Ella corrió y corrió, verlos a los tres así, juntos, tan cerca de ella, le causó temor rabia, irá, toda clase de emociones negativas.
El hambre y el frío le jugaban en contra, pero necesitaba ponerse a salvo, pensar como resolver su situación a partir de ese momento en que vivía y sólo le quedaba volver hacia Makoto.
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_Asi es cariño, soy yo.
El camino hacía atrás, sorprendido con esa mujer parada frente a él.
Por más momentos difíciles, crueles y sorprendentes que vivió, nada lo había preparado para ese.
_Ma, mamá?!
Sólo tenía vagos recuerdos de ella, no muy buenos, pero si tenía muy presente ese viejo retrato hablado que proporcionaron los testigos del asesinato de la señora Mizuno.
Y ahí estaba parada frente a él, como si el tiempo no hubiera pasado, con una sonrisa escalofriante y una mirada subyugante, que el no llegaba a comprender.
_Tenía tantas ganas de verte. Saber como habías crecido, si te parecías en verdad a él o tenías más rasgos de nosotros.
Se acercaba más a él y él retrocedía de igual forma.
Con cada acercamiento podía verla mejor y más sorprendido quedaba.
_No tu no puedes ser mi madre, te ves tan , no has cambiado nada.
Ella río escandalosamente, como la mujer indecorosa que era.
_Créeme que los soy ,en el lugar en donde vivo, todo es diferente.
Entrecerro los ojos sin siquiera llegar a vislumbrar, todo lo que esas palabras significaban.
_No entiendo lo que dices y tampoco quiero saberlo.
Volteó para irse siendo impedido por la peli verde, con un fuerte apretón en su brazo.
_Yo sólo quería verte y hacerte una propuesta.
Abrió su boca expresando su sorpesa, pensando en que podía ofrecerle una delincuente, que jamás hubiese querido volver a ver.
_Yo no y no quiero saber nada de ti, sólo no te he puesto las esposas, porque jamás querré que me relacionen contigo.
_Hijo yo te quiero.
El alzó su voz, levantando su mano frente a ella, increpándola por lo que él creía era un absurdo cinismo.
_Eso no es cierto, tu me maltratabas, me abandonaste y por si eso fuera poco, asesinaste a alguien luego de dejarme en el orfanato.
Ella gritó frente a él, dueña de un cruda realidad, que le lanzó sin importarle que el jamás la recordaría.
_Gracias a mi estas vivo y tus amigos también, todo lo que hice lo hice por tu bien y el de esos niños.
Cada palabra que salía de la boca de su madre, era para él un interrogante mas.
_Que amigos? De que hablas? Yo no te recuerdo ni siquiera a ti, ni a mi padre sólo he visto sus retratos, que descansan en un anaquel al lado de mi oficina, recordandome quien soy cada día.
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Dulces sueños princesa.
FanfictionEl la adoro desde el momento en que la conoció, ella llegó a su vida de una manera inusual y aún así lo lleno de felicidad, aunque también de problemas. Los personajes no me pertenecen y tampoco las imágenes.