Take Care of him

Cap VI: "Tears"

He hecho llorar a Lego :"v merezco la muerte...

Okno, ¡disfrutenlo!

- Eärendil -

Pd: Meleth-nîn (amor mío)
       Mellon-nîn (mi amigo)

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Sus ojos estaban completamente rojos cuando llegó a la casa de Elrond a desayunar. Había llorado por horas, y nisiquiera con el agua fresca del riachuelo junto al sauce había podido disimularlo.

Cinco pares de ojos se clavaron en su rostro, escrutando los suyos, con expresiones preocupadas. Pero apenas si murmuró un suave "Hola", y marchó hacia su habitacion, con paso apresurado.

Cuando estuvo listo para cerrar la puerta y largar todo lo que tenía contenido, algo se lo impidió. Era un pie.

Con temor, abrió la puerta, y se encontró con quien menos quería estar en este momento: Aragorn.

Pues no podía enojarse con Arwen. Ella era como su hermana, estuvieron juntos durante toda su infancia, y ahora, enfrentados (ella sin saberlo) por un mismo hombre. Aquel por el cual Legolas tanto sufría.

El montaraz lo tomó por los hombros y buscó en su mirada, pero el elfo se lo negó. Suavemente, se soltó de su agarre y se recostó en la cama, de espaldas al castaño.

Su corazón dolía como el mismísimo infierno, y los sollozos sacudieron su cuerpo. Pero mordió sus labios, prohibiendoles determinantemente salir, mas aún si era delante del montaraz.

¿Cuándo se había roto tanto? ¿Cuándo se había vuelto tan débil?

Unos brazos lo acurrucaron, y pudo sentir el alma salirsele del pecho. Volteó, y empujó, intentando liberarse, pero Aragorn no se lo permitió. Sintió sus musculos aflojarse, y se rindió en la calidad que aquel hombre le brindaba. Se aferró fuertemente a su túnica, y sollozó, liberando todo lo que tenía contenido. Dejando salir sus lágrimas.

La mano de Aragorn trazaba suaves recorridos en sus cabellos, mientras que la otra mano trazaba caricias en su espalda.

Aún triste, pero ya lo suficientemente calmado, Legolas levantó la vista y observó a los ojos del montaraz, que lo observaban con genuina preocupación.

-Y-yo... no quería que me vieras... a-así... ¿P-por... Por q-que soy tan débil? -comentó, esquivando los ojos grises.

-Llorar no es muestra de debilidad, M-mellon-nîn... Eres aún mas valiente si lloras, pues quiere decir que asumes tus miedos, que eres verdadero... -le susurró el hombre al oído. El elfo sintió la vacilación en su élfico, pero no dijo nada, pues las palabras de Aragorn terminaron por casi adormecerlo.

Lo que no sabía, es que mientras se recostaba en el pecho de su amigo, las mejillas del moreno habían tomado color, pues había estado a punto de llamarlo Meleth...