con normalidad su vida. Tambien le comente que el podria necesitar mas sangre por su cosumo de energia

La puerta se abrió, y entro el chico que le roba el aliento, con un gorro blanco de lana una bufanda de rayas negra y blanca, un sweater rojo pasión y unos jeans negros, al verlo se quitó el gorro, y sonrió se extrañaban tanto hacía tiempo que no se veían a solas.

-¿Qué esperas?—Pregunto el de pelo blanco— ¿Permiso?—el seguía sentado en el sofá, vestido con una camiseta negra con unas uvas verdes estampadas en ella, un pantalón rasgado, el pelirrojo salió corriendo y se abalanzo sobre él y le comió los labios como si no hubiera un mañana, mientras se besaban se trasportaron al departamento, al estar ahí bajo la cremallera del sweater del pelirrojo y se lo quito.

-Como te extrañe—Murmuro este quitándose la bufanda—Ya no resisto más—Se levantó y cargo a Elrich hasta la habitación mientras comía sus labios de nuevo.

Al llegar lo empujo contra la gran cama de la habitación principal se quitó la camiseta, y se colocó encima juntando las dos erecciones, parecían rocas, Elrich tocaba cada rincón de esa tersa piel bronceada salpicada de esos vellos rojos, Stefan bajo de sus labios y beso su cuello.

-Cuidado me dejas marcas—Dijo entre jadeos

-Ya sabes la cura para eso—murmuro sobre su cuello, mientras empezaba a quitarle la camisa—Extraña tu olor, tu piel, tus besos, tus caricias—Hablaba mientras dejaba pequeños besos por el torso frio del peliblanco, se concentró en los pezones de este mientras el mismo Elrich se quitaba el botón de los jeans y bajaba el cierre.

El pelirrojo quito el jean e hizo lo mismo con el suyo, quedando los dos en ropa interior mientras las acariciaban, con un exquisito movimiento de caderas. Se sentó a horcajadas sobre él y lo miro.

-¿Entras tu o entro yo?—Elrich se levantó para que dar a la altura de su oído y dijo

-Tu, quiero saber que se siente.

El pelirrojo aprovecho su posición para soltarte el cabello y luego lo empujo suavemente, el de ojos azules lo miraba atentamente. Empezó con la rutina de besos, y así fue hasta que llego al elástico de la ropa interior y empezó a lamer la protuberancia dura mientras el príncipe de hielo gemía, bajo lentamente sacando el miembro y empezando a masajearlo de arriba abajo.

Luego lo metió a su boca y le dio placer con su boca. Minutos después ya no tenía ropa interior, las piernas blancas y frías en sus hombros.

-Entra lento—Gemía el de pelo blanco sentía como la punta del pene del pelirrojo rosaba su entrada, poco a poco entro gruñía de dolor, cuando entro todo suspiro—Ahora espera—lo  beso.

-Pensé que serias frio también por dentro, pero estoy equivocado.

Paulatinamente, fue saliendo y entrando, hasta que el esfínter se dilataba al ritmo de sus estocadas, las paredes apretaban y aflojaban el miembro del pelirrojo, de a poco fue aumentando la velocidad y la rudeza, salía y entraba, giraba la cadera y a veces simplemente se quedaba quieto, oyendo el concierto de gemidos de su acompañante.

Sin salir de él, lo levanto y quedo sentado en la cama y el de cabello largo sobre el a horcajadas, empezó a bombear de nuevo, mientras sus grandes manos, apretaban y sostenían las caderas del contrario empezó a besarlo, los collares empezaron a brillar y sintieron que estaban en el punto y segundos después Elrich con un sonoro gemido se vino en su pecho, sin tocarse.

Los Soberanos: Elegidos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora