CAPÍTULO VII

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***

-La puta madre- susurré frustrada.

La única opción que me quedaba era seguir los gritos para ver si Leo estaba junto con la "gente" que sufría. Pensar eso me hizo un agujero en el corazón.

Doblé un par de veces, me metí por varias habitaciones y pasillos buscando de donde provenía el ruido. Llegue frente a una puerta grande y blanca a lo Dr.House la cual decía "Prohibido el ingreso a todo aquel que no tenga autorización".

Definitivamente encontré el lugar que estaba buscando y que tanto miedo me genera.

Abrí despacio y como la buena suerte esta de mi lado, se escuchó fuertemente el ruido tétrico de esta al abrirse. Nótese el sarcasmo.

Salí corriendo disparada por el pasillo bien iluminado que había tras cruzar esa puerta. Entre en la primera sala que encontré y me quedé un segundo agachada debajo de una mesa. Tenía el corazón en la boca de lo agitada que estaba.

-¿Verónica? - pregunto alguien débilmente

Me gire bruscamente presa del pánico. Frente a mí, recostado en una camilla, más blanco que de costumbre, unas ojeras que le comían toda la cara y mil cables enchufados en el cuerpo estaba Leo.

-Ay dios mío, casi me matas del susto- conteste mientras me paraba y me dirigía hacia el- ¿Estas mejor?

No se ni para que hago esas preguntas, es obvio que no esta mejor, esta enchufado de cosas hasta el culo y le están a punto de extirpar el cerebro.

-Digamos que si - respondió con una leve sonrisa en la boca.
-Te voy a sacar de acá.
-Hay que hacerlo rápido, están a punto de llegar los médicos.
-Sisi, vos tranquilo.

No sabia por donde empezar, los tubos que tenia incrustados en la piel estaban muy profundos, intente sacarle un par, pero sus gritos me lo impedían.

-Creo que vamos a tener que llevarte con camilla y todo.

La expresión de Leo se lleno de miedo y rápidamente me señalo atrás mío.
Antes de que me de cuenta me estaban inyectando ese liquido amarillento de mierda, sentía como perdía el control sobre mis músculos, y lo único que quería en ese momento era acostarme y cerrar los ojos. Pero debía levantarme y ayudarlo...

Luego de un rato abrí los ojos.

Estaba en mi habitación, en el reloj se mostraban las 6 am. Baje corriendo a toda velocidad hacia la recepción donde me recibió un señor.
-Señorita Monroe, lamento informarle que ayer su amado esposo sufrió un ataque cardiaco, el cual le provocó la muerte. Tenga mi pésame.

Sentí como se apoderaba de mi el dolor y la impotencia. Sabía que había muerto por culpa de la operación. No pude aguantar mas y me largué a llorar con todas mis fuerzas.
¡¡Manga de mentirosos!!
Si no hubiera sido tan estúpida y me hubiera resistido contra el sedante.
Salí corriendo hacia las rejas de la casona, y a lo lejos vi al camión.
Corrí con todas mis fuerzas y sin que me vieran entre en la parte trasera. Todavía la esperanza de que por lo menos Leo haya despertado en la vida real seguía viva. Pero después del error en los botones de pánico no se puede creer en nada. Cerré los ojos y me dejé llevar por acurrucante ruido del camión arrancando.

 Cerré los ojos y me dejé llevar por acurrucante ruido del camión arrancando

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Feliz vida chics! 💜

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ÉPSILON: Dentro Del Videojuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora