Callada. Warmi

Cap. 14

En el camino a su casa se me hizo raro ver cómo de vez en cuando se abrazaba a mí con culpabilidad. No tuvo esa actitud casi obscena propia de ella. Llegamos y me acarició la espalda conduciéndome hacia el sofá. Estaba callada como cavilando que iba a decirme. Suspiró fuerte.

- A ver, cariño... - empezó mirando sus manos que jugueteaban nerviosas - te lo voy a contar todo ¿vale?

- Por favor... - le dije intentando lanzarle una mirada de complicidad

- Yo estuve enganchada a la coca hace unos años - miró como mis ojos se abrieron exageradamente -  lo sabe muy poca gente y ya estoy limpia pero ahora de vez en cuando, en las fiestas y eso pues... - hizo una pausa - pero controlo ¿eh? te lo juro... me meto lo justo para estar a gusto un rato y ya, lo que pasa que ayer quizá se me fue un poco de las manos 

- Justo ayer...

- Sí, ver como mirabas a esa tipa... - bufó - me puso muy nerviosa y encima ella tampoco se cortaba contigo...

- ¿Ana? - le sonreí tímidamente - ¿te pusiste celosa?

- Tía es que te sigue molando, y no me digas que no... - soltó algo molesta

- Bueno... - carraspeé - supongo que necesito algo mas de tiempo, sí - a ella no le podía mentir

- Joder, tía... es que salí a buscarte y te vi con ella abrazada andando 

Fruncí el ceño pensando en qué momento vio aquella escena, a lo mejor estaba más bebida de lo que yo pensaba porque tenía los recuerdos algo difusos.

- ¡Ah! pero eso fue sujetándola porque se caía de lo borracha que iba... - le quité importancia -  solo la acompañé a casa de Rafa y luego fui a buscarte

- Ya, y en ese rato yo me metí un par de rayas más de la cuenta - encogió los hombros - lo siento... - me miró - si me das otra oportunidad te prometo que no volverá a pasar  

- Marta pero es que...

- Además - me interrumpió - te juro que me voy a controlar con el sexo, aunque contigo me cueste  la vida... - me dio un repaso con la mirada y mordió sus labios

- Eres un caso, Martita - dije riendo - a mi me mola mucho estar contigo, lo sabes ¿no? - la miré a los ojos

- ¿Pero? - preguntó con miedo

- Pero quiero ir despacio porque si no vamos a acabar haciéndonos daño, yo con mi obsesión con Ana y tú con tus... - la miré y sonreí - movidas, podemos volvernos locas mutuamente, Marta, y no quiero...

- Define ir despacio... - achinó los ojos desconfiada

- Pues a ver - miré al techo - lo que hablamos al principio, vernos cuando nos apetezca a las dos, sin presiones y sin historias raras...

- Yo estoy muy enganchada contigo, Mimi, ya casi no puedo fijarme en otras tías y esto del ni si ni no... - negó

- Marta, nuestro "juego" - la miré atenta e hice comillas con los dedos - consistía en eso, en que no te ibas a ilusionar

- Pero es que yo ya no sé si quiero jugar - replicó seria

- Pues es o eso o nada, Marta, yo necesito conocerte mejor pero no quiero hacerlo a la fuerza, necesito mi ritmo, no sé si me explico...

- La verdad es que no... - me dijo con el gesto algo torcido

- Pues no sé cómo decírtelo entonces, solo quiero estar a gusto contigo pero...

- Pero cuando a tí te apetezca - asintió

- Eso es - la cogí del brazo - escucha, esto es solo hasta que me aclare del todo y me asegure si quiero estar contigo