Colateral (En Revisión).

Próximo señor oscuro

Tom estaba preocupado, todo lo que su pequeño cuerpo podría soportar. Serpens había caído en una maldición y sus tutores (por no llamarles de otra forma ha los magos a cargo) no aparecían, todo había sido un gran revuelo. Habían tocado a la puerta, ya que las protecciones de la casa no dejaban que alguien se apareciera dentro o interrumpiera con un bombarda Maxima ya que la misma mansión se encargaría de defenderlos.
Eran seguidores de un tal señor oscuro, resultó aterrador ver como todos los magos (oscuros o no) entraron a la casa revolviendo las cosas y amenazando con la varita. Tomo a Serpens de la mano que se quejaba por ser maltratado.

—Pero que bonito niño—uno de los hombres tomo al chico del hombro.

—Acércate y acabaré contigo—amenazo él chiquillo intentando soltarse.

Estaba nervioso, las protecciones de la casa hacían que el ministerio no sea capaz de rastrear Cualquier hechizo o maleficio usando dentro de los dominios de la familia. Pero nunca se imaginó que ser atacados fuera tan peligroso sin ningún adulto.
Nagini había ido con los elfos en la cocina para entregarles un mensaje, no lo entenderían pero la astuta serpiente haría que eso pasará.

—Suéltalo—le reto con enojo al ver como sacudía al que consideraba como su hermano—quita sus manos de encima.

—¿Y quién te crees para darme órdenes?—reto propinándole una cachetada en su pálida y sensible piel.

—¡No le pegues, bruto, neandertal!—el menor logró soltarse de el fuerte agarre en su brazo.

Corrió hasta Tom para agacharse a su altura, sabía que Harry enloqueceria si algo le había pasado a Thomas, era claro, y sí algo le pasaba ha él, Drake tomaría su venganza en serio. Lo peor sería si les pasaba ha los dos al mismo tiempo.

—Tontos niños—se burló uno de los hombres encapuchados—¿Dónde está él jefe de la casa Malfoy?—pregunto con odio al ver tal escoria de la sangre—él viejo no quiso aceptar al señor oscuro sin la autorización del líder de casa.

Tom hago un gruñido en lo profundo de su garganta. Esos hombres habían marcado su perfecto y bello rostro. Los iba ha atormentar hasta el fin del mundo sí era necesario.

—No me importa tú señor oscuro—señalo Serpens ayudando al mayor (de estatura) a levantarse—deben irse de nuestra casa.

La magia ancestral del lugar le protegió ante la maldición asesina que se le había mandado. Pero también era consciente que no todo el tiempo funcionaria.

—Eres un niño idiota—le apunto con su varita con expresión de asco—y todo un maldito mestizo de los Black.

Serpens saco la varita de igual manera intentando parar cualquier maleficio que se viniera en su contra, Tom estaba aturdido, un golpe no era suficiente para distraerlo pero estaba totalmente perdido ante la postura desafiante de su hermano adoptivo, toda una serpiente a su parecer.

—Confringo—reto Serpens moviendo la varita con decisión.

El fuego salió con poco control, luego se disculparia por quemar los arreglos de la casa que le habían tomado tiempo a Drake comprar. Tomo de la mano a Thomas para salir corriendo escaleras arriba, un par de hechizos rozaron por sus cabezas logrando esquivar por unos cuantos centímetros.
Pero no fueron lo suficientemente rápidos.

—¡Crucio!—Tom fue llevado al suelo al sentir como Serpens se metía en el camino de la maldición.

Estaba aturdido, claro que lo estaba, solo podía ver como Serpens se retorcía en el suelo con dolor, sosteniendo como podía su varita (la que Drake le había comprado en el callejón Knockout). Él rubio rojizo le miró a los ojos tartamudeando (no iba ha gritar, no les daría el placer a esos magos inmundos) que corriera escaleras arriba y que lo dejará. No pudo resistirlo, le hizo a un lado aún con la mirada de pena que le dirigía él chico, no era un cobarde y no dejaría que alguien más luchará por él, por eso habían sido entrenados por Drake y Harry.

—apunto la varita hacia el torturador del chico—Fuego de Gubraith—necesitaba una gran cantidad de magia, pero no le importaba—Sectumsempra—el hechizo fue seguido y potente, tanto que ninguno de los magos oscuros tuvo oportunidad.

Y se prendió, lo hizo, era un hechizo complicado que hacia arder algo eternamente sin que muriera, cargo al chico como pudo hacia las escaleras, sudaba copiosamente mientras intentaba mantenerse despierto, pero era inútil su cuerpo le dolía como los mil demonios. Las voces de sus invitados se les escuchaba cada vez más cerca así que subió casi corriendo para encerrarse en el cuarto del matrimonio usando hechizos de protección y algunos de cerrado mágico que él mismo Harry le había enseñado.

—¡Abre mocoso!—él único hombre que quedaba intentaba entrar de manera desesperada.

Miles de hechizos, maleficios y embrujos se estrellaron contra la puerta que estaba cerrada con magia muy poderosa, no se sentía mal por su cantidad de magia utilizada, si no porque Serpens parecía no estar respirando muy bien. Ya no lo aguanto, Nagini no había llegado, los elfos hace rato que habían ido por sus tutores, él estaba listo para la pelea, el problema era él chico que tenía semi inconsciente en la cama.

—Apunto la varita al suelo y sonrió—Serpensortia.

Una linda serpiente de color negro con reflejos azules salió enroscando su cuerpo sin tomar una postura realmente amenazante por el momento.

—Ve por Harry  Peverell—siseo con la esperanza de que la serpiente le entendiera.

La serpiente negó al saber que el hablante estaba en problemas, tomo una posición de ataque cuando la puerta fue derribada dejando ver a un  hombre demasiado herido siendo amenazado por la varita de Harry.

—¿Están bien?—les cuestionó Drake preocupado, el mensaje les había llegado de momento.

—Yo solo tengo un golpe—acepto apenado por todo lo sucedido—Serpens recibió un Crucio.

La magia Veela de Draco le hizo sentirse relajado y casi le hizo dormirse en el piso, solo alcanzo a ver a Harry gritando e intentando calmar al rubio.

Actualización andaba trabajando y pensando en que poner... Salió esto, así que ver cómo les cae.