Boda. Síntomas.

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(Una semana después)

Me siento tan nerviosa, a pesar de estar ya casada con él, sentía nervios casarme a lo humano.

Mi estómago está completamente revuelto y yo estoy devolviendo todo en el baño, mi frente algo sudorosa y un poco de calor es lo que siento.

-¿Esta bien, Diana?- me pregunta una de las chicas que serán mis damas.

-Si… es solo los nervios, creo que me revolvieron el estómago- les explico.

-Tienes que respirar y tener cuidado con el vestido, no lo manches por favor-

-Tranquilas, ya voy a salir-

Me levante del piso cuidando mi vestido y fui al lavabo, enjuague mi boca y seco un poco el sudor de mi frente, mire la figura que estaba enfrente de mi reflejado en el espejo, se veía un poco cansada pero aun así preciosa, su maquillaje era de colores marrones y dorados, el labial era de un rosa pálido resaltando un poco los labios, maquillaje totalmente sencillo, tenía unos aretes en forma de gota  color azul, mi vestido era de encajes y era un corte en forma de corazón color hueso, el largo de enfrente era hasta mis rodillas y el largo de atrás se formaba una cola algo pequeña, llevaba una pulsera de casamiento Quileute que Jake me había regalado, según él le pertenecía a su madre, su padre que en paz descanse se lo había regalado.

Sonreí un poco al recordar que me casaría con el amor de mi vida frente a los ojos humanos, Salí del baño y ahí afuera estaban las chicas con un vestido azul cielo, cada quien lo tenía de diferentes formas pero del mismo color todas, Leah, Kim y Emily con su panza de cinco meses, mis cuñadas Rebecca y Rachel, Claire que estaba de la mano de la imprimada de Embry, Camila.

-¿Te encuentras bien?- pregunto Leah.

-Estoy bien, fue solo los nervios- les sonreí.

-Yo creo que es otra cosa en vez de nervios- me sonrió Emily tocando su panza suavemente.

-¿De qué hablas?- le pregunte confundida.

-¡Chicas, es hora!- entro gritando Alice, si, habíamos invitado a los Cullen y las mujeres del clan también estaban vestidas de damas.

-Está bien, ¿Ya llego mi hermano?- pregunte.

-Aquí estoy hermanita- entro Apolo con un traje color perla, más bien era solo el pantalón y un chaleco color perla con blanco en la parte de atrás y una camisa blanca. Le sonreí.

-Llegaste-

-Claro, no me perderé la boda de mi hermana menor-

-Bueno nosotros entraremos primero y un minuto después entras tú- solo asentí.

Las chicas salieron cerrando la puerta tras de ellas, la casa de Jake la habíamos remodelado haciéndola de dos pisos, además de que era la que estaba más cerca de la playa y mi boda seria enfrente de las olas, donde las cenizas de Billy reposaban.

Tome el brazo de mi hermano y agarre el ramillete de flores rojas, las chicas se habían empeñado en seguir las tradiciones, algo azul, eran mis aretes de en forma de gota, algo prestado, era el belo que tenía puesto, era el de Emily, algo nuevo, era mi liga que traía en mi muslo izquierdo, algo usado, eran los zapatos de Bella, ella me los había ofrecido amablemente y yo había aceptado, y algo antiguo, era el vestido de novia de mi madre, tenía demasiados milenios de existencia pero seguía guardando ese encanto y la hermosura en sus telas de encaje.

Mi hermano y yo salimos de la casa y empezamos a caminar por el pequeño caminito de flores, apreté el brazo de mi hermano algo nerviosa.

-Tranquila, ¿Eres feliz?-

Hermione Granger ¿En Crepúsculo? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora