Hablaremos hasta el amanecer si es necesario.

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-Jake…- susurro, estaba atónita ella.

-Mimí… al fin te encontré-

Dios, que grande era él, me la puso en mi camino, todo me lo había dejado en bandeja de plata… ahora tenia que poner de mi parte para lograr que ella regresara conmigo a la reserva y que estuviera conmigo, explicarle todo lo que tenia que decirle… nosotros dos teníamos una charla muy larga por delante…

-¿Qué haces aquí?- sus ojos aun seguían fijos en mi rostro y yo no podía alejar mi vista de su cara.

-Buscándote… eh venido a buscarte y hablar contigo-

-Pero yo… no puedo irme, estoy en mi… hora de trabajo-

-Eso lo arreglo ahora mismo-

Tenia que buscar y aprovechar cada oportunidad que tenia, y esta vez aprovechare el conocer a los Cullen.

Me dirigi a donde se encontraba el señor que me había atendido hace un rato, el señor al verme volteo por completo su cuerpo y me dio una sonrisa, la verdad es que yo tenia mucha prisa.

-Disculpe señor, ¿le molestaría dejar que saliera aquella muchacha?- señale donde Mimí  aun seguía atónita.

-Disculpe, pero ella es nueva en el restaurante y aun no es su hora de salida-

-Es un caso de vida o muerto, yo la ocupo y mucho, ¿sabe? Es mi novia, y su hermano es el señor Edward Cullen-

-Pero ella dijo que… ¿ella no se llamaba Granger?- me pregunto confundido.

-Oh, de nuevo lo hizo, su hermano siempre la regaña por hacer eso, quitarse el apellido Cullen, entonces… ¿la dejaría ir o quiere hablar con su hermano?-

-Oh no, no, no, claro, ella puede irse y… si claro, cuando ella pueda volver que vuelva es la mejor aquí trabajando-

-Claro, gracias, y por cierto, lamento no haber consumido nada, pero pronto me daré la vuelta por aquí y… oh, daré buenas referencias de este restaurante-

-Muchas gracias señor-

Asentí y me fui a donde estaba Mimí, la tome del brazo y la jale fuera del restaurante, ella se dejo arrastrar, pero una vez fuera ella empezó a forcejear.

-¿Qué haces? Tengo que trabajar, el señor se enojara mucho-

-No te preocupes por eso, ya he hablado con el-

-¿Qué le dijiste?-

-Solo que tenias que venir conmigo, que era un caso de vida o muerte y la verdad no mentí, ahora… ¿Dónde vives? Tenemos que hablar y aclarar todo- la encare cuando llegamos al auto, le abrí la puerta del copiloto y ella no dio ningún paso.

-Vamos Mimí, tienes que entrar, tenemos que hablar, si estoy aquí es por ti, te he estado buscando en cada ciudad de Estados Unidos, hasta llegar a Nueva York, por favor- la mire.

-Bien- ella subió con cuidado, se veía preciosa en esa falda color azul rey y blusa de botones blanca que tenia algunos botones abiertos, dejando volar la imaginación de cualquiera.

Cerré la puerta y me subí  a mi asiento, prendiendo el auto y poniéndolo en marcha, siguiendo las direcciones que ella me daba, no vivía muy lejos del restaurante, y la verdad es que ella vivía en un departamento  decente, se notaba desde afuera, unos edificios al frente pero la calle no se notaba tan segura cuando llegamos.

Algunos de los hombres que se encontraban en las esquinas miraban a Mimí, y les mande miradas asesinas a esos… ¿Cuántas veces Mimí tenia que pasar por esto? ¿y si le hicieron algo? Y si…. Menee mi cabeza, me estaba empezando a enfadar, y eso no me convenía para nada, al menos no ahora, no quería convertirme enfrente de ella aun, primero tenia que explicarle todo desde el principio y hasta el final, si es que me dejaba explicarle.

-¿Vas a pasar o te quedaras afuera todo el día?- me dijo cuando me quede mirando a la nada en la entrada de su departamento.

-Si, claro-

Pase dentro del departamento, el color de las paredes eran de un color melón y algunos detalles florales. Algunos muebles que complementaban la cocina y la sala, un comedor pequeño para cuatro personas y un centro de televisión, nada más.

Me ofreció sentarme y yo acepte. Me senté en uno de los pequeños sillones, era tal y como le gustaba a ella, sencillo.

-¿Y bien? ¿Que tenemos que hablar tú y yo? - ella se sentó en frente de mí, tome un respiro y abrí la boca.

-De todo, de lo que me dejaste en la nota, de lo que viste, de lo que soy, de todo-

-Lo que te deje en la nota no importa ya, tienes pareja, así que…-

-No tengo pareja, jamás la tuve-

-Pero la chica que vi ese día…-

-Ella es la hija de unos amigos míos… la historia es larga-

-Tenemos tiempo ¿no?-

-Bien, empezaré con lo mas difícil, así será mas fácil lo demás-

-¿Qué es?-

-Tienes que tener tu mente abierta, lo que tú piensas que no existe, existe de verdad-

-¿A que te refieres?-

-Yo… soy un hombre lobo, me transformo en lobo para proteger a la gente de los vampiros, los Quileutes, algunos, tienen esa magia aun, mi padre fue uno pero dejo perder esa magia por estar con mi madre, mis amigos también son lobos, no lastimamos a nadie, solo protegemos a las personas de los vampiros-

-Entiendo- su mirada era seria, como si pensara en algo y la verdad yo me temía lo peor.

-Se que quieres alejarte de mí por ser un monstruo, pero… estoy imprimado de ti, la imprimación es lo único por lo que vive un lobo-

-Se lo que es imprimación, sabia que existían y he visto… a mas… lobos… diferentes-

-¿Diferentes? ¿a que te refieres?-

-No te lo puedo decir, ya que al revelar la verdadera especie de esos lobos te persiguen hasta matarte y acabar con el problema del silencio, yo soy amiga de ellos, es por eso que sigo viva-

-Un día… tendrás que decirlo, pero por ahora solo quiero decirte que… yo también te amo, y eres la persona mas importante de mi vida, cuando llegaste a mi vida fue como…respirar de nuevo, ver la luz del día otra vez, ponerle play a mi vida cuando estaba en stop-

-Yo también tengo algo que decirte Jake… yo, no soy la persona que tu piensas… yo… soy una bruja, pero el día que me encontraste yo perdí mi magia y mi barita, y la verdad no se como regresar a mi escuela, no tengo nada para comunicarme con nadie-

-Eres… ¿bruja?- pregunte incrédulo.

-Oye, tu eres un lobo, ¿te sorprende? Existen vampiros, lobos, otro tipo de lobos y brujas… oh, y no olvidar a los elfos, duendes y demás-

-Pensé que eso de brujas y duendes no existían… pero creo que tienes razón, si existo yo…. Puedes existir tú, entonces… ¿Qué dices?-

Ella no me contesto… pero lo que sentí después fue… cálido, Mimí se había aventado a mi, plantándome un beso en los labios, del cual yo también correspondí, cuando ella me beso una tonada empezó a sonar en mi cabeza… una de la cual me sentía identificado…

Hermione Granger ¿En Crepúsculo? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora