Take Care of him

Cap VIII: "Hurt"

Se levantó, era una tarde tranquila. Los pájaros dejaban una suave melodía flotando por el aire y las flores se abrían, llenando de color el prado. Recordaba aquellas palabras, las tenía grabadas en su mente...

Descansa, Meleth-nîn...

Su corazón se tensó, en busca de calidez y encontrando las mismas frías paredes que su dueño le había impuesto, intentando no ilusionarse otra vez.

Pero la pared, como siempre, tenía grietas, y la ilusión se colaba como gotas de agua, creando un pequeño estanque.

¿Cómo no lo había notado antes? Suspiró, levantándose de la cama, con una culpa de miedo, culpa y emoción en el pecho, teniendo en cuenta el revuelo que cruzaba por su cabeza tan solo horas atrás. Ni pensar en que los elfos, no necesitaban dormir, por lo menos en un largo plazo, y allí estaba él, afectado tan estrechamente por la situación, que había acabado en cama.

Observó entonces, por la ventana, donde unas voces se cruzaban en torno a una (al parecer) divertida conversación. Los protagonistas de ésta eran nada más ni nada menos que los mismísimos Aragorn y Lady Arwen.

Mordió su labio, la culpa aflorando nuevamente su pecho, opacando el sentimiento cálido que había reinado en su pecho segundos antes, al observar a su amor (prácticamente platónico) allí abajo por la colina.

Sabía que había dormido con Estel, el mismísimo prometido de aquella elfa de bellos ojos azules, a la que quería como a una hermana. Suspiró, sabiendo también que esto era probablemente tan imposible como que el mismo Sauron (una antigua fuerza) se volviera bondadoso. Pero no podía evitar albergar aunque sea una pequeña esperanza.

Entonces lo vió.

Arwen y Estel caminaban hacia el establo, entre risas y juegos de palabras que, lamentablemente, no alcanzaba a escuchar. El caballo en el que la dama montaba, se asustó, y se irguió en sus patas traseras, haciéndola caer antes de que esta siquiera pudiera tranquilizarlo con sus típicas palabras en élfico.

La princesa cayó directamente en los brazos de Aragorn, quien hizo un largo contacto visual con sus claros ojos, antes de que sus rostros comenzaran a acercarse. Sin embargo, algo parecía impedirle al montaraz surcar el espacio hasta los labios de ella, y Arwen tomó la iniciativa, tomando su resistencia como una simple vacilación.

Con los ojos aguados, y harto de sentir que le tomaban el pelo, Legolas se alejó de la ventana, a tiempo para relajar su rostro nuevamente, en aquella faceta inexpresiva que tantos años llevaba trabajando, y que utilizaba en la guerra.

Por lo tanto, no pudo ver como Estel se separaba de la dama, disculpándose por su imprudencia y pidiéndole que lo perdonara por tener que separarse tan bruscamente, pues tenía algo que hacer. Pues sí, Aragorn había visto al heredero del Bosque Negro en aquella ventana, y estaba seguro de que lo había malinterpretado.

Ademas de que... al no saber muy bien aún distinguir sus sentimientos, no había hablado con Elrond, ni con Arwen, y esto podría traerle mas de un problema.

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WeNaS.

Mil disculpas por mi desaparición, pero no tenía inspiracion, y no quería traerles puras wevadas.

No falta demasiado para el final de esta historia, pero intentaré actualizar mas seguido, lo siento.

-Eärendil-