Un encuentro salavje.

301 24 6
                                    

Advertencia:
Contenido explícito +18, R18, 3X, como le quieran clasificar (:v)
Posible BDSM.

Especial
***

Nadie, en su sano juicio, esperaría que alguien le tuviera una sorpresa, venga, por algo se llamaba así. Son eventos que nadie estima ni imagina... Doflamingo tenía una idea de cómo era aquel pelinegro, igual que Crocodile tenía una idea de cómo era el rubio... sin embargo... las sorpresas siempre lograban cambiar algo, o quizá un todo, quizá ellos abrían la puerta más grande de sus vidas por un simple traje.
•••

En su vida había usado algo igual, ni siquiera tuvo el valor de cambiarse en la habitación por el miedo a ser encontrado en pleno probador... sin embargo, quería hacerlo y saber... hasta que punto su ser era así de pervertido y... masoquista, si, lo debía admitir, era un posible masoquista sexual. Reconocerlo era difícil, más porque jamás tuvo interés en ello y porque jamás estuvo con la misma persona más de una vez, tampoco dejaba que lo besaran o siquiera dejaran marcas... Doffy... desde el primer momento fue una enorme excepción a todo lo que estaba en su vida y en su mente. Tomó valor y comenzó a quitarse la ropa, una a una las prendas caían al suelo dejando al descubierto su piel apenas tostada. Más valor tuvo al comenzar a poner una a una las partes de aquel traje del que no sabía absolutamente nada, aprendió apenas unas horas antes y por un okama bastante profesional en el tema del disfraz.

La incertidumbre se plantaba en su pecho con la pregunta sí al rubio le gustaría o si aceptaría. Aunque bien podría imaginar que si, el hecho de que pudiera decir que no, era un poco más fuerte en su mente. Aún así... prosiguió a poner en su cuerpo el set completo que compró para esa ocasión. Tardo más tiempo en abrir la puerta del baño, imaginaba que lo vería salir, que se reiría o que se burlaría, tuvo que tener más de 10 minutos solo en abrir la puerta para asomarse y ver que no hubiera nadie cerca, miraba fijamente en cada dirección y sacaba un pare de su cuerpo así tuviera el valor de hacerlo... para cuando estuvo completamente afuera, tuvo la oportunidad de ver al más alto en pants y sin camisa ... vaya que tenía paisaje que ver. Pero había llegado el momento de hacerse ver, aventó sus cosas encima de su maleta que estaba en el cuarto de Doffy, se paró en el marco de la muerta y posó de una forma natural con los brazos cruzados y se recargó en un lado... así... se hizo del notar.

Al inicio, ver la expresión en shock del rubio fue algo que valió la pena ver, sin embargo, el ver sus cambios fue diferente, de una expresión sorprendida pasó a ser una de un depredador observando a su presa. Todo su cuerpo parecía gritar "Tócame" a ese mismo depredador... no... su expresión se unió a todo ello dejando por seguro que en su mente estaba el "Cómeme". No hubo siquiera pausa para observar, Doflamingo ya usaba sus manos sobre aquel traje, delineando los bordes con todo el propósito de molestarlo, pero instigó una reacción completamente diferente — D-Deja... de jugar... — escuchó un murmullo justo antes de tener que soportar todo el peso del contrario sobre sus brazos, su risilla no se hizo de esperar, seguido de sus trucos para cargarlo en sus brazos para cerrar la puerta y luego llevarlo hasta su cama — E-Espera... los gatos... — ni siquiera puso resistencia para detener la mano que delineaba su pierna, solo había sido una excusa para hacer tiempo y retomar su valor — No te preocupes ... los puse temporalmente en un lugar más cálido... cómodo... y donde no despierten con tu voz fufufufu — ... fue inútil. ¿Lo había planeado? No, posiblemente si quería hacerlo, él con su traje tan deslumbrante puso el grado en que lo harían ... ya no sabía que pensar, debía debatirse si verlo como algo innecesario o algo que todo provocó, pero no podía, simplemente no podía.

Esas caricias a sus piernas eran más que suficiente para perder su concentración, y era poco decir que los juegos previos eran mejor que bien recibidos — E-Espera ... la b-bolsa... — señaló una pequeña bolsa de papel algo grande a una lado de la puerta, aquello poco le importaba al rubio, sin embargo, el inmenso sonrojo en su rostro le dijo que el contenido de la bolsa era importante. Decidido, se levantó y fue donde la misma descubriendo lo que en su interior guardaba... un electrizante sentimiento le recorrió por completo el cuerpo, no podía creer que estuviera tan bien preparado, pero más sorpresa era la suya al descubrir que sabía cómo usar el contenido — Venias preparado fufu fascinante — los ojos de Doflamingo ardieron en lujuria y observando al pelinegro en su cama simuló toda clase de situación. En tanto, aquella mirada tan penetrante empequeñecía al hombre y sentía que no tenía nada encima, ni siquiera un traje de fina piel que se ajustaba perfectamente a las líneas de su cuerpo. No pudo defenderse, no podía siquiera hablar, semejante efecto tenía el solo ser observado por aquel hombre de ojos azules. Trato de esconderse, usar una almohada o algo sobre su cara, pero antes de darse cuenta, ya tenía al más alto encima de él con un par de esposas y un objeto delgado y completamente liso, Crocodile sabía perfectamente para que servía y no había que mencionar su reacción ante ello.

Si no te hubiera conocido... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora