Sobre mi cadáver.

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Cuando llegamos a casa todo fue más o menos normal, los gemelos bajaron hasta meterse a la casa, pero yo me quede parado en medio del camino.

-¿Qué pasa Jake?- me pregunto Mimí acercándose a mí.

-No lo sé, siento que no eres la misma, hay algo que cambio en ti- suspire.

-Sigo siendo la misma, nada cambio, bueno solo mi fuerza y mi resistencia, volví a ser la misma que era antes, pero recuerdo cada una de las cosas que pase contigo, cada momento y cada minuto lo recuerdo- ella me regalo una sonrisa.

-Sera mejor que entremos, es tarde y empieza a refrescar-

-Pero, no siento frio- me dijo ella torciendo los labios.

-Lo sentirás, así que andando para dentro de la casa-

Pose un brazo en sus caderas y la obligue a que entrara a la casa, aun así era un poco más fuerte que ella, claro que puso mucha resistencia para poder moverla.

Cuando entramos los gemelos estaban sentados en el sofá esperándonos. Mimí se dejó caer en el otro sofá, donde me hizo el ademan de que me sentara.

-Chico quiero que me digan si he cambiado, a como era completamente humana- pregunto Mimí.

-Bueno, tu cabello se hizo más largo y ondulado- empezó Rómulo.

-Y también tu piel cambio un poco, se hizo más clara- siguió Remo.

-Pero lo que más diferente tienes es los ojos- contestaron ambos a la vez. Aun me sacaba de quicio la sincronía con la que hablaban, como si se leyeran la mente.

-¿De qué color los tengo?- pregunto ella asustada.

-Ahora son de un color verde esmeralda muy brillantes- le dije yo serio.

Ella me miro con entendimiento cuando le dije que había cambiado, que sentía que ya no era la misma.

-Pero sigo siendo la misma, recuerdo lo de la vida humana, pero ciertas cosas que pasaron hace milenios no, pero se lo que soy y como soy, nada de esto me cambiara-

-Nosotros tenemos sueño, así que nos iremos a dormir- dijo Rómulo.

-¿Dónde duermen?-

-En el cuarto que tu novio nos dejó, era el de sus hermanas o algo así, buenas noches-

-Buenas noches- contestamos Mimí y yo.

Observamos cómo se fueron los dos hermanos, se perdieron en el pasillo de la casa que se dirigían a las habitaciones.

Sentí como Mimí se sentaba a mi lado, pero yo tenía mi cabeza entre mis manos y respiraba cansada mente, hoy había sido un día muy fuerte en las emociones.

-Jake, ¿Estas bien?- levante mi rostro al percibir cierta preocupación en su voz.

-Sí, solo es que estoy cansado, hoy fue un día duro-

-Creo que deberías dormir entonces, preparare un Té que te relajara-

-Estaré bien, no te preocupes-

Me levante del sofá y empecé a dar pasos para ir a la habitación que compartíamos Mimí y yo.

-Jake, espera…- me detuve y me gire para mirarla.

-¿Si, que pasa?-

-Sé que estas molesto, pero tú no sabes por qué y yo tampoco, lo percibo, solo quiero decirte que siempre seré yo y siempre te amare, pase lo que pase-

Solo asentí y di media vuelta de nuevo, me encamine a la habitación.

Ella había dicho que estaba molesto y no sabía porque, y la verdad es que sí, me sentía molesto y era por eso que evitaba hablar mucho, no quería decir una palabra o hacer algo malo, quería evitar los problemas con ella.

(Salto espacio-temporal)


-Si me dejaran explicar esto no estaría pasando- había dicho por tercera vez Mimí.

Estábamos todos en el claro, lejos de toda persona que no tuviera nada que saber sobre nosotros. Mimí tenía en el suelo a los gemelos, ya que ellos estaban actuando en "Defensa propia" al ser agredidos por Paul.

-Sam, si serias tan amable de decirle a Paul que se calme- le dije yo.

El aludido solo asintió y le hablo en el oído, sabía que estaba usando la voz de Alfa, yo solo estaba parado a un lado y con los brazos cruzados; a noche no había podido pegar ni un poco los ojos.

-Habla entonces y explica todo, para evitar otra escena como esta- hablo Jared más calmadamente.

-Yo no soy la persona que ustedes piensan, ahora sé que los Vulturis vendrán por ustedes y también por Jackes y por mí, piensan que sigo siendo humana- bufo ella y rodo los ojos.

-¿Y no lo eres acaso?- reto Paul.

-Paul, modera tu voz- le advertí, aun cruzado de brazos y mirando todo.

-No completamente, soy una humana-cazadora, pero soy más cazadora que humana-

-Tenemos que saber qué es exactamente eso porque…- dijo Seth.

-Una cazadora es esa persona que mata a todo vampiro, tengo infinidad de años yo, más de milenio y soy más vieja que los Vulturis o el ultimo ser de esta tierra, yo soy una "Leyenda"-

-Oye Mimí…- empezó Leah pero ella la interrumpió.

-Les agradecería si me llamaran por mi nombre, me llamo Diana- su mirada era fría ahora.

-Bien, Diana, dijiste algo sobre que sabias que vendrían los Vulturis por nosotros, pero ¿Tú que tienes que ver con eso?-

-Que yo meteré mis manos para que nada pase-

-No puedes hacer nada, sabemos lo que ellos tienen bajo esas capas viejas, terribles dones que nosotros no podremos evitar, moriremos- dijo sin más Embry.

-Ella les pateara el viejo trasero que tienen esos chupasangres- hablo Rómulo, ganándose una patada en el costado por parte de Diana.

-No se metan en pláticas de grandes, ¿Cuántas veces se los he dicho niños?-

-Perdón- hablo el gemelo más malvado.

-¿Qué, ahora le haces de madre?-  y una ráfaga de aire se soltó, Diana estaba parada enfrente de Paul pero dándole la espalda.

-Te agradecería que no les hablaras así Paul, porque yo no dejare que te hagan algo, pero seré yo la que te de una advertencia, ¿Entiendes?- ella le soltó una pequeña daga en el suelo y camino hasta nosotros.

Ahora todos entendieron que el gemelo malvado, Rómulo, había aventado una daga en dirección de Paul y Diana había interferido alcanzándola al vuelo.

-Ahora soy más fuerte, mucho más que un vampiro o que ustedes, estos niños también son muy fuertes pero aun así no me superan, así que para enfrentar a los Vulturis estaré yo, y sobre mi cadáver dejare que los toquen-

Su voz fue cambiando poco a poco hasta perder todo tipo de calidez para volverse fría como el hielo, algo grave como la de un hombre pero sin llegar a hacerlo, una voz que daba miedo de solo escucharla y te ponía los bellos de la piel de punta.

Le toque suavemente el brazo y ella me miro, sus ojos se habían oscurecido, y sus ojos verde esmeralda eran de un casi negro, solo asentí y me retire de nuevo, haciendo que ella suspirara.

Todo cambiaria, pero no sabia que cambiaria, si para bien o mal.

Hermione Granger ¿En Crepúsculo? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora