Nivel 7: Ofender

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Días después Eren invito a comer a Levi a su casa, cenarían junto con Armin, los padres de Eren no podrían acompañarlos esa noche ya que Grisha tenía turno doble en el hospital y Carla tenía que viajar a Chicago para visitar a su prima enferma. Los padres de Armin fallecieron hace diez años en un incendio, Armin vivía en Alemania anteriormente, su padre era un hombre de negocios, conoció a mi padre en una conferencia que él dio para poder reunir ingresos para el nuevo hospital, desde entonces se llevaron muy bien, Armin era un chico muy tímido y alegré… hasta esa noche.

Una noche el pueblo comenzó a arder en llamas, nosotros logramos salir a tiempo de nuestra casa antes de que el fuego la consumiera, tratamos de buscar a los Arlet pero no los encontramos por ningún lado; el incendio duro horas y solamente se escuchaban los gritos de la gente atrapada en el fuego, los llantos de las personas buscando desesperadamente a su familia, los gritos de ayuda de la gente atrapada, las instrucciones del cuerpo de bomberos, Armin y su familia estaban atrapados en el fuego. A la mañana siguiente solamente se podía observar la mitad del pueblo quemada. La policía y bomberos no sabían que había iniciado el fuego, mi madre encontró a Armin llorando en un callejón, nos contó que no pudieron salvar a su familia y solamente él sobrevivió.

Mis padres lo trataron de consolar, tuvimos que mudarnos con una de mis tías temporalmente, Armin seguía triste, con el paso del tiempo se recuperó y siguió adelante. Un año después fue adoptado por mis padres pero a petición de él quería seguir conservando el apellido Arlet »En memoria de mis padres.« fueron sus palabras, mis padres aceptaron gustosamente.

Cuando Levi llegó a la casa de los Jaegers, tocó el timbre siendo recibido por Armin, quien lo miraba con odio.

—¿Qué quieres?.—Contesto molesto Armin.

—Viene a ver a Eren ¿Acaso no es obvio imbécil?.—Respondió burlesco Levi.

Armin no era idiota como para no darse cuenta de lo mal que va la relación de su querido hermano, Levi es un maldito desgraciado que está haciéndole la vida imposible a Eren, quería negarle la entrada a su hogar de no ser por Eren quien interrumpió en el lugar.

—¡Levi! Pasa en unos momentos estará la cena.—Levi entró a la casa, Armin bufo y cerró la puerta.

Levi estaba en la sala sentado viendo con desinterés la televisión, Armin se sentó en el otro sillón y lo miro con molestia y seriedad.

—¿Qué demonios quieres de Eren?.—Levi dirigió su atención a Armin y sonrió.

—Oh nada, solamente quiero pasar la eternidad a su lado…—Armin no estaba satisfecho con su respuesta estaba por volver a repetir su pregunta pero Levi se adelantó.—Debería yo preguntar ¿Qué hace aquí el asesino de Widteer?.—Armin lo miro sorprendido.

Hace mucho tiempo que no escuchaba ese nombre, el nombre de su pueblo natal.

—¿Qué?.—Fue lo único que pronunció, Levi lo miro fijamente, con esa mirada fría.

—¿Cómo crees que reaccionarian los Jaegers al saber que el causante del incendio vive bajo su techo? Veo por tu reacción que tú ni siquiera lo recordabas.—

—Mentira… ¡No fue mi culpa!.—Armin bajo la mirada tratando de contener las lágrimas.

Jamás pudo olvidar esa noche, La noche de: “Gritos de pesadilla” todas las noches su mente lo torturaba con el recuerdo de aquellas personas quemándose y gritando en medio del fuego, rememorando una y otra vez los gritos de sus padres, la mirada compasiva de su abuelo.

—Oh claro que fue tu culpa, un chiquillo que jugaba con el fuego, aquel niño que asesinó a miles de personas en una noche. Debo de reconocer que fue una gran tragedia así como una gran noticia.—Hablo Levi mientras veía como Armin evitaba mirarlo.

—Fue un accidente, yo jamás quise hacerlo, jamás quise provocar un incendio en Widteer.—Armin se levantó del sillón y se fue al baño.

»Maldito Ackerman.« Pensó Armin, mientras trataba de recuperar la compostura.

Eren quería sorprender a Levi con una gran cena que él mismo prepararía, misma razón por la cual se estaba esforzando en hacerlo bien, todos le han dicho siempre que su comida es deliciosa, pero Levi nunca había tenido la oportunidad de probar su comida y mucho menos cenar con él en su casa. Desde hace tiempo Levi ya no ha tenido tiempo para él y siempre rechazaba su invitación de cenar con él, ser el dueño de varias empresas no es fácil. Hasta hace poco que logró convencer al azabache de ir.

Mientras escuchaba: “Devuélveme a mi chica” de los Hombre G en la radio, no se percató del momento en que Levi entró a la cocina, hasta que lo abrazo de la cintura provocando que Levi lo asustará.

—Lo siento no te vi entrar Levi.—Hablo dulcemente Eren.

—Eres muy lento, llegué hace media hora y aún no está la cena, demonios Eren.—La voz de Levi se escuchaba molesta.

—En un momento estará la cena, te va encantar. Solo dame unos minutos.—Respondió Eren.

—Tsk, realmente no entiendo por que te gusta cocinar...—Dijo Levi mientras se separaba de Eren y lo observaba de lejos.

—Es entretenido y m-me ayuda a despejar mi mente.—

—Ahora lo entiendo, tú solamente sabes hacer las tareas domésticas ¿No? Ni siquiera deberías estudiar.—Las palabras de Levi eran como cuchillas que herían cada vez más el corazón de Eren.

—No, solamente trato de ayudar a mi madre.—

—Los donceles solamente sirven para dar hijos y hacer tareas domésticas, solamente sirves para eso Eren.—

Eren lo ignoro y siguió cocinando. Es cierto que él había nacido con la capacidad de dar vida en su vientre, actualmente a los hombres que nacen con esa capacidad son llamados: “donceles” desgraciadamente muchas personas los insultaban y agredían—en algunas ocasiones—

—Será mejor que vayas a sentarte, ya voy a comenzar a servir la cena.—Eren tenía la mirada baja, sus ojos cada vez más perdían ese brillo tan único, tan alegre que lo caracterizaba.

—Eren... ¿Sabes que lo que dije no es verdad, cierto?.—Menciono Levi.

—Lo sé.—Las respuestas de Eren se volvían monótonas cada día.
Levi se acerco a Eren y lo abrazo por la espalda, a lo cual le susurro un: “Te Amo” en su oído, luego lo beso y se fue. Mientras que Eren se sentía confundido y triste, cada vez más sus palabras le dolían y era más difícil de soportar las lágrimas. Llegaría el momento en el que se derrumbaría y su máscara de “Estoy bien” se caería.

Pero no podía dejar de amarlo y perdonarlo.

La cena transcurrió en completo silencio, Armin estaba muy callado, mientras que Eren y Levi se veían fijamente, uno con una mirada triste y el otro con una mirada fría. Lo único que se escuchaba era una suave melodía de Beethoven.


»Su peor error fue amarlo y seguirlo perdonando, ¿Cuándo abrirá los ojos?«

Violentometro [Riren] E D I T A N D ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora