F i n a l ❀ I6.

8.8K 925 613
                                    


¿Alguna vez has sentido una gran presión en el estómago que te hizo pensar que algo malo iba a pasar?

Estaba saliendo con Sana, Tzuyu y Mina a la casa de la última. Mina y yo estábamos tomadas de la mano mientras veíamos una película, tratando de ignorar el sonido desagradable de Satzu haciendo a nuestro lado.

Miré a la diosa japonesa sonriendo, mirando la pantalla frente a ella. Pero, ¿por qué iba a perder el tiempo viendo una película cuando tenía a Myoui Mina a mi lado?

Ella notó mi mirada y me miró, sonriendo más y cerrando los ojos un poco.

—¿Qué?

Iba a hablar cuando nos interrumpió ese gemido de la otra chica japonesa.

—¡Oh Dios mío! ¿Pueden ustedes dos parar de besarse la una a la otra como si no hubiera nadie alrededor? ¡Estamos aquí! —grité.

Iban a responder cuando mi teléfono comenzó a sonar. Respondí.

—¿Sí?

—¿Chaeyoung? —escuché una voz temblorosa.

Y reconocí esa voz.

—¿Jeonghun? ¿Por qué llamas? —pregunté—. ¿Estás bien?

Pude notar que las chicas a mi alrededor repentinamente se callan y se quedan quietas.

—Papá está en el piso —él habló—. Yo... estoy asustado.

Sentí esa presión en el estómago.

—¿Qué quieres decir con que está en el piso?

—No lo sé. Estoy asustado.

—De acuerdo, llama a una ambulancia, tal como te enseñé.

Es curioso cómo le enseñé a llamar a una ambulancia en caso de que mi padre me golpeara demasiado y ahora es él quien lo necesita.

—Está bien —dijo antes de colgar.

Me levanté del sofá sintiendo las miradas de las demás sobre mí. Pude ver la preocupación en sus ojos. No pude escapar esta vez.

—¿Qué sucede? —preguntó Mina.

—Algo le pasó a mi papá, tengo que irme.

—¿Estás hablando en serio? ¿Realmente te preocupas por él? —preguntó Tzuyu.

—¡Él es mi papá! —grité.

Le di a mi mejor amiga una última mirada antes de tomar mi chaqueta y salir aprisa. Corrí a la estación de tren y tomé el primer tren que llegó. Logré llegar a casa en menos de media hora, pero algo llamó mi atención. Una gran luz rodeada por una multitud y muchos susurros.

Ya estaba acostumbrada, así que me acerqué a la multitud y descubrí a mi padre siendo empujado al vehículo.

De repente, todo fue en cámara lenta.

No podía prestar atención a nada a mi alrededor. No podía escuchar nada, solo el sonido de mi rápido latido y mi respiración. Mis ojos estaban atrapados en esa figura en la camilla.

Entonces, la puerta se cerró mientras yo solo me quedaba quieta, encontrándome sorprendida.

Fui arrastrado a la realidad por un niño pequeño que me sorprendió con un abrazo y un fuerte llanto. Lo abracé y lo cargué en mis brazos.

—¿No tienes miedo? —preguntó.

Estoy asustada.

—No, en absoluto.

broken : michaeng ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora