Cap VII: "Cuddling"

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Advertencia:




































































(No, no es lemmon)

Cosas adorables por aquí. Ojala les guste ;)

- Eärendil -

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Todo lo que recordaba es haber llorado en brazos de su mejor amigo, antes de caer en la inconsciencia. Abrió los ojos lentamente antes de sentir un calor agradable rodeándolo.

Lo primero en lo que pensó fue: hogar, un aroma cálido, agradable, y a la vez fresco. Un sentimiento de amor y seguridad que le daba paz. Una paz e inmensa felicidad.

Frunció el ceño cuando abrió los ojos, y lo primero que se encontró fué a Aragorn. La sola imagen de estar acurrucado en sus brazos lo carcomía, lo derretía por dentro, de una forma dolorosa y punzante.

Él no quería esto. Sabía que era imposible vivir de esta manera, alimentandose de falsas esperanzas, esperando a que el mismo hombre le dijiese que era imposible y que lo rechazase.

Una lagrima cayó por su mejilla, se deslizó fría, salada, y estuvo a punto de llegar a su barbilla de no ser por aquella mano, tan tosca y a la vez suave como un lienzo de seda, que la juntó con delicadeza.

Se volteó, hasta quedar de frente a Aragorn, que descansaba en el lecho junto a él. Le sonrió, fragil y tiernamente, antes de que las lágrimas comenzaran a caer.

Legolas estaba roto.

Con una sola mirada, su corazón se había hecho trizas, al descubrir que lo que con mas fervor añoraba, estaba tan cerca, y tan lejos.

Lo tenía frente a sus ojos, y a la vez, a una distancia de mil millas que nunca podría superar. Y ya no podía ocultarlo.

Y Aragorn estaba roto también.

Pues su corazón estaba con Legolas y verlo tan herido lo lastimaba por dentro. Porque necesitaba de su sonrisa y no sabía como volver a formarla. Porque sabía que su alma no descansaría en paz hasta que el elfo volviera a ser feliz, aún si eso incluía la propia muerte.

Y cuando Legolas estaba a punto de volver al mundo de la inconsciencia nuevamente, agotado por las lágrimas, pudo oirlo.
Tan suave como un aleteo, tan ligero como una pluma.

-Descansa, Meleth-nîn.

Y deseó entonces, no haberse equivocado, y se sintió, por un momento... feliz..

Take Care of himDonde viven las historias. Descúbrelo ahora