CAPÍTULO XII

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Sentía como la claustrofobia y la oscuridad se apoderaban de mi.

Estaba todo completamente negro y por lo que lograba percibir me encontraba en una zona húmeda, esto lo pude deducir guiándome por el peculiar aroma que desprende el agua estando encerrada o bajo tierra. Sentí mil cosas en ese momento pero no la presencia de Luca.

-¿Luca?- pregunté mientras me paraba rápidamente y agitada del suelo.

Repentinamente se encendieron unas luces cegadoras que me obligaron a tapar mis ojos con mis manos.

Un sonido parecido al de mil canillas abiertas apoderaba todos los rincones de la habitación. Mis pies comenzaron a mojarse. Tarde unos instantes en acostumbrarme a la luz.

Llevaba puesto una remera blanca de algodón y un Jean claro a juego, pero obviamente ese tipo de estupideces no me importaban en ese momento.

Definitivamente no me esperaba estar en un lugar como en el que me encontraba.

La sala era inmensa y blanca llena por todos lados de luces led. El piso de mármol parecía no terminar nunca y los pequeños pero notorios detalles artísticos que brindaban las paredes me generaban demasiado vacío. Era como contemplar el mar con su infinita lejanía.

Hasta ahí todo parecía dentro de todo normal, pero estaba claro que falta la parte morbosa que tanto aman los creadores de este videojuego.

Me encontraba dentro de una jaula transparente, parecida a una gran pecera. A mí alrededor había 3 mas, a una distancia de 200 metros cada una. No llegaba a ver con claridad quieres eran los que se encontraban allí.

Se me partió el corazón al pensar que Luca probablemente estaba encerrado en una.

El agua comenzaba a inundar el pequeño lugar, haciendo que mis tobillos se encuentren completamente mojados. "El estanque" no tenía un techo ni abertura alguna. Si no salía rápido de allí quedaría completamente cubierta por el líquido, llevándome a una muerte segura.

Dos de las peceras de mí alrededor estaban bastante llenas, una parecía completamente seca. Me sentí egoísta al desear que esa sea la de Luca.

Intenté romper las paredes con fuertes patadas y puños, pero lo único que conseguía era que el agua salga con mayor intensidad.

Ya me llegaba por las pantorrillas.

Me recosté un segundo contra el maldito vidrio indestructible con la idea de planear algo para salir de allí. Al instante de tranquilizarme la jaula dejo de llenarse. Me alegré fuertemente y salte de felicidad. Pero no llevo ni un segundo en abrirse nuevamente las canillas.

-¡¿Qué mierdas habré hecho en mis vidas pasadas para que el karma me jodiera de esta manera?!- pregunté alzando los brazos.

Intente imitar lo que había hecho anteriormente para que dejara de fluir el agua. Efectivamente pasó lo mismo. Salte y salió líquido, me apoye y cesó. Repetí esto numerosas veces y llegue a una conclusión.

La pecera de llenaría solo si yo me movía, si me mantenía quieta podría sobrevivir. Definitivamente buscaban que la idea de rendirse y no hacer nada para no morir rondará por nuestras cabezas.

Me sentí mal por no estar progresando en nada y no poder ayudar a los chicos, pero, ¿Como podría salvar a alguien si no siquiera me puedo controlar a mi?

El agua me tapaba las rodillas. Pero si me quedaba quieta podría idear un plan para salir de ahí.

-Maldita mierda ser petiza en momentos como estos- suspiré.

Me quedé por horas quiera esperando que ocurriera algo. Pero sabía en el fondo que era yo la única que me podía sacar de allí. Tenia la esperanza que si me llegaba a ahogar volvería a mi vida real, pero después de todas las fallas que encontramos en el juego el miedo me invadía. Talvez suene que es bastante ilógico lo de morirse realmente si te pasa algo acá, pero hay que tener en cuenta que en el mundo exterior estamos conectados con mil cables que atraviesan nuestro sistema nervioso, y el más mínimo inconveniente nos generaría grandes problemas.

ÉPSILON: Dentro Del Videojuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora